REAL MADRID

Lizarazu: "Que apodaran a Camavinga con mi nombre fue una sorpresa, pero es que dejé huella"

El campeón del Mundo en 1998 y de Europa en 2000 habla con Relevo sobre la reubicación del madridista al lateral, donde él marcó una época.

Bixente Lizarazu, en la presentación del documental sobre la selección de Francia de 1998. /GETTY
Bixente Lizarazu, en la presentación del documental sobre la selección de Francia de 1998. GETTY
Sergio Gómez

Sergio Gómez

El pasado 27 de enero, Bixente Lizarazu (San Juan de Luz, Francia; 53 años) sonrió al conocer por las redes sociales que su nombre está presente en el vestuario del Real Madrid. Después de remontar en Copa contra el Atlético, los jugadores madridistas se entregaron a Eduardo Camavinga tras una portentosa actuación como lateral izquierdo, posición antinatural para él, y desvelaron un detalle desconocido. Luka Modric y Lucas Vázquez respondieron a una publicación del francés en Instagram descubriendo su apodo. "Fue una sorpresa ver que le llaman como a mí, pero es que parece que dejé huella... Yo y mis compañeros de Francia y Bayern", dice a Relevo, entre risas, Lizarazu.

El galo fue de esos laterales aguerridos de nueva generación que aparecieron a finales del siglo XX y sorprendieron en los primeros pasos del siglo XXI por su vocación ofensiva. "Antes los defensas de la banda jugaban puramente atrás, pero nosotros, me acuerdo de Roberto Carlos por ejemplo, teníamos esa potencia para lanzarnos adelante", rememora.

Lizarazu, frente a Raúl en un partido de la Champions en 2001.  EFE
Lizarazu, frente a Raúl en un partido de la Champions en 2001. EFE

Brilló con Francia en el Mundial de 1998 y en la Eurocopa de 2000 y perteneció a uno de los Bayern que más irritó a la afición blanca, aquel de Kahn, Salihamidzic o Effenberg: "En esos partidos en el Bernabéu había bastante guerra, ¿eh? Guerra deportiva, claro. Jugué hasta diez veces allí. Y luego nuestra Francia en el Mundial de 1998, que dejó imágenes para la historia. No sé si podemos decir que Camavinga se parece a mí porque ahora está en una posición que debe aprender y tiene que adaptarse más".

Trabajo mental y ganas de 'guerra'

Lo asegura con conocimiento de causa, pues Lizarazu no fue lateral de cuna sino de adopción. Su mudanza no resultó tan drástica como la de Camavinga. Sólo tuvo que dar dos pasos atrás: "Yo de joven era extremo izquierdo, lo que antes se llamaba '11'. Y cambié a los 18 años. No me costó porque tenía mentalidad de defensor y me gustaba la pelea. Hablo de pelea futbolística, el uno contra uno contra el atacante. Porque para ser lateral esta es una cosa que debes tener. Y eso se trabaja en la cabeza. Debes tener mentalidad, concentración, se debe cultivar de forma específica. No es un puesto central, para esta posición se necesitan unas condiciones particulares".

"Para ser lateral hay que trabajar la cabeza, tener mentalidad, concentración y querer ir a la pelea"

BIXENTE LIZARAZU Exjugador francés

La principal, querer jugar ahí. Porque el deseo por un sitio, lleva a amarlo y a comprender todo el rigor del puesto. "Si no quieres esto... Yo conozco muchos laterales que tienen calidad ofensiva, pero se nota que no les gusta defender. ¿Nombres? No voy a citar a nadie, pero eso se nota. Sobre todo en el fútbol de hoy. En una defensa de tres los laterales pueden jugar más al ataque, pero en una de cuatro, como es el caso del Real Madrid, es importante tener afinadas las dos cualidades: la de subir y la de bajar. Y ahí es donde tiene que aprender Camavinga. Es una parte que está relacionada con un trabajo mental, de concentración, de posición, de táctica, pero también de querer esa pelea", declara el exjugador del Girondins de Burdeos, Athletic de Bilbao, Bayern Múnich y Olympique de Marsella.

El caso del madridista responde a ese retrato robot hecho por Lizarazu porque él quiere jugar en el centro del campo, no en la banda. También el club es de esa opinión. Ancelotti, por su parte, ha reconocido que su exilio a la izquierda es una solución de emergencia ante tanta baja aunque su convicción con este movimiento es firme: "No le gusta, pero a nosotros sí". En cualquier caso, Camavinga se ha convertido en un remedio ideal para salvar el agujero gracias a su imponente físico para romper líneas y a su buen pie para sacar el balón jugado. Contra el Valencia volvió a mostrarse solvente.

A ojos del campeón del mundo en 1998, esos atributos le han ayudado a convertirse en un arreglo perfecto: "Su formación es de centrocampista, pero a la vista está que puede adaptarse y ayudar al equipo de manera puntual. Después, decir que vaya a instalarse ahí de por vida... Tiene calidad, pie, técnica, físico. Pero el tema que debe realmente aprender es la defensa".

"Camavinga tiene la costumbre de jugar más por dentro. Para ser '3' eso lo debe cambiar"

BIXENTE LIZARAZU Exjugador francés

Además del mental, Camavinga debe atender a otro aspecto para crecer como lateral: el del espacio. Un '3' debe abrirse, ver la cal como amiga e ir de su mano. Ante el Valencia tuvo querencia al medio, una actitud que Lizarazu limaría: "Él es mediocampista y puede tener la costumbre de jugar más por dentro. Eso lo debe cambiar, pero es normal. Acaba de llegar al sitio, como aquel que dice. Es algo que va a tener que trabajar. Necesita partidos, partidos, partidos y partidos". Sin embarto, este requisito no lo va a tener ya que cuando se recuperen Alaba y Mendy, el francés regresará a un centro del campo donde ya está repuesto Tchouameni.

Camavinga, durante el partido contra el Valencia.  EP
Camavinga, durante el partido contra el Valencia. EP

A Lizarazu no le gustaría estar en la piel de Ancelotti para tener que elegir entre ambos. Aunque los ve compatibles. "No estoy todos los días en los entrenamientos del Madrid, pero los dos tienen un grandísimo potencial. Son profesionales, quieren mejorar. Tchouameni da equilibrio, nos lo demostró en la selección. Para verlos juntos se podría probar distintas opciones porque uno es más ofensivo, el otro más defensivo... De calidad van sobrados. Y lo mejor es que solo pueden mejorar y tienen tiempo para ello...", aventuró el exfutbolista francés, hoy convertido en uno de los comentaristas más mediáticos de su país.