Raúl Moro da una lección e inicia la redención de Pezzolano en Pucela

Desde el principio se respiró un ambiente festivo en Zorrilla. El homenaje a los campeones de la Copa de la Liga de 1984 impulsó a una grada que suspiraba por volver a sentirse de Primera. Recuperar el estatus del Real Valladolid, jugando con los mejores del país era motivo suficiente para olvidar cualquier discrepancia pasada en dirección al banquillo. Con esa unión, el cuadro de Pezzolano arrancó como una flecha y pronto se hizo dominador del partido.

El Espanyol, que también celebraba su retorno, prefería entregar el control a los locales y Raúl Moro no tardó en retar a Álvaro Tejero y Omar El Hilali. El doble lateral en la defensa de cinco que preparó el debutante Manolo González, sufría cada vez que el exjugador de la Lazio conducía en diagonal hacia su pierna derecha. El Valladolid fue a por el encuentro desde el inicio y a fuerza de empujar hacia la meta de Joan García llegó el premio.

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Un zigzag de Raúl Moro fue el preludio de un golpeo suave que rebotó en Sergi Gómez antes de entrar en la portería perica. Los vallisoletanos se pusieron por delante e intentaron sentenciar, aprovechando la inercia del tanto. El Espanyol, sin ideas, se agarró a algún balón parado esporádico para plantarle cara a un Valladolid que fluía. Amath Ndiaye rozó la sentencia con un cabezazo al travesaño al filo del descanso.

El Espanyol no introducía modificaciones tras la reanudación y se encomendaba a la garra de Alejo Véliz, que debutaba y fue de los más voluntariosos arriba. El trabajo de Javi Sánchez y Flavien Boyomo frenó el ímpetu del ariete argentino. Manolo González reaccionó e introdujo a Král y Cardona para despertar a los pericos, que empezaron a asomarse al área de Karl Hein, prácticamente inédito en todo el partido.

El vértigo del Valladolid por sumar los tres puntos por la mínima fue la mejor arma del Espanyol, que no tenía el control, pero se mantenía vivo en el marcador. Cardona rozó el empate con un disparo potente y raso, que buscaba la esquina de la portería y acabó fuera por poco. Puado también sorprendió con un desmarque, pero su definición con la zurda no fue la mejor. Las individualidades pericas lo intentaron, pero en este baile el protagonista era Raúl Moro.

El extremo del Real Valladolid volvió a destaparse en los minutos finales como uno de los talentos a tener en cuenta en este nuevo curso futbolístico. Llevó el balón lejos de la portería y estuvo cerca de alzarse con el doblete. Se tuvo que conformar con un solo gol que vale tres puntos y que inicia la redención de Pezzolano en Pucela. Tras un último susto en forma de falta indirecta al borde del área, Zorrilla estalló celebrando la primera victoria en su retorno a élite.

Real Valladolid: Karl Hein; Luis Pérez, Javi Sánchez (Juric, m.62), Boyomo, Lucas Rosa; Cömert (Torres, m.82), Amallah (m.69), Kike Pérez (Chuki, m.82), Raúl Moro, Amath Ndiaye (Iván Sánchez, m.69); Sylla.

RCD Espanyol: Joan García, Álvaro Tejero (Jofre, m.69), Omar, Sergi Gómez, Cabrera, Carlos Romero; Gragera (Aguado, m.78), Pol Lozano (Král, m.56); Pere Milla (Cardona, m.56), Puado, Véliz (Roca, m.69).

-Árbitro: Pablo González Fuertes (Comité Asturiano) amonestó a Roca (m.72), Lucas Rosa (m.80), Cardona (m.87) e Iván Sánchez (m.97).

-Incidencias: Encuentro disputado en el Estadio José Zorrilla con homenaje a los campeones de la Copa de la Liga de 1984 en el Real Valladolid antes del pitido inicial.