Un pulso de Bordalás con sus 'jefes' evitó a última hora la retirada de Nyom: "Sabía que, si venía, aportaría"

Allan Nyom (36 años), un hombre que no entiende su vida sin el fútbol, masculló durante meses el adiós. Lo tenía a punto. El lateral ascendió el pasado mes de junio con el Leganés, terminó contrato, no recibió oferta de renovación y entonces se buscó la vida sin suerte. Dejó pasar ofertas del extranjero (tenía claro que quería seguir en España), se llevó noes hasta del Racing de Ferrol (ha ganado dos partidos de 15 en Segunda) y se vio condenado a un escenario tan poco deseado como obligado: colgar las botas. A última hora le salvó Bordalás, su guía. La insistencia del entrenador, y la mala dinámica del Getafe, decidió a Ángel Torres a dar luz verde a una operación en 'stand-by' desde el verano y que fructificó por sorpresa el pasado 8 de octubre. Nyom llevaba cuatro meses sin competir y tardó tres semanas en ganarse el puesto. Tras salir en el añadido en Vila-real, jugar 45' ante el Valencia y ser titular contra Celta y Girona, el francés mereció el MVP de la victoria de ayer contra el Real Valladolid (2-0) y marcó un gol en Primera casi cinco años después para atar el triunfo.

La historia de cómo se fraguó su regreso al Getafe da para un libro de dos tomos. Bordalás, con una plantilla mermada y carente de efectivos, peleó por su fichaje desde el minuto uno y pidió su incorporación al presidente y a la secretaría técnica en verano, una solicitud que el director deportivo Rubén Reyes y el presidente no terminaron de ver con buenos ojos. Sobre todo, porque consideraban que Nyom ya había dado lo mejor de sí en sus casi 500 encuentros anteriores en el fútbol profesional, porque acabó la 2023-24 como suplente habitual en Segunda y porque creían que, con el canterano Juan Iglesias, Álex Sola y la opción de adaptar a Djené, el '2' del Geta estaba bien cubierto. El míster nunca compró el argumento y luchó hasta bien entrado el otoño por reclutar a su soldado.

Bordalás pensaba, en cambio, que Nyom supone un argumento futbolístico de élite por su capacidad para actuar en ambos perfiles, recorrido y agresividad, y que su presencia en el vestuario dotaría de un arma poderosísima y liderazgo a una plantilla joven, con una media de edad de apenas 26 años y que perdió a la gran mayoría de sus referentes (Damián Suárez o Mata) en verano. Por eso no dejó de perseverar… y el rumbo del equipo, con una victoria en nueve jornadas hasta la incorporación de Nyom, llevó a Ángel Torres a aceptar una operación de bajo coste y muy celebrada por una afición que tiene en alta estima al Poeta. Hasta el momento, su contratación se ha revelado como todo un éxito y le da la razón al míster.

"Nyom es una persona muy especial para nosotros, un chaval fabuloso, un encanto y un ejemplo en el día a día; aporta muchísimo al grupo por su experiencia, su profesionalidad y su comportamiento. Le estamos muy agradecidos. Nunca se queja de nada e intenta lo que le pides", ensalzó el entrenador tras la victoria ante el Pucela que permite al Getafe tomar un respiro de tres puntos sobre el descenso. Además del tanto del 2-0, el defensa nacido en Francia asistió a Álvaro Rodríguez en el 1-0 y supuso un incordio constante para los de Pezzolano con sus incorporaciones al ataque, su férreo marcaje a Anuar (el melillense acabó desquiciado) y su juego sin balón, fuente de odio para unos y síntoma de inteligencia futbolística para otros.

Nyom no hace prisioneros, pero de boca de sus compañeros sólo salen palabras positivas hacia su impacto, lo que eleva la intensidad en los entrenamientos y su ayuda a los jóvenes. "No para de sonreír y te engaña con ese carácter bonachón; luego, en el día a día, juega como se entrena y reparte como el que más", asegura un futbolista azulón que cuenta, off the record, haberse visto "sorprendido" por el nivel de Nyom y su capacidad de repetir esfuerzos: "El cabrón tiene tres pulmones". El curso pasado disputó poco más de 2.000 minutos con el Lega, rozó el retiro… y ahora, con contrato hasta 2025, nadie se atreve a descartar que prolongue una temporada más su actividad. Antes de su aterrizaje, el Getafe había sumado ocho puntos de 27 (29%); con él van 5 de 15 (33%) y se ha ganado energía.

A todo ayuda que el internacional no se descuidase en verano, su gusto por mantenerse en forma y por el gimnasio y una pasión por el fútbol que le llevó, durante la 23-24, a sacarse el curso UEFA A de entrenador con la Real Federación de Fútbol de Madrid junto a algún otro compañero y a dejar impresionados a sus colegas en las clases tácticas. Aunque la compatibilización siempre supone un esfuerzo (se entrenaba por las mañanas en Butarque y asistía a clases en los campos federativos Ernesto Cotorruelo por las tardes), el zaguero tiene claro que, cuando le llegue la jubilación como futbolista, se pasará a los banquillos. Y no quiere perder el tiempo.

Verle en la banda, por lo pronto, tendrá que esperar. Ha demostrado que tiene fútbol y ya espera una cita subrayada en rojo en su calendario: la visita al Real Madrid del próximo 1-D. Hace poco se hizo a la idea que no volvería a pisar jamás un césped profesional y el domingo descubrirá por primera vez el Nuevo Bernabéu para marcar a Vinicius y Mbappé. Nyom nunca muere… y Bordalás, que le conoce mejor que nadie y cree en él con la fe que no tiene a ninguno, lo sabía. "Yo estaba convencido de que, si venía, podía aportar y ayudar. Lo está demostrando", dijo ayer. Minipunto para él.