La personalidad de Endrick le jugó una mala pasada: por qué salió triunfador contra el Stuttgart y señalado contra el Atlético
El brasileño protagonizó dos jugadas muy parecidas, pero ligeras diferencias hicieron que no acabasen igual.
Durante el tramo final del derbi hubo una jugada que pudo cambiar el resultado final. Un pase de Carvajal dejaba sólo a Endrick contra un par de rivales del Atlético que sufrían por volver hacia atrás. El brasileño condujo durante muchos metros y acabó disparando a puerta desde una posición alejada, ignorando a Bellingham y Lucas que corrían más de 60 metros para llegar hasta su posición. Una acción que pedía un pase pero que el delantero decidió finalizar con un tiro que se marchó fuera.
Él miraba al cielo, sabedor de que se había metido en un lío. Bellingham se arrastraba por el césped, enfadado con la decisión de su compañero. Al banquillo tampoco le gustó, pues la acción podía haber supuesto la sentencia del Atleti. Ancelotti quiso quitarle hierro en rueda de prensa: "No era una jugada clara como lo era ante el Stuttgart, podía pasar a Bellingham, pero no es un drama atómico".
Por primera vez desde que llegó al Madrid la fuerte personalidad de Endrick le ha jugado una mala pasada. El empate final, conseguido por Correa sobre la hora, provocó que más de uno le señalase por su jugada. La misma recuerda mucho a la viral que también protagonizó contra el Stuttgart. Aquella no pudo salir mejor, con gol para desatar la locura del Bernabéu. Sin embargo, aunque parezcan iguales, son dos acciones diferentes en varios puntos.
Aquella noche de Champions el resultado antes del gol era parecido (2-1) pero no el minuto. Endrick encaraba la portería rival en el 95', con el tiempo cumplido. Le acompañaban Mbappé y Vinicius, mejor colocados incluso que Bellingham en el Metropolitano. Entonces, ¿por qué decidió disparar a portería? El 9 levantó la cabeza y vio que el guardameta rival estaba mal colocado, corriendo hacia atrás y más pendiente del posible pase que de un disparo.
Situación diferente a la del Metropolitano. Ni Bellingham ni Lucas habían llegado a superar la posición de Endrick, que se apresuró en su decisión. Además, Oblak estaba mucho mejor colocado para evitar el tanto. La jugada pedía calma. Frenar las revoluciones y esperar a compañeros. El chico de 18 años se pasó de optimista.
El ex de Palmeiras le ha dado muchas vueltas a la jugada. Algunos compañeros se acercaron a él tras el encuentro para animarlo. Ya conoce de primera mano la exigencia del Real Madrid, en la que el error se paga más que en cualquier otro equipo. Esto no quiere decir que vaya a cambiar su forma de jugar, la que le ha hecho llegar a la entidad de Chamartín y marcar en su debut en LaLiga y la Champions.
Sin Mbappé, de baja hasta después del parón como mínimo, va a tener más oportunidades. Ancelotti llegó a decir que sería titular en alguno de los próximos partidos. Le toca aprovecharlas y aprender de sus errores, como el del Metropolitano.