ENTREVISTA RELEVO

Pedro Mosquera, el futbolista universitario al que cinco minutos le pudieron costar el sueño de debutar con el Real Madrid: "Florentino me dijo que estuviera tranquilo"

El del Rayo Majadahonda recuerda su época de estudiante: "Estuve en un colegio mayor. Está bien para un jugador rodearse de gente que nada tiene que ver con el fútbol".

Pedro Mosquera, en su presentación como jugador del Rayo Majadahonda./
Pedro Mosquera, en su presentación como jugador del Rayo Majadahonda.
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Pedro Mosquera (A Coruña, 1988) sigue en pie. Son 36 años y un eterno historial en el fútbol español es su mejor carta de presentación. En su cabeza, un mapa perfecto de un terreno de juego le sitúa como un centrocampista que cualquiera querría tener en su equipo. Quizás pronto sea su mejor aval para dar el salto a los banquillos, su siguiente aventura. De momento, su nueva aventura está en el Rayo Majadahonda, aunque no quita ojo a lo que hacen sus ex, a los que guarda en su memoria con gran recuerdo.

El Getafe y el Real Madrid son dos de sus destacados. El centrocampista debutó en tal derbi, después de un intento frustrado en Riazor, el día del taconazo de Guti a Benzema. Entonces, cinco minutos sin que saliera el balón pudieron arruinar su sueño. Florentino, Valdano y compañía le tranquilizaron de inmediato y le hicieron ver que su momento llegaría. Y llegó, claro que llegó.

Desde entonces, una trayectoria intachable: Europa League en el Coliseum, ascenso con el Castilla, el Elche del descenso administrativo, sus mejores años en su casa en el Dépor, más ascensos en Huesca o Alcorcón. Casi nada. Y por el camino dos mantras: ser buen compañero y no olvidarse de dónde viene. Pedro Mosquera es de los pocos jugadores que pueden contar su experiencia universitaria, su año en un colegio mayor y un curso en la Complutense.

Sus padres ya lo tuvieron claro cuando con 12 años abandonó su casa y llegó a La Fábrica: "Decidimos venir a Madrid, sobre todo porque les gustaba más el colegio, les parecía bueno para mi educación. Me dejaron muy claro desde el principio que solo seguiría en el Real Madrid si aprobaba todas las asignaturas". De ahí su conciencia y tratar de romper con el modelo convencional: "Está bien para un futbolista rodearte de gente que nada tiene que ver con el fútbol, estudiar una carrera, ver a gente de otros ambientes... Se lo recomendaría a cualquiera".

Ahora, desde el barro de Segunda Federación, atiende a Relevo con la misma ilusión que su primer día como profesional y con la mente ya puesta en su futuro ¿en los banquillos?

Lo primero es una disculpa: creía que estabas retirado. ¿Cómo te ha dado por el Rayo Majadahonda, por Segunda Federación?

El año pasado acabé contrato con el Alcorcón y estaba aquí en Madrid, tengo a mi hija aquí y no me quería mover. Vivo aquí en Majadahonda y me encanta hacer deporte. Y bueno, el año que viene cumplo 37 años ya, soy bastante mayor (ríe). Me comentaron la posibilidad de jugar en el Rayo Majadahonda y me gustó, es un equipo al que me he enfrentado alguna vez mientras estaba en Segunda. Juega en el Cerro del Espino, es un campo de césped natural, que está bien, tiene una afición que apoya bastante...

Arribas es el presidente del club, jugó conmigo en el Deportivo, me lo propuso e intenté hacer todo lo posible para venir. Aquí estamos.

¿No te ha llegado esa voz interna de que cuelgues las botas ya?

Bueno, cada vez me duelen más cosas (ríe). Creo que me queda poco. Pero me gusta hacer deporte, mantenerme bien, me gusta el fútbol. Lo hago un poco por eso, por disfrutar del día a día, de los compañeros. Tenemos un muy buen grupo en el Rayo Majadahonda. Es un gusto ir cada día entrenar y compartir cosas. Que son la mayoría más jóvenes que yo. Estoy para ayudarlos en lo que puedo.

¿Te queda algún sueño por cumplir?

Espero que muchos. Así a priori todos los que tenía de pequeño los he cumplido. Eran jugar en Primera División, debutar con el Real Madrid... También jugar en Primera con el equipo de mi ciudad. Y con el Elche, el Getafe, el Huesca. Al final creo que los he cumplido todos a nivel futbolístico. Y luego tengo los tres niveles de entrenador, me gustaría empezar poco a poco con algún equipo. A lo mejor empezar desde abajo e ir poco a poco formándome. Por qué no ir subiendo...

Un objetivo ambicioso. Porque además tu carrera es idílica. Juegas el típico torneo de niños que todos vemos en Navidad y de repente te ficha el Madrid.

Tenía once o doce años, que es cuando es el torneo de Brunete y el internacional, los que se juegan en Canarias. Ahí el Deportivo no tenía categorías inferiores y lo que hacían era una selección gallega y los mejores de Galicia en ese momento se lo llevaban con el Depor, que solo tenía el Fabril y el primer equipo. Quedé de los máximo goleadores, es que entonces jugaba de delantero.

Justo tuve la suerte de que ese año al Deportivo le patrocinaba Dreamcast, una videoconsola de la época. Y el torneo internacional también lo patrocinaba Dreamcast. Fueron todos los buenos: el Real Madrid, el Barcelona, el Ajax, el Arsenal... Todo equipazos. Que el Depor también era un grande y lo sigue siendo.

Me dieron el trofeo a mejor jugador de mi posición y ahí es cuando me firmó el Real Madrid. También me querían el Barcelona, el Sporting, el Ajax, el Arsenal... Mareo era entonces de las mejores canteras del mundo. Pero mis padres y yo decidimos venir a Madrid, sobre todo porque les gustaba más el colegio, les parecía bueno para mi educación. Me dejaron muy claro desde el principio que solo seguiría en el Real Madrid si aprobaba todas las asignaturas.

Pedro Mosquera habla de su debut en el Real Madrid.

¿Viniste solo a Madrid, tan pequeño?

Vine solo y estuve en una residencia de los 12 a los 18 años. En el SEK-El Castillo, que es donde están los jugadores de fuera de Madrid. Luego cuando empecé la universidad estuve un año en un colegio mayor. Y luego ya un piso. Ya así hasta que me fui al Elche, cuando tenía 23 o 24 años.

¿No te resultó difícil irte tan pronto?

Hubo gente a la que le costaba más. Recuerdo algún compañero que llamaba todos los días a sus padres llorando diciendo que se querían volver. Yo tenía un poco de morriña, como decimos en Galicia. Pero bueno, siempre lo llevé bastante bien. Siempre se me han dado bien lo estudios y en el fútbol me iba bien. Hice buenos amigos que estaban en la misma situación que yo.

Fue duro porque en la residencia estábamos cuatro en una habitación, con poco espacio. Y había que estudiar mucho. Salías del colegio a las cinco, en media hora cogías el autobús a la antigua ciudad deportiva de la Castellana y hasta las diez de la noche no volvías. Cenabas en el cole, hacer los deberes y así todos los días. Llegaba el fin de semana, jugábamos, íbamos al cine y se te pasaba un poco...

Lo deportivo iba rodado. Llegaste a debutar con el primer equipo, ¿Cómo recuerdas aquel gran día?

Mis amigos siempre se acuerdan. Estuve a punto de debutar en Riazor el día del taconazo de Guti. Pellegrini me dijo de entrar y justo cuando iba a hacerlo acabó el partido. Estaba ya para entrar en el minuto 89 o así. Y el balón no salió durante cinco o seis minutos y no pude debutar. Fue una pena porque yo soy de A Coruña y estaba ahí todo el mundo, mis amigos, mi familia... Al final debuté contra el Getafe, que curiosamente luego fue mi equipo. Sustituí a Xabi Alonso y muy bien, todos cuidándome mucho, felicitándome... Llegué con 12 años al Madrid, debuté con 20. Fue una gran alegría porque hay mucho trabajo detrás.

En Riazor te pasaría por la cabeza que igual no llegaba nunca más la oportunidad de jugar con el Real Madrid. Siempre se tienen que reunir muchos condicionantes.

Sobre todo por eso. Pensé que igual no se daban las circunstancias para que en otro partido pudiera debutar. En ese momento sí que fue duro, porque todavía no sabía si iba a conseguir debutar o no. En esa época estaba Raúl, estaba Pellegrini, Valdano, el propio Florentino. Lo primero que hicieron fue decirme que no me preocupase, que estuviera tranquilo, que iba a debutar. Además ese año estaba en dinámica del primer equipo, había ido convocado a bastantes partidos de Champions y Liga. Me dieron la tranquilidad de que había sido una faena eso, pero que debutaría más adelante. Se portaron superbien conmigo.

Al final solo jugaste ese partido oficial, menos mal que pudo llegar.

Sí, como partido oficial sí. Luego hice también la pretemporada con Mourinho, jugué varios amistosos, un trofeo Bernabéu...

Debutaste en un Getafe-Real Madrid, que se juega este fin de semana. ¿Cómo lo ves?

Nunca se sabe. A ver, a priori el Madrid tiene que ganar todos los partidos, pero el Getafe, y más con Bordalás, es un equipo muy duro y le hace complicados los partidos a cualquier rival. Más en Getafe, un estadio en el que cuesta sacar los puntos. Será un partido bonito. El Madrid no viene en un buen momento y el Getafe intentará aprovechar todas las dudas que tenga.

Pedro Mosquera y su llegada a la cantera.

Parece que va a jugar Asencio otra vez. El canterano que está ahí con los mayores. ¿Hablabais en el vestuario de esa desesperación, de pensar que no va a llegar nunca la oportunidad?

Es complicado. En el momento en el que estás en la cantera eres consciente de que arriba están los mejores jugadores del mundo y que es complicado. Ya es complicado debutar, pues hacerte un hueco y quedarte ahí para siempre... Hay que fijarse en la cantidad de gente que juega al fútbol. Ahora imagínate jugar en el mejor equipo del mundo, donde solo pueden jugar once y los que entren luego. Muy difícil. Pero siempre tienes la esperanza e intentas trabajar para seguir.

Asencio está haciendo muy buenos partidos. También hay que tener la suerte de que se lesione la gente, de que tengan que tirar de ti y aprovechar tu momento. Lo importante es el trabajo que hagas, que te centres en ti y en mejorar. Influye muchísimo la suerte.

A Asencio le ha tocado bailar con la más fea en Anfield cuando hace un par de meses ni soñaba jugar esta temporada. ¿Cómo os preparaban para esa exigencia inmediata?

Desde pequeños es así. Yo llegué con doce años y ya desde ahí te dejan claro que el gen del Real Madrid es el de que siempre tienes que ganar, siempre tienes que hacerlo bien y aparte dando buena imagen. Los jugadores que llegan, llegan preparados. La exigencia del Madrid es la máxima. Contra el Liverpool evidentemente es complicado, pero siempre tienes que dar tu máximo. Siempre nos enseñaron a dar el máximo, para que pudiéramos llegar a Primera División o al primer equipo. Habrá sido un partido muy especial para él, pero al final a nivel de exigencia habrá dado todo, como uno más. Así es como te preparan, te inculcan eso, el tener que ganar siempre teniendo en cuenta que el Real Madrid históricamente es el mejor equipo del mundo.

Pedro Mosquera no se pudo asentar en el primer equipo, pero sí llegaste a Primera, con el Getafe. Al principio no salieron las cosas como esperabas...

El primer año fueron 14 partidos de Liga y 5 de Europa League. Para ser mi primero en Primera no estuvo mal, aunque sí creo que merecía más. Pero bueno, era muy joven y jugando. Al año siguiente llegó Luis García (Plaza, actual técnico del Alavés). Es muy respetable, no contaba conmigo. En los seis primeros meses no jugué nada, hablé con él y efectivamente me lo dijo. Me fui al Castilla y en medio año ascendimos a Segunda. Luego en Segunda, lo hicimos muy bien. Cuando volví al Getafe seguía Luis García y ahí ya jugué todo.

Me costó dar ese pequeño paso atrás. Aunque según como se mire, porque volví al filial del Real Madrid, pude hacer la pretemporada con Mourinho... En la cantera del Madrid siempre se aprende muchísimo. Además crecí con gente de esa generación: Morata, Carvajal, Nacho, Lucas Vázquez o Casemiro. Me vino bien para seguir creciendo y cuando volví al Getafe ya era un futbolista mucho más completo. Me vino bien para amoldarme.

Un poco extraña esa cesión al Castilla, ¿no? Estabas en Primera y de repente a Segunda B. ¿Sentías que necesitabas volver a ese entorno seguro?

Lo principal es que me llamó Alberto Toril y me convenció. Me dijo que necesitaba a un jugador como yo, que necesitaba mi experiencia. Tenía ofertas también de Primera División, pero eran ofertas que no me aseguraban jugar y yo lo que quería era jugar en ese momento, continuidad, minutos... Y no vuelves a un equipo cualquiera, vuelves al Real Madrid. Salió muy bien. Le sacamos como quince puntos al Lugo de Setién y en el playoff ganamos 0-3 y 5-1 al Cádiz. Marqué dos goles en el último partido. Fue una decisión muy buena, si es un poco raro porque además tenía tres años de contrato en el Getafe. Fue un paso arriesgado y necesario.

Pedro Mosquera y su carrera universitaria.

Después te tocó otra experiencia peculiar como el Elche. El año del descenso administrativo, problemas, no os pagaban...

Es increíble cómo me recibió la afición. Guardo un recuerdo muy bueno del Elche. En ese momento la gente que gestionaba el club había hecho las cosas mal y estuve seis meses sin cobrar. Lo pasamos mal, pero nos salvamos deportivamente. Hicimos muy buena temporada y el club descendió administrativamente en los despachos. Me quedé libre para firmar por el Deportivo.

En Coruña dejaste huella. ¿Tus mejores años?

Sí, sobre todo el primero. Ya venía de un muy buen año en el Elche y en la primera vuelta estábamos en Europa League. Ahí es cuando intentó ficharme el Valencia, pero decidí quedarme con mi familia y con el equipo de mi ciudad. La segunda vuelta fue un poco peor y los años siguientes sí fueron más difíciles. Estoy orgulloso de haber defendido al equipo de mi ciudad, de donde es toda mi gente. El Deportivo es un club único, cualquier persona que te pregunte te va a decir que es un club mega grande. Se ve, al final esté en la categoría en la que esté todavía va más gente. Los que somos de A Coruña estamos muy orgullosos de lo que es el Deportivo.

En aquella época el Valencia era un señor equipo, ¿tanto pudo el vínculo?

En aquella época el Valencia no estaba muy bien. Era mitad de temporada, un gran club... Fue una decisión difícil porque el Valencia me pagaba bastante más, pero la gente y la familia me convencieron. Era un proyecto muy bueno, se había renovado el estadio, la gente volcada, estaba Lucas... Tomé la decisión que tenía que tomar y disfruté muchísimo los años que estuve allí.

"Fue una decisión muy buena, si es un poco raro porque además tenía tres años de contrato en el Getafe. Fue un paso arriesgado y necesario"

Pedro Mosquera sobre su cesión al Castilla

Es paradójico: has estado en la cantera del Madrid donde se sueña con ganar títulos. Y has ascendido con Huesca, Alcorcón y Castilla. ¿Cómo va eso de cambiar trofeos por ascensos?

Títulos he ganado a nivel categorías inferiores, pero los ascensos al final son una pasada. Y cuando son ciudades grandes, la gente se vuelca, se celebra, lo que significa para los clubes. Al final haces historia, es muy bonito. En el Huesca tuvimos mala suerte porque fue justo con el Covid y no pudimos celebrarlo.

Quizás consigas ahora subir a Primera Federación. ¿Qué tal tu primera vez en Segunda RFEF?

Aquí hay mucho más campo artificial. Nosotros entrenamos ahí, aunque luego jugamos en natural. Es complicado, pasar de jugar en artificial a jugar en natural, es un deporte totalmente diferente, el balón bota y rueda diferente. Incluso hay gente que lleva botas diferentes. Pero me ha sorprendido para bien. Hay gente con mucha calidad y bastante nivel. Cuando estaba en Primera o Segunda no me imaginaba que hubiera tanto nivel. No hay tantos medios, pero es interesante, vas una semana a ver un partido y siempre hay algún jugador que te deja detalles.

Primera, Segunda, Primera RFEF, Segunda RFEF, debut en el Real Madrid, ascensos... Lo has vivido todo en el fútbol. Como para entender que empezaste jugando al hockey patines.

De pequeño. Mi hermano tiene tres años más que yo y jugaba al hockey patines. Yo siempre que jugaba iba a verlo y ya me regalaron a mí los patines. Empecé desde muy pequeño en el Santa María del Mar, en A Coruña. Tenía muy buena cantera. La verdad es que se me daba muy bien, incluso mejor que el fútbol. Pero al final cuando me llamaron del Real Madrid pues tuve que dejar el hockey. Tuve que decidir entre uno y otro y tuve que decidir el fútbol. Pero el hockey me encantaba, me gustaba igual o incluso más. Evidentemente no daba las soluciones de futuro que daba el fútbol.

También te has dedicado a los estudios. Has estudiado Derecho, muy poco habitual en un futbolista. ¿Por qué?

No la he acabado, me queda un año. Empecé en la Complutense y me pasé después a la Camilo José Cela. Elegí Derecho porque me aconsejaron que tenía más salidas. Ahora quizás te preocupas un poco más por la carrera que quieres estudiar. También me dijeron que era la que menos necesario era ir a clase porque ya estaba jugando al fútbol y bueno, si te pierdes clase no es tan importante. Lo decidí un poco por eso porque la verdad es que no tengo vocación de abogado ni nada.

El año que estuve en el colegio mayor y en la universidad fueron buenos, está bien para un futbolista rodearte de gente que nada tiene que ver con el fútbol, estudiar una carrera, ver a gente de otros ambientes... Se lo recomendaría a cualquier persona porque es bastante enriquecedor. La gente que tenga posibilidad, que estudie porque estudiar en esos ambientes es muy bueno.

En Derecho hay que estudiar pero bien. ¿Cómo lo llevabas a la vez que el fútbol?, ¿dabas de sí?

El primer año se me complicó un poco. En aquella época eran cuatro asignaturas, con el plan antiguo: derecho romano, historia del derecho, derecho civil... Aprobé la mitad porque en la Complutense me tocaron unos profesores que no me ayudaron mucho a cambiar los horarios de los exámenes. Ahí me cambié a la Camilo José Cela, que tiene un plan para deportistas y te ayudan más. Si no puedes ir a clase por las mañanas te pasan los apuntes, te hacen exámenes en momentos en los que a ti te venga bien. Me ayudaron mucho. Es complicado cuando ya estás en un nivel. Ya estaba yo entre Primera y Segunda División.

Te cuesta porque estás entrenando todas las mañanas, estás ganando dinero, llegas reventado a casa y te apetece descansar. Ponerte a estudiar no apetece y menos con el ambiente universitario (ríe).

"Creo que para ser buen entrenador, aparte de saber de fútbol tienes que hacer muchas más cosas bien. Quiero formarme poco a poco, he hablado con entrenadores que he tenido"

Pedro Mosquera jugador del Rayo Majadahonda

Tu vocación, como dices, no pasa por ahí. ¿Más en el fútbol?

Lo que más me gusta es como entrenador. Soy un jugador que en el campo siempre está hablando, me gusta colocar a mis compañeros, creo que veo bastante bien el fútbol. Quiero intentarlo, ver qué tal se me da. Ya pasarán mil cosas. Creo que para ser buen entrenador, aparte de saber de fútbol tienes que hacer muchas más cosas bien. Quiero formarme poco a poco, he hablado con entrenadores que he tenido: con Míchel, con Claudio Giráldez, con Alberto Toril... La verdad que tengo buena relación con mis entrenadores. Intentaré centrarme en visitarlos, ver cómo trabajan. Y a partir de ahí empezar poco a poco a formarme más y a intentar hacerlo todo lo bien que pueda.

¿Cuál es el equipo del corazón de Pedro Mosquera?

Los dos. El Real Madrid y el Dépor. El Dépor es el equipo de siempre de mi ciudad. En el que he jugado, he sido capitán y uno de los equipos míos que llevo dentro. Y el Real Madrid al final, vine con doce años, me ha dado todos los estudios, me ha permitido formarme una carrera. Estoy muy agradecido a los dos. Pero también el Elche, el Huesca, el Getafe... Guardo un muy buen recuerdo de todos ellos. El Alcorcón y el Rayo Majadahonda también me han dado muchísimo.

Lo has vivido todo: ¿con qué te quedas y qué no te gustaría haber vivido?

El mejor ha sido el debut con el primer equipo en el Real Madrid y también algún partido que nos jugábamos el descenso con el Deportivo y conseguimos salvar la categoría. Aunque los ascensos también son muy especiales. Hay tantos momentos que no me podría quedar con uno.

El peor fue el descenso con el Dépor. Lo teníamos en la mano y en Mallorca nos remontaron. Era el día de San Juan y teníamos todo preparado para celebrarlo allí. Fue un chasco para todos. Y a mí me dejó la impotencia de que ese último partido no lo jugué y me dio mucha rabia.

¿Te das muchos más años como futbolista?

No lo sé, creo que en breve daré el paso a los banquillos, pero creo que con una formación antes. Os mantendré informados a ver cómo va la cosa.