El pacto de los penaltis con Mbappé y Vinicius explica la gestión de una sociedad atascada que aún no preocupa en el Real Madrid
"Las piezas acabarán encajando", aseguran en un club blanco a pesar de la falta de simbiosis entre sus estrellas.
Quien esperase que la sociedad Vinicius Junior-Kylian Mbappé funcionase desde el primer día ha entendido que las cosas no son tan sencillas como parecen. Dos jugadores de gran talento, puede que los mejores de todo el mundo, pero con unas condiciones que, por el momento, no terminan de encajar. Sin embargo, a pesar de que las cosas no fluyen como quieren, en el Real Madrid transmiten calma y paciencia. Consideran que es cuestión de tiempo que los goles empiecen a entrar.
Carlo Ancelotti aseguró que no es un caso que preocupe en el vestuario. "Para mí se están asociando bien, el trabajo ofensivo se está haciendo muy bien. Con el tiempo se asociaron mejor, no solo Vini con Mbappé, sino Mbappé con los medios, ofensivamente no tenemos problema. No lo hemos tenido estos años ni lo vamos a tener ahora que tenemos a los mejores delanteros del mundo", dijo antes de enfrentarse al Betis.
Queda trabajo por hacer, pero en la caseta creen tener la fórmula para que no sólo funcione el tándem, sino para que ambos sumen goles. Principalmente, el francés, que no ve puerta desde su debut en la Supercopa. Gran parte de esa estrategia pasa por mezclar la libertad que necesitan los cracks con pequeños detalles tácticos que les ayuden a rendir.
Lo que tiene claro 'Carletto' es que Mbappé es su delantero centro. Puede cambiar la posición en momentos puntuales de los partidos, pero Kylian seguirá arrancando en la posición de nueve y Vinicius, por la izquierda. "Han ido alternándose pero Vinicius ha jugado más por la izquierda y va a seguir siendo así", comentó el italiano, convencido de que el francés cuenta con condiciones para rendir a las mil maravillas como punta.
Los penaltis explican muy bien cómo el italiano quiere gestionar a sus pupilos. Prefiere verse obligado a apagar un incendio, algo en lo que es experto, antes que provocarlo eligiendo a uno y desplazando a otro. Por ello, ha decidido que sean ellos los que tomen la determinación de quién lanza las penas máximas. Una política muy diferente a la que seguía el curso pasado, en la que ordenó a los tiradores sin opción a saltarse la escala.
"Las piezas acabarán encajando", aseguran en el vestuario del Madrid sobre el funcionamiento de un equipo que todavía está lejos de su mejor nivel. Entre ellas, la de Mbappé y Vinicius, que ha empezado con el pie torcido pero respecto a la que existen pocas dudas de puertas para dentro. Eso sí, saben que los próximos partidos resultarán fundamentales para cambiar la dinámica y espantar los fantasmas de crisis que acechan al Bernabéu.