La paradoja de Pablo Torre: en el Barça no sale del banquillo pero es el '10' de La Rojita

La pretemporada había despertado una llama de ilusión en Pablo Torre que ha menguado en este inicio liguero. El Barça es líder, ha sorprendido a propios y ajenos y es el único equipo que ha ganado los cuatro encuentros. Todo son buenas noticias en el club, pero no así para Torre, que no ha tenido minutos ante Valencia, Athletic y Rayo. Ante el Valladolid ingresó superado el minuto 80.

El cántabro fue una de las sensaciones de la gira tras regresar de su cesión en Girona. No encontró en el equipo de Míchel los minutos que buscaba y volvió a Barcelona para ponerse a prueba. Una vez más. Flick le dio galones en Estados Unidos y el mediapunta no se achicó. Jugó e hizo jugar a un equipo aún sin Dani Olmo y al que Gündogan se incorporó tarde.

La llegada del de Terrassa significó aún más competencia para el ex del Racing. En un Barça con un pivote, Pedri a su lado y un interior más suelto, ambos luchan por ocupar este último puesto. Y Olmo lo ha hecho de maravillas desde su estreno en en Vallecas cuando marcó el tanto de la victoria.

Sorprendió la ausencia de Pablo en los primeros partidos de Liga debido a la plaga de lesiones que tiene el Barça. Y más en el centro del campo, donde Gavi y De Jong aún siguen de baja. La lesión de Fermín fue una noticia agridulce para Torre, que tiene el encargo de reemplazar en La Rojita al ex del Linares.

El cántabro pasó de "estar de vacaciones" durante el parón a ser titular y llevar la '10' en el equipo que venció a Escocia por el clasificatorio de la Euro Sub-21. Partió de inicio en la mediapunta, jugando por delante de Turrientes y Nico González, y contó con libertad absoluta para moverse por los espacios que liberaba Samu Omorodion.

De sus pies nacieron numerosas ocasiones, hasta que ya en la segunda parte fue el encargado de poner el balón en la cabeza de Huijsen para que el central adelantara a La Rojita. Santi Denia le 'entregó' el equipo al cántabro y este respondió con creces tras un mes sin prácticamente roce de competición. Le bastaron 76 minutos para darle la razón a su entrenador.

En tres días volverá a jugar ante Hungría antes de reincorporarse al Barça. De la mano de Flick, aunque en la gira, es cuando Torre ha tenido más oportunidades desde su llegada a la capital catalana, pero la competencia le dificulta tener minutos. Una plantilla corta y descompensada como la de los azulgranas puede convertirse en una oportunidad de oro para un talento que no debe pasar otro año en blanco.