REAL SOCIEDAD-LAS PALMAS

Mikel Merino y su obsesión con la leche con gofio en Gran Canaria que "justifica" sus cuatro títulos con Luis de la Fuente: "Me hubiese gustado verle más tiempo con David Silva"

El padre del robusto centrocampista del Arsenal desgrana el duelo entre la Real Sociedad y la UD Las Palmas, y habla de la versión del Mikel más isleño, txuri-urdin e internacional.

Miguel y Mikel Merino, padre e hijo, en su etapa en Gran Canaria /UD Las Palmas
Miguel y Mikel Merino, padre e hijo, en su etapa en Gran Canaria UD Las Palmas
Andrés Arencibia Almeida

Andrés Arencibia Almeida

A Ángel Miguel Merino Torres (Madrid, 1966) nadie le puede ganar a casuísticas surrealistas. El corazón del centro del campo del euro-rojillo Osasuna tiene el cromo definitivo: marcar en Stuttgart el 5 de noviembre de 1991 y presenciar exactamente cómo, 33 años después, su hijo Mikel Merino destripa a la anfitriona Alemania en los cuartos de final de la Eurocopa. Los dos, uno a las telarañas de Eike Immel y otro a Manuel Neuer, anotaron y se dieron el gusto de dar vueltas al cielo, a uno de los banderines del córner germano. Adrenalina pura.

Ese 5 de julio de 2024, poco después del épico gol en el minuto 119, Miguel habló en Relevo y se emocionó, más que lógico. "Vivimos en un pique sano entre mi hijo y yo. Le quedaba la cosa de que yo había metido aquí y él no". Ya con el acontecimiento digerido, este diciembre el fútbol le tiene una más guardada. El progenitor descuelga el teléfono y traslada la lagrimilla al Real Sociedad-UD Las Palmas de este domingo. "Iré al Reale Arena, me emociona ver al último equipo de Mikel como profesional en España, con un Imanol que es fantástico, y el equipo de Mikel de pequeño", relata. "Mi hijo no se perdía ninguno de mis partidos. Era de comer mucha leche con gofio. Eso le daba un chute de energía bestial para gritar el Pío-Pío en el Estadio Insular, con su abuelo. De crío tenía hasta el acento canario. Fueron dos años muy bonitos en la isla", cuenta.

Miguel, al igual que nunca se pierde un partido de su hijo, como futbolista nunca abandonó el fútbol español. Arrancó en 1987 con el Club Deportivo Leganés, por una temporada, para dar paso a su etapa más recordada, en el Club Atlético Osasuna, donde jugó seis campañas, hasta 1994. "Es mi casa, fueron prácticamente 200 partidos. Inolvidable ese gol ante el Stuttgart en UEFA. Y la actualidad con Vicente Moreno es fantástica, muy sana, es un equipo con mucho carácter, serio, están creciendo cada día más". De ahí pasó tres años en el Celta de Vigo, ya con el peque con las patas ligeras. El niño le pidió construir castillos de arena en la playa de Las Canteras y por eso aprovechó bien sus dos siguientes años en la UD Las Palmas, "que era un equipazo", por aquel entonces en Segunda con personalidades como Walter Pico, o el mítico Tomate Orlando Suárez.

De Gran Canaria -su segundo hijo nació bajo el sol insular- volvió al Leganés, de 1999 a 2001, una segunda etapa traducida en 122 partidos. Se incluyó por voluntad propia en las gélidas noches de Burgos -en el 2001 y por un año- y se retiró en la extinta Asociación Deportiva Ceuta, en 2003. Le entró el gusanillo como entrenador y pasó los filiales del Osasuna, de 2008-2013, y 365 días después dirigió al Peña Sport. "No puedo estar más orgulloso de todo, la vida me ha regalado momentos únicos y lo que queda por regalarme", sonríe desde Navarra, de donde es su mujer, su querida Maite.

¿Qué es de Miguel Merino?

Soy muy afortunado, tanto en el ámbito personal como en el profesional. Vivo junto a Maite, mi esposa, que es navarra. Precisamente trabajo como director deportivo en la Federación de Fútbol de Navarra, donde he establecido muchísimas amistades y me siento plenamente integrado. Por supuesto. Canarias, y en particular la UD Las Palmas, siempre ocupan un lugar especial en mi corazón. La última vez que visitaron El Sadar, tuve el placer de compartir momentos con Paquito, Carnevali y Rafael Mendes. Siempre es un honor reencontrarme con ellos, y disfruto gratamente de su compañía.

Imagino que ya has tenido el privilegio de ver, en directo, a tu hijo en el Emirates Stadium.

Así es. Estuve presente en la firma de su contrato y también cuando jugó contra el Paris Saint Germain. Fue una experiencia emocionante visitar el estadio y luego asistir a su debut en la Champions League. Un motivo de inmenso orgullo, como cualquier padre entregado a su hijo. He de decir que en la Premier League también se respira un ambiente único. Para Mikel, fichar por el Arsenal fue un salto cualitativo en su carrera, porque implicaba asumir una exigencia superior, competir por títulos y jugar la Champions casi de manera regular. Los inicios, no te voy a mentir, fueron complicados debido a las lesiones. Pero estoy convencido de que le irá de maravilla, es un lugar donde puede brillar.

La primera imagen que tiene en la mente el aficionado más joven, y no tan joven, de tu paso por la UD Las Palmas es tu icónica fotografía junto a un muy pequeño Mikel, en el Estado Insular.

Mikel era un niño extraordinario, lleno de energía y pasión por el balón (ríe). Siempre estaba atento a cualquier pelota para arrebatársela a otros niños en las calles de Las Palmas de Gran Canaria, también en Vigo. Recuerdo que en Gran Canaria desarrolló un gusto especial por el gofio. Cuando dejamos la isla, no paraba de pedirnos que le preparáramos leche con gofio para desayunar. El gofio le daba fuelle, como dicen ustedes, para celebrar los goles en el Insular. Era un espectáculo verlo cantando el Pío-Pío. Se integró plenamente en la cultura canaria. Era, sin duda, un canario más.

Los Merino, en el Estadio Insular
Los Merino, en el Estadio Insular

Pasaste dos temporadas en la isla, ambas en Segunda División.

Buf, qué equipazo era esa UD Las Palmas. Había un talento increíble. Recuerdo especialmente la promoción contra el Real Oviedo, que no logramos el ascenso a Primera División. Lástima, porque nos lo merecíamos. En cualquier caso, fueron dos años maravillosos para mí y para mi familia. La calidez de la afición y el trato que recibimos fueron excepcionales. Mi contrato estipulaba una renovación automática tras disputar 20 partidos en un determinado periodo de tiempo, pero finalmente jugué 18. Eso puso fin a mi etapa en el equipo. Aun así, guardo recuerdos imborrables y grandes amistades. La última vez que visité Gran Canaria fue en 2018, durante un campeonato de España con la Federación Navarra. Tuve la oportunidad de conocer el moderno Estadio de Gran Canaria. Espero regresar pronto.

Debutas contra el Tenerife. En ese momento, el club chicharrero estaba en Primera División.

¡Cómo olvidarlo! Fue un partido especial, al ser mi debut, y con la fortuna de marcar dos goles frente al eterno rival de Las Palmas. Seguro que muchos aficionados se acuerdan, fue un momento de euforia total.

Hablemos de la previa entre la Real Sociedad y la UD Las Palmas. Es inevitable, para Imanol, notar la ausencia de Mikel.

Sí, sobre todo al principio. Él y Le Normand eran piezas fundamentales en el esquema de Imanol. No obstante, sabía que el equipo recuperaría su ritmo. Ha sido un proceso complicado, pero están volviendo a ser muy, muy competitivos. La confianza y los buenos resultados han sido las claves.

Le Normand y Mikel Merino, en la Real Sociedad EFE
Le Normand y Mikel Merino, en la Real Sociedad EFE

Sin ir más lejos, esta semana golean 3-0 al Dinamo de Kiev, hace escasas semanas ganaron 2-0 al Ajax. Ya acarician el pase a la siguiente ronda de la UEFA Europa League.

Exacto, y me alegró muchísimo. Es un equipo combativo, peligroso, duro. En la Liga también se encuentran en zona europea. Sí me entristece cómo a veces el fútbol tiene poca memoria. Cuando las cosas no marchan bien, noto que se olvida fácilmente lo mucho que Imanol ha significado para la Real Sociedad. Lo que ha logrado con el equipo es extraordinario, un conjunto sólido, con control del juego y, como digo, muy competitivo.

Hubiese sido especial, para este domingo, ver a Mikel Merino junto a David Silva, ambos enfrentándose a la UD Las Palmas.

Habría sido mágico. David Silva es, sin temor a exagerar, uno de los mejores centrocampistas canarios de todos los tiempos. Ha competido al más alto nivel y ha conquistado los trofeos más importantes. Para la afición insular, imagino que es una lástima que nunca llegara a vestir la camiseta amarilla. En la Real Sociedad, era el jugador ideal para el estilo de juego de Imanol. Su capacidad para dar pausa al juego, su templanza y la calidad con la que manejaba el balón marcaban una diferencia sustancial. Jugaba a otra cosa.

La nueva UD, ¿qué te parece?

De una calidad envidiable, siempre han destacado por eso. Ahora, con Diego Martínez, es un equipo más compacto, más correoso, más duro de pelear. Se nota que se ha trabajado en el apartado anímico, fundamental. Juegan más liberados, con otro aire, con más confianza, con resultados muy importantes como el de Barcelona. De sobresaliente lo del técnico vigués.

La defensa canaria, en números y en rendimiento, ha mejorado considerablemente.

Uno les ve y se nota que están más comprometidos, juntitos, trabajan. No solo quiero destacar a los centrales, no quiero que nos olvidemos de Jasper Cillessen, un muy buen seguro atrás.

Ofensivamente también están en su mejor momento. La “SMS” lleva 15 goles.

Totalmente. Se ve que están siendo muy efectivos, goleadores. El propio Sandro Ramírez está ahora en un estado de forma brillante. Fábio Silva es otro que ya desde el Wolverhampton le seguía y tenía mucha clase. Cuando firmó por Las Palmas me gustó mucho, sabía que iba a dar un rendimiento alto. Alberto Moleiro, el jugón, tiene la capacidad para cambiarte un partido en una baldosa. Es un conjunto muy interesante. Me extrañaba que sufriese tanto abajo de la tabla con los mimbres que tenía y tiene.

Nos espera un partidazo, Miguel.

Va a ser muy bonito. Son dos equipos con una racha muy buena, en una forma anímica impresionante. Será muy interesante ver los dos estilos de Imanol, un profesional proactivo, de posesión, que te quita balón, y por otro lado a Diego, que sabe enfrentarse a rivales de envergadura. Iré al Reale Arena a ver el partido.

La gran hazaña y casuística de este verano fue el gol de tu hijo Mikel Merino en Alemania, como en tus tiempos. Los Reyes Magos se adelantaron por Navarra.

Es difícil imaginar algo más emocionante. Fue un acontecimiento único, casi irreal, en el que todo pareció alinearse de manera perfecta. Que mi hijo, en su carrera profesional, alcance ese nivel y que además marque un gol tan importante en el mismo estadio alemán donde yo jugué en su momento, es algo insólito. Una experiencia para toda la vida. Además, gracias a mi profesión, he tenido la fortuna de presenciar en directo, desde el primer día, todos los triunfos de Mikel en los campeonatos nacionales: con la Sub-19, con la Sub-21, en la Nations League y, recientemente, en la Eurocopa.

Y los cuatro títulos los ha conquistado con Luis de la Fuente como entrenador.

Efectivamente. Luis no es solo un entrenador excepcional, es una persona encantadora. Tengo una relación muy cercana con él.

Uno de los partidos de Mikel, con la Sub-19, coincidió con San Fermín. Vaya dilema para ti, pero sobre todo para tu esposa. Ya sé lo que eligieron.

¡Por supuesto que el fútbol! (ríe). Fue un encuentro de la fase de grupos, contra Alemania. San Fermín es una fecha muy especial para nosotros, pero no había lugar para dudas: había que ir a verlo jugar. Ese día marcó un gol y además ganaron. Imagínate si nos lo hubiésemos perdido. Estuvimos allí y disfrutamos muchísimo. Recuerdo que en esa Sub-19 también estaban Marcos Asensio, Ceballos… Tuve la suerte de presenciar el talento de esa generación. Y hasta ahora, no puedo quejarme, no he sido gafe para Mikel. Ojalá tenga la oportunidad de ir al Mundial de 2026 en Estados Unidos. Si todo marcha bien, ahí estaré.

Mikel Merino tras su gol de cabeza, ante Alemania, en la Eurocopa 2024 EFE
Mikel Merino tras su gol de cabeza, ante Alemania, en la Eurocopa 2024 EFE

Con Rodri se ha vuelto a premiar al centrocampista español.

Totalmente merecido. Rodri ha demostrado ser un futbolista excepcional. Personalmente, también creo que Dani Carvajal podría haberlo ganado el Balón de Oro, pero Rodri ha hecho méritos indiscutibles. Es una alegría ver que se reconoce el trabajo de los centrocampistas, y más si son españoles. Su aportación, su visión de juego y su constancia han sido su receta. Y si añadimos los puntos del Fair Play, no hay comparación. Le deseo una pronta recuperación para que siga brillando en el Manchester City.

No quiero cerrar la conversación sin recordar a tu queridísimo Osasuna. Es admirable cómo el equipo de Arrasate se ha consolidado en la élite del fútbol español.

El Osasuna es un ejemplo de proyecto bien gestionado. Tanto el cuerpo técnico como la dirección deportiva han construido una plantilla sólida, mezclando el talento de jugadores de cantera como Oroz y Benito con profesionales de fuera como Moi Gómez, Boyomo, el Chimi Ávila, que ha sido importante en este crecimiento. Es un equipo que compite en todos los campos con seriedad y carácter. Ahora tienen una eliminatoria en la Copa del Rey frente a un Tenerife que atraviesa una crisis, pero el fútbol es impredecible. En una competición de este tipo, cualquier cosa puede suceder, ya me lo ha enseñado la vida.