REAL MADRID 2 - GETAFE 0

La doble cara de Mbappé: marcó un golazo después de 'borrarse' de un penalti y acabó fallando dos mano a mano ante Soria

El francés le dijo al inglés que lo tirase él. Minutos después, marcó con una gran definición.

Kylian Mbappé celebra su gol al Getafe./Reuters
Kylian Mbappé celebra su gol al Getafe. Reuters
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

El Real Madrid consiguió romper el muro defensivo del Getafe gracias a un penalti generado por Rüdiger. El alemán, emparejado con Nyom en los balones parados a favor, era sujetado dentro del área a la salida de un córner. Hernández Hernández lo veía claro, aunque no tanto su árbitro de VAR, García Verdura, que lo paraba durante un par de minutos antes de confirmarlo.

Bellingham cogía el balón. Todo el mundo esperaba que Mbappé se animase a lanzarlo pero, según DAZN, el francés fue quien le decía al inglés que lo lanzase. Por ello, mientras el VAR discutía la decisión, Jude esperaba junto al punto de penalti con la pelota en sus manos. Kylian se mantenía alejado, ya fuera del área. Tres días después de fallar en Anfield, le pasó la responsabilidad a su compañero.

Unos minutos después del pitido del árbitro, Bellingham enfilaba la pelota y definía con calidad ante Soria. Pasos lentos para terminar de lanzar al centro de la portería, una forma que comparte con otros lanzadores como Lewandowski. Lo más llamativo fue el gesto posterior, desafiante con el portero. Dedos a los ojos y apuntando al excanterano madridista, para finalmente hacer su típico gesto a la grada.

Poco después, Jude le devolvía el regalo a Mbappé. El inglés lo lanzaba en carrera con un balón a la espalda de la defensa azulona. Se marchaba de Iglesias y, dejando su falta de confianza a un lado, el 9 definía con un disparo fuerte y pegado al palo, que rebotaba en la madera y acababa dentro.

Se trata de su noveno gol en LaLiga y el décimo de la temporada. Se le está dando bien el campeonato local y empata con Vinicius con ocho tantos como el Pichichi de la plantilla. Todavía está lejos de los 15 de Lewandowski, que lidera la clasificación.

El Bernabéu estallaba de júbilo. Incluidos todos los compañeros de Mbappé, que iban en masa a celebrar con él. Ancelotti levantaba las manos con rabia. Sabe que para competir por los títulos necesita que alcance su mejor nivel y vea puerta con facilidad. Aunque no estaba teniendo una gran primera parte, marcó, se desbloqueó, y el madridismo espera que ya no vuelva a atascarse nunca.

Sin embargo, cuando más lo animó el Bernabéu fue después de una ocasión fallada. Se quedaba mano a mano con Soria y lo regateaba con cierta facilidad gracias a su velocidad. Cuando tenía todo para marcar su doblete, con la portería vacía, el delantero cruzaba la pelota demasiado y se marchaba rozando el palo. La afición, que ya cantaba el gol, acababa llevándose las manos a la cabeza pero jaleando a su jugador.