La marcha de Jordi Alba acerca al Barça a sus objetivos económicos

Por primera vez en más de una década, el Futbol Club Barcelona comenzará una temporada sin contar con Jordi Alba en el primer equipo. El lateral dejará el Camp Nou a pesar de que le quedaba un año más de contrato. Y lo hará perdonando parte del contrato que tenía acordado con el club.

El Barça lleva meses estudiando cómo puede reducir la brecha de unos 200 millones para equiparar los ingresos con los gastos. Este verano ya no podrá recurrir a las palancas y todo pasará por reducir salarios o vender jugadores. La marcha Alba, uno de los sueldos más importantes de la plantilla, libera masa salarial y abre el camino a las renovaciones pendientes que tiene el Barcelona.

Al no haber cifras oficiales, es complicado saber exactamente cuánta masa salarial quedará liberada con el adiós de Jordi Alba. Su sueldo rondaba los 30 millones de euros brutos, que a la práctica queda en la mitad netos. Es el primer paso para que el Barça pueda inscribir en LaLiga a los renovados Gavi, Araujo, Marcos Alonso, Sergi Roberto e Iñaki Peña.

El objetivo del Barcelona es rebajar la masa salarial de 656 millones de euros a unos 450. "Supondría el 60% de ingresos, que sería una cifra razonable. No queremos deshacernos de jugadores importantes, pero tenemos que bajar la masa con jugadores menos importantes. Tenemos que convencer a LaLiga para que rebaje este límite", reconoció Mateu Alemany unas semanas atrás.

Con las salidas de Busquets, Piqué y Jordi Alba, el Barça aún tiene que lograr algo más de 100 millones de ingresos para volver a la regla del uno a uno. Las cifras siempre son aproximadas, a la espera de que LaLiga dé el visto al plan de viabilidad que presentó el club y conocer el presupuesto de ingresos que manejarán los blaugrana. Además, el Barça también está buscando un patrocinador para la manga de la camiseta. Esto supondría ingresos extras -es decir, aumentar beneficios y disminuir la brecha-, pero no se espera que sean más de 10 millones por temporada.

La forma más directa de conseguir beneficios es vendiendo jugadores. Y dentro de esta opción, traspasar a los futbolistas amortizados. Entre estos están Ansu -por ser canterano- o los futbolistas como Christensen o Kessié que llegaron a coste cero. Todos los ingresos serían limpios.

En el caso de Koundé, que como contamos en Relevo pidió al club escuchar ofertas por él, llegó por unos 50 millones más variables y firmó por cinco cursos. Al dividir la amortización por los años de contrato, al Barça le quedarían aún unos 40 millones pendientes de amortización. Esto significa que el club percibiría ingresos en términos de fair play vendiéndole a partir de dichos 40 millones.

El canterano lo reconoció en la rueda de prensa de presentación de su campos de verano, en Igualada. "Si tengo que ser honesto, no tengo nada con ningún club. Mi intención era quedarme y cumplir mi contrato. Ha sido una decisión muy meditada", reveló.

"Creo que era lo mejor para el club y para mí. Van pasando los años y creo que he tenido un rol secundario, pero no por ello menos importante. He ayudado mucho a los jóvenes. Pero ha llegado el momento de separar nuestros caminos", explicó. "Siempre me he sentido muy querido. Me voy con la cabeza bien alta y con la tranquilidad de haberlo dado todo para el club. Ojalá poder despedirme bien el domingo", cerró.