ALAVÉS 1 - LEGANÉS 1

Luis García Plaza se reivindica mientras sigue en la cuerda floja: "El año pasado nos fuimos de vacaciones con 16 puntos"

El técnico del Alavés podría caer en los próximos días, mientras saca pecho de que el equipo no empeora los números de la anterior campaña.

Luis García Plaza, en el banquillo del Alavés./EP
Luis García Plaza, en el banquillo del Alavés. EP
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Luis García Plaza está en la cuerda floja.No es ningún secreto. Hasta él mismo lo reconoció cuando cayó derrotado por dos goles a uno frente al Atlético de Madrid: "El próximo fin de semana me juego el puesto". Posteriormente aclaró que era simplemente una forma de hablar, pero el subconsciente le traicionó y parece evidente que la situación no invita al optimismo. Si realmente estaba fuera si perdía o no, solo lo sabe la directiva. El empate ante el Leganés abre un nuevo horizonte cargado de incógnitas y con la Copa del Rey a tan solo tres días.

Lo cierto es que estaba al límite de sus fuerzas cuando llegó Carlos Vicente como su ángel de la guarda. El extremo, mejor jugador del Alavés en lo que va de temporada, soltó un latigazo desde fuera del área para entregar un punto a los babazorros, que parecían hundidos. Hay dramatismo en ocasiones desmedido en el fútbol: el equipo no ha llegado a estar en descenso en ningún momento en la presente campaña y no suma una puntuación tan negativa como se hace ver. Sus 14 puntos le sitúan un punto por delante de la zona de abismo, aunque una victoria le auparía a la 13ª posición.

Es parte del discurso de un Luis García Plaza que, por supuesto, ve correr peligro su puesto. Por ello, ha decidido mostrar su cara más reivindicativa, recordar de dónde viene el Deportivo Alavés y el enorme núcleo que han conformado en estos últimos años. Así se pronunció en DAZN: "Es fútbol. Son los resultados los que van. Hay que analizar cómo han sido. Pero yo lo sigo diciendo: en diciembre del año pasado nos fuimos de vacaciones con 16 puntos. No hemos estado nunca en descenso. Nunca desde que estoy aquí. A seguir peleando y trabajando. Estoy tranquilo, se ve que mis jugadores están conmigo, se dejan la piel, son chavales cojonudos que entrenan fuerte. 14 y en diciembre del año pasado teníamos 16. Vamos a intentar irnos al parón de Navidad con más que el año pasado".

"Ha venido mi familia, que no suelo verlos. Ya está, esto es fútbol. Hay que levantarse y seguir peleando. Al equipo le está faltando ese algo que te dan las victorias. Solo el que va, el que va, el que va, el que sigue yendo, lo acaba consiguiendo. Nunca doy por válido el empate. Jugando en casa... Si hubiera sido en Leganés era otra cosa. Podría haber pasado cualquier cosa", continuó.

No solo es el típico discurso de entrenador al límite que busca hacer ver una conexión con sus futbolistas para salvar los muebles. El Alavés ya ha demostrado ser una auténtica piña que va de la mano a por la gloria. Guridi, también en los micrófonos de DAZN, quiso sacar la cara por Luis García Plaza: "Claro que confiamos en él. Fue el técnico del ascenso, son tres años juntos".

Lo cierto es que independientemente del sentir de futbolistas o entrenador, en el deporte mandan los resultados y el Alavés no está en una situación cómoda y, sobre todo, en una racha nefasta. Tras empezar la temporada con siete puntos de los doce posibles y después enlazar con otro triunfo ante el Sevilla, los vitorianos se han ido hundiendo. Cinco derrotas consecutivas les pusieron en el ojo del huracán. Ganar al Mallorca y al Compostela en Copa apaciguaron los ánimos. Caer ante Villarreal y Atlético era previsible, pero no por ello olvidable. El Leganés, en duelo directo, era una victoria obligatoria y se ha saldado en empate. Continuará...