El heredero de Luanvi no olvida el legado de su padre: "Renunció a un dineral de Nike en la final de la Champions ante el Real Madrid"
Javier, hijo de Vicente Tarancón, habla en Relevo por primera vez tras la tragedia de la DANA que se llevó a su padre. Ahora él se pone al frente del negocio: "Me dejó el listón alto".
El mundo se paralizó en Valencia el pasado 29 de octubre, cuando la DANA sacudió la provincia. El temporal afectó al 31% de los valencianos, dejó daños materiales incalculables y se llevó la vida de más de 200 personas. Una de esas personas fue Vicente Tarancón, empresario valenciano fundador de la marca deportiva Luanvi, que junto a otros empresarios tuvo la mala fortuna de perecer en el temporal.
Varias semanas después de lo acontecido, su hijo Javier Tarancón ha querido atender en exclusiva a Relevo. Javier, ya algo recuperado del dolor que dejará de por vida la ausencia de su padre, se pone al frente ahora de una empresa, que con su vinculación al deporte ha dejado hasta la fecha un legado enorme y un sinfín de anécdotas que el pequeño de los Tarancón revive en este medio.
La incorporación del pantalón negro a la equipación del Valencia CF, el color naranja en el Valencia Basket o Messi levantando la Copa del Mundo con un brazalete producido por Luanvi son algunas de las historias de la empresa y, por ende, del legado de Vicente Tarancón que su hijo rememora en Relevo. Él, desde ahora, será el encargado de seguir dando forma a esa herencia.
¿Cómo está? Han sido unos días muy complicados, no solo para la empresa, sino para usted.
Ha sido todo muy complicado, por la situación, la desinformación, la información falsa que te daba esperanza y luego te la quitaba, te daban el pésame y a lo mejor no sabías por qué. Al final fue peor sabiendo lo que iba a pasar. Pero bueno, al final ya estamos tranquilos, ya ha podido descansar y ahora solo nos queda continuar con el legado. Han sido días de muchas llamadas, nos han invitado a muchos homenajes, nos han llamado de muchas partes. No solamente de España sino de fuera, proveedores, clubes... Nos han dado su apoyo.
Menudo legado le deja su padre ahora. Una empresa reconocida en todo el mundo.
Muy orgulloso, él ha construido la empresa desde los disfraces que se vendían de manera muy local hasta lo que es ahora. Siempre fue un emprendedor y se demostró hasta el último momento. Me ha dejado el listón alto.
¿Lo siente como una presión?
Lo intentaré llevar con naturalidad. Es un reto pero lo tengo con ambición y tranquilidad, quedan muchos años por delante y en los últimos años he estado de la mano con él. Desde que terminé mi MBA y mi formación, trabajé también en algún club para redondear mi formación, pero estos últimos años he estado muy de la mano de mi padre en decisiones.
El principal legado de su padre, al menos profesional, es Luanvi. ¿Cómo surgió la empresa?
Pues todo empezó como una empresa de disfraces que fue de mi abuelo y dos familiares más, en el cual hacían diferentes atuendos: sevillana, torero... Pero llegó un momento en el que cada vez más el fútbol estaba de moda y empezamos a hacer disfraces de futbolista, hacíamos como disfraces de futbolistas y pegábamos el escudo de la Selección española, de clubes... El de Arconada tuvo mucho auge, vimos que había mucho mercado ahí.
¿Cómo pasaron de fabricar disfraces a ropa deportiva?
Sí, sí, teníamos diferentes disfraces y una línea era de futbolistas, había pantalón y medias. En esa época no se vendía tanto, y a la gente le encantaba para vestir a sus hijos, poníamos el escudo y funcionaba una barbaridad. Y ese disfraz de futbolista, y lo bien que se vendía, pues pasó a ser una marca. Además, mi padre siempre le gustó el deporte, quería ser futbolista pero tuvo un problema de rodilla y eso le privó de ello. De hecho, el logo originalmente era una 'L' con un payasito, hasta que pusimos la hoja actual que fue pensado en las hojas del abeto por estar sensibilizados con el medio ambiente. Eso está muy de moda ahora, pero en ese momento no tanto. Íbamos por esa línea.
¿Recuerda cuántos clubes han vestido en todo este tiempo?
El Valencia y el Levante aquí fueron los más importantes, pero hemos estado en el Granada, en el Cádiz, en el Tenerife, en el Alavés, en el Elche, Mallorca, Zaragoza... Seguro que me dejo alguno. Y luego los del baloncesto, como Valencia Basket, claro.
Pese a ser una marca de alcance nacional, han conseguido mantener una vinculación valenciana. ¿Por qué?
Yo creo que en buena parte porque vestimos al Valencia Club de Fútbol. Nos ayudó mucho en ese sentimiento y vinculación de Luanvi como marca valenciana. Luego también el Levante y el Valencia Basket. Pero aquellos chándales de entrenadores, como el que lucían Luis Aragonés y Romario cuando se encararon, las equipaciones de Romario, de Mendieta... Nos vinculó mucho a la ciudad.
Esa vinculación no era solo de boquilla... Renunciaron a mucho dinero por vestir al Valencia en la final de Champions del año 2000.
Así es, renunció a un dineral. la temporada 1999-2000 era nuestra última con el Valencia CF, se iban a cambiar a Nike. En París, la final de la Champions, era nuestro último partido vistiendo al Valencia, pero Nike quería lanzar su primera camiseta en esa final porque al final era el partido más importante de la historia del club. Y por eso nos ofrecieron un dinero (ríe en alusión a que era bastante dinero) por vestir al equipo ese día, pero el sentimiento valencianista de mi padre y de marca prevaleció.
¿Lo fácil no habría sido, sabiendo que ya no seguirían en el club, aceptar el dinero? Para lo que os quedaba en el convento...
Sí, es verdad. Pero para nosotros ese partido, aunque no fue como se esperaba, era el más importante en la historia del club y queríamos estar ahí, como marca y también presencialmente como aficionados. Yo tenía 12 años y fui a París, estaba emocionado con ir allí, fuimos toda la familia. Fue muy especial estar allí en el estadio con nuestras camisetas, algo muy especial como marca, sí, pero también como familia.
Han pasado muchos años y todavía se recuerdan como icónicas muchas camisetas del Valencia hechas por ustedes...
A nosotros como marca siempre se nos ha identificado con hacer cosas diferentes, con los clubes era muy tradicional que la primera camiseta fuera de un color estándar y el otro replicar ese color pero de forma detallada. A nosotros nos gustó romper eso y así lo hicimos con el Valencia. Mi padre siempre estaba dándole vueltas a cómo hacer algo diferente y atractivo. Esa ha sido la seña.
Esa forma de dejar la seña llegó al basket, ¿no?
Sí, nosotros con Valencia Basket fuimos los que introdujimos el color naranja, antes vestían de blanco y con tonos granates. Pero cuando empezamos nosotros a vestirles, junto con el club, pensamos que el blanco se vinculaba demasiado al Real Madrid. Que tiene mucha importancia, el blanco era bonito, pero pensamos en buscar una seña de identidad del club. Dándole vuelta pensamos que el color más valenciano era el naranja, por el naranja de la naranja, la fruta. Incorporamos además el azul, combina muy bien, queda atractivo y elegante, con el naranja no cualquier color se combina.
Incorporaron el naranja al Valencia Basket y el negro al Valencia CF...
Sí. El Valencia alguna vez en su historia había usado pantalón negro en los orígenes, pero el club decidió ir solo de blanco realmente a lo largo de su historia. Nosotros, cuando empezamos a vestirles, decidimos coger la línea de volver a la esencia. De modo que indagando en fotos antiguas se nos encendió un poco la luz y decidimos volver a los orígenes, al blanquinegre. Generamos algo diferente y atractivo en el campo.
Kappa, Nike, Puma, Joma... Muchas marcas han vestido al Valencia desde entonces y ninguna lo ha cambiado.
No nos equivocamos, desde luego.
Esos son los capítulos bonitos, pero tengo entendido que hay dos que no lo son tanto. El primero, con una camiseta azul oscuro.
Creo que en la primera o segunda temporada que vestimos al Valencia CF. El club tuvo problemas porque tenían una camiseta azul oscura y los árbitros se confundían. Pero fuimos reivindicativos junto con el Valencia para decir que los protagonistas del campo son los jugadores y que no tenía sentido que los árbitros condicionaran los colores. Y fíjate que desde ese año, principios de los 90, entre esta situación y otras que pasaron, el fútbol español cambió y los árbitros ampliaron sus colores.
La otra, una camiseta rosa que no usó mucho el Valencia... Y que no hizo gracia al presidente.
(Ríe) Sí, recuerdo que no les gustó nada, apenas la usaron. En ese momento el fucsia estaba un poco estigmatizado, pero, como te he dicho, nos gusta innovar. Encima de lo llamativo de la camiseta, añádele que el patrocinador principal de esa época en el Valencia CF llevaba un corazón en el medio, así que imagínate, en esos tiempos, los comentarios que se hacían. El presidente del club en ese momento, Pedro Cortés, cuando la vio, le recuerdo gritando enfadadísimo por las escaleras de la Ciudad Deportiva (ríe).
Más allá del Valencia, ustedes hicieron una camiseta de 'Boca Juniors'... para el Alavés. ¿Cómo fue aquello?
Vestir al Alavés fue muy especial porque les vestíamos cuando estaban en categorías más bajas hasta que subió a Primera e incluso se clasificó para Europa. Ese año, con el club incorporamos en la camiseta el nombre de todos los socios, casi 10.000, se veía identificado. Luego, para la final, desde la dirección del club nos dijeron que querían algo diferente y jugar como Boca Juniors y así lo hicimos, fue curioso.
¿Es cierto que Leo Messi ha vestido de Luanvi en sus inicios y al levantar la Copa del Mundo en 2022?
Sí, Messi vistió Luanvi, porque a mediados de los 90' vestíamos a Newell's Old Boys. De hecho, no sabíamos de la importancia que tenía hasta que fuimos allí y a mi padre le hicieron un homenaje y todo en el estadio. Ahí Messi estaba en las inferiores de Newell's y vestía nuestra camiseta. Lamentablemente no tenemos ninguna foto de aquella época porque Lionel tendría muy poca edad.
Ahora, con la Copa del Mundo sí. No es que vistiera nuestra camiseta, claro, es que llevaba el brazalete de capitán que nosotros produjimos.
¿Ustedes hicieron el brazalete de capitán de Argentina en el Mundial?
No de Argentina, de todas las selecciones. A seis semanas del inicio, la FIFA nos llamó porque su idea, que estuviera la bandera del orgullo en los brazaletes, pues Qatar se lo tumbó, como era de esperar. Y no tenían un plan B. Bueno, sí, nosotros, pero claro imagínate hacer más de 30 brazaletes diferentes porque cada uno llevaba un diseño... Fue un reto intenso.
¿Alguna camiseta más que hayáis producido que os haga sentir orgullosos?
Sí, dos concretamente. Una la Reial Senyera del Levante Unión Deportiva en 2011, pues hasta ese momento la Senyera solo se había vinculado al Valencia CF y hacer una para el Levante en la que pudieras innovar no era nada sencillo. Estuvo aquí Quico Catalán, el presidente por aquel entonces, muchas horas pensando con nosotros cómo hacerlo... Y la verdad es que el resultado funcionó, gustó a la gente y se vendió de maravilla.
La otra, la que hicimos para el Maratón Valencia Trinidad Alfonso en 2017, una camiseta que tiene un diseño muy chulo pero que cuando se humedece por el sudor, muestra las calles de Valencia ciudad. Fue muy innovadora.
Para acabar, cuéntame un recuerdo que tenga con su padre.
Pues todas las finales en las que hemos estado, yo iba con él porque él acompañaba a los clubes que vestía. La del Alavés, la del Valencia en París... Hemos ido a muchas, también a partidos europeos... Yo me acuerdo ir también con el balonmano Alzira... Eran fines de semana de deporte con mi padre y eso lo recuerdo desde que era pequeño. Me cambiaba la camiseta en función del equipo e íbamos toda la familia.