REAL MADRID

Una llamada a capítulo hace dos semanas activó el resurgir de Arda Güler

El cuerpo técnico del Real Madrid y algún que otro pilar del vestuario no estaban contentos con su intensidad y con alguna indisciplina, se lo hicieron saber y reaccionó.

Arda Güler, centrocampista turco del Real Madrid, aplaude tras el partido en Pamplona. /GETTY
Arda Güler, centrocampista turco del Real Madrid, aplaude tras el partido en Pamplona. GETTY
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Arda Güler tiene 19 años recién cumplidos para todo. Para lo bueno y para lo malo. Para estar en boca de cada aficionado por su calidad y desparpajo a una edad tan temprana y también para cometer algunos deslices propios de su juventud. Por eso, su actual momento de forma ―con un buen gol frente al Celta y la jugada de este fin de semana en Pamplona― no se entendería sin alguna que otra llamada a capítulo que ha recibido de manera cariñosa por parte del cuerpo técnico y por algún que otro colega de los que más peso tienen en el vestuario. Eso, más allá de las espaciadas muestras de su talento en el campo, le ha hecho reaccionar.

La última vez que le dieron un toque, que no la primera, fue a principios de marzo. Nada grave. Pero sí determinante en su resurrección. Algunos profesionales del club tuvieron conocimiento de que el jugador había cometido una indisciplina en relación a los horarios y su ocio, y al cuerpo técnico no le gustó demasiado. Al parecer era reincidente en un momento de la temporada en el que no convienen las distracciones porque asoma el tramo decisivo. En Valdebebas entendieron que no lo hacía tanto por una cuestión de prioridades o por su pasión de desgastarse en lo extradeportivo, sino más bien como gesto de rebeldía a un ostracismo que no ha terminado de digerir con tantos partidos sin contar para Ancelotti. Viene de ser una estrella en su país, y quedar aquí relegado para cuatro ratos y la Copa le tenía deprimido. Algunos de sus gestos se han digerido como su peculiar manera de manifestarse. No se le ha dado más importancia ni se han sacado las cosas de contexto. El entorno del jugador, con el que se ha puesto en contacto Relevo, no tiene constancia de los hechos y quita hierro por ser algo bastante común entre jóvenes deportistas.

Es cierto que Arda no es el primero ni el único jugador que se ha saltado alguna norma fuera de los terrenos de juego, pero en la entidad madridista entienden que su caso no es comparable, ni mucho menos, al del resto ya que ha sufrido numerosas lesiones musculares en lo que va de temporada y el descanso es casi la parte más importante de su exhaustivo plan de entrenamiento. Y, como reconocen en privado algunas fuentes, esos otros compañeros con los que tiene afinidad y de los que a veces se rodea se lo pueden permitir, como sucede en todos los vestuarios: dada su experiencia suelen ser sensatos y saben cuándo pueden despejarse más (siendo baja o en días libres) y cuándo conviene ir del trabajo a casa y poco más. Güler no tiene aún ese pedigrí, y así se lo hicieron saber. Fue con mimo y tacto, ya que no estaba pasando por su mejor momento anímico, pero con mucha asertividad a través de mensajes directos y con algunos dardos e incluso bromas subliminales.

La incomodidad de Ancelotti por ese pequeño desliz de Arda se materializó en los siguientes partidos. Una cosa es que al técnico italiano no le gusten los castigos y que vaya a hacer una crisis de una anécdota, y otra que no vele porque cunda el ejemplo en la plantilla. Pese a que la medida no destacó por ser una costumbre en su día a día, Güler no jugó ni un minuto en Mestalla, salió al final frente al Celta ―pese a ir 4-0 y llevar un buen rato calentando― y ni la olió ante el Leipzig. Lo bueno para él es que en ese último partido de Liga en casa le dio tiempo a marcar y a que sus compañeros le arroparan, con abrazos y carantoñas, en un claro gesto de refuerzo de que "así, sí".

El mensaje del staff técnico pareció surtir efecto. Le picaron y reaccionó. Desde ese día cuentan que el mediapunta no sólo deleita como siempre a todos con sus detalles técnicos en los entrenamientos. Sobre todo en espacios reducidos, donde ve pases que sólo él imagina. Ahora se le ve especialmente centrado en la tarea, motivado para revertir su situación de suplente, implicado en las tareas defensivas y con un punto más de intensidad que, a juicio de los técnicos y la dirección deportiva, le faltaba desde hace meses cuando pareció bajar los brazos al no entrar en las alineaciones.

Por eso Ancelotti, que es un maestro en la gestión de talento, egos y jóvenes, ya ha dicho varias veces que está "trabajando con mucha más intensidad" para que no recaiga y vaya a más. Rüdiger, Modric, Kroos y hasta Ceballos no dejan de animarle y protegerle. Y el míster, por su buena respuesta, le ha ido dando minutos y cariño. Fue de los primeros en achucharle tras su gol y le felicitó pública y privadamente por su ocurrencia en El Sadar al disparar desde medio campo un balón que se estrelló en el larguero haciéndose viral. Carletto tiene mucha fe en lo que este jugador ofrecerá.

En el Madrid entienden que Arda Güler está pasando por un proceso de adaptación que no es nada sencillo y que necesita su tiempo para completarse. El propio Ancelotti lo ha reconocido en conferencia de prensa: "Creo que un jugador joven como él para progresar necesita jugar. Eso choca con la exigencia del equipo y del club. Hay que ser pacientes". Es el ojito derecho de Juni Calafat, jefe de captadores, y también el de los capitanes. Saben que les puede aportar muchos desde este mismo curso y que dará que hablar en el futuro por esas formas "muy de Guti" que tiene. Dentro de esta evolución en un adolescente incluyen los cambios de ánimo y la frustración que a veces muestra en los entrenamientos, así como algunos desplantes que a veces ha tenido en el mismísimo Bernabéu tirando al suelo el peto de calentamiento. En concreto, cuando Ancelotti lo mandó a moverse en la banda en más de una ocasión y, cuando iba a salir, al final no lo hizo por unos u otros motivos (lesión de otro compañero en otra demarcación, gol, etc...). Ahora sonríe y está más integrado.

Entre Turquía, el gym y la cesión

Arda tiene en sus manos estos dos meses y medio de competición que restan que el Madrid no se planteé cederlo (tiene contrato hasta 2029) y cuente con él pese a la llegada de Mbappé, la sobrepoblación en el ataque con la confirmación de Brahim como puntal, el estatus que ha adquirido Bellingham y el hecho de que Ceballos, Valverde, Rodrygo y Joselu tengan contrato en vigor y que vayan a seguir siendo una dura competencia para él. Sin embargo, Güler está convencido de su nivel y quiere acabar con ese runrún general de que se le estaba poniendo "cara de cesión".

Precisamente por el carácter de la joya, el club tiene miedo de que salga fuera para madurar y su calidad se diluya, aunque sabe que necesita minutos y que no puede estar sin jugar de manera crónica. Hay quienes prefieren someterle a un estricto plan de gimnasio para que gane masa muscular y siga creciendo bajo la tutela de Ancelotti, aprovechando que no va a haber muchos fichajes este verano que comprometan su situación más allá del de Kylian y algún lateral. Aun así, en el Madrid, llegado el caso de plantearse una cesión, hay división porque hay técnicos que recuerdan los casos de Valverde y Brahim para ser optimistas con que la mili funciona, y otros que temen que se repita lo ocurrido con Reinier o Kubo.

Lo que está claro es que Güler no podrá seguir en este parón dando continuidad a su mejoría en Valdebebas en su objetivo de persuadir al staff y empezar a tener más peso en el equipo. Hasta ahora sólo ha disputado 98 minutos distribuidos en siete encuentros. Sólo jugó de inicio ante la Arandina en Copa. El internacional estará de viaje, ya que ha sido convocado de nuevo por Turquía para disputar dos amistosos en los próximos 10 días. Es uno de los 13 madridistas que integrarán el éxodo internacional de esta semana junto a Lunin, Vinicius, Rodrygo, Modric, Brahim, Kroos, Rüdiger, Camavinga, Tchouameni, Bellingham, Carvajal y Joselu. Güler se medirá en el primero de los amistosos a Hungría este viernes (20:45 horas) y en el segundo hará lo propio contra Austria el martes 26 de marzo (20:45 horas). Ancelotti estará muy pendiente de él con el ánimo de que, ahora sí, tenga más peso en sus planteamientos.