REAL MADRID 4 - CELTA 0

Güler lo necesitaba y el vestuario lo sabía: adiós a los fantasmas entre zarandeos de Rüdiger

El turco puso la guinda a la victoria ante el Celta con su primer gol. Sus compañeros y Ancelotti se esforzaron en darle cariño.

Rüdiger le agarra la cara a Arda Güler en la celebración del gol del turco. /GETTY
Rüdiger le agarra la cara a Arda Güler en la celebración del gol del turco. GETTY
Manuel Amor

Manuel Amor

El paseo del Real Madrid ante el Celta (4-0) tuvo un protagonista inesperado: Arda Güler. El turco entró al campo en el minuto 89 y marcó su primer gol de blanco en el 94, después de recibir un magnífico pase filtrado de Ceballos y regatear a Guaita para redondear el marcador. Él casi ni lo celebró (los que le conocen le describen como un chico frío y que no exterioriza demasiado sus emociones), pero recibió a cambio el cariño de todo el Bernabéu y de sus compañeros después de meses difíciles.

Rüdiger, muy metido en su nuevo papel de líder, le zarandeó en una celebración en la que se sucedieron los gestos de afecto de veteranos (Joselu, Kroos...) y noveles (Tchouameni o Valverde) y del propio Ceballos, duramente criticado por la afición otomana por lanzar una falta en el partido copero ante la Arandina y no permitir que la chutase Güler, que debutaba. El utrerano tuvo que colgar una foto con Arda para calmar las aguas y este domingo selló la herida de la mejor forma posible: con un envío sensacional para colocarle frente al portero.

Además, el Bernabéu festejó como pocas veces un 4-0 y tributó una gran ovación al 24, que también recibió la felicitación de Rodrygo, Carvajal, Nacho o Vinicius cuando Melero López pitó el final. Después de un largo tiempo sin ver la luz al final del túnel, el mediapunta empieza a asomar la cabeza y a reclamar a Carletto un rol más protagonista en el equipo.

La temporada de Güler, firmado desde el Fenerbahçe por unos 20 millones de euros cuando el Barça había tomado ventaja por hacerse con sus servicios, nació torcida y no ha terminado nunca de enderezarse. En la gira por los Estados Unidos sufrió una lesión en el menisco y se volvió a casa a los 10 días; después, de desgracia en desgracia, ha ido encadenando lesiones musculares que le han apartado de los planes del entrenador durante la mayor parte del curso.

A sus 19 años, la situación le ha generado un sentimiento de frustración en muchos momentos, como cuando se quedó sin minutos en el triunfo contra el Sevilla el día de su cumpleaños (25 de febrero) y cuando ya se había preparado para saltar al césped. Ancelotti fue franco después de aquel partido: "Tenía un pensamiento antes del gol y he cambiado después del tanto de Modric. Creo que él (Arda) lo entiende muy bien; y si no lo entiende, no pasa nada".

El técnico todavía no le ve al mismo nivel competitivo que a sus compañeros y sus oportunidades llegan a cuentagotas. En total, el turco apenas ha disputado ¡87 minutos! en lo que va de temporada, el que menos de toda la plantilla por detrás de los lesionados Courtois y Militao. Cuando el plan del club ya pasa por buscarle una cesión en verano, Arda se reivindicó a ojos del mundo y se empapó del apego de Chamartín.

Ancelotti le elogia

El italiano, esta vez sí, valoró el desempeño del centrocampista y verbalizó lo que muchos piensan en la entidad: "Estaba convencido de que podía hacer algo. Su jugada es de un gran talento. Ese es Arda. En los últimos tiempos ha mejorado mucho y tendrá futuro en el Real Madrid". A pesar de su escasa participación en la temporada de su bautizo, en el cuerpo técnico y en la directiva nadie duda de que Güler es un proyecto de futuro (firmó hasta 2029) y que le espera un futuro brillante.

Ancelotti, sobre Arda Güler: «Es un gran talento; tendrá futuro en el Real Madrid».

En los despachos son conscientes de que viene de un fútbol muy diferente y se contaba con el periodo de adaptación, aunque sí han abierto un debate interno sobre cuáles deben ser los siguientes pasos a seguir con el joven futbolista. Creen, entre otras cosas, que todavía le falta un punto en lo físico: brilla en el día a día en la Ciudad Deportiva, donde la mayoría de ejercicios son con balón y en espacios reducidos, pero en la competición sobrelleva peor el ritmo y coinciden en la necesidad de que dé un salto en ese aspecto, algo totalmente lógico a su edad.

Con ese hándicap y una competencia que se multiplicará con el aterrizaje de Endrick y Mbappé, en varias reuniones internas se ha abordado la conveniencia de buscarle un préstamo la campaña que viene que le permita competir con regularidad. Los que le ven a diario viven inmunizados por su talento ("ve pases donde otros ni perciben el espacio, tiene un don"), le aconsejan mirarse al espejo de Rodrygo y Brahim (los dos han ganado kilos y musculatura sin perder velocidad ni habilidad desde su llegada) y le reclaman, también, una mejora a nivel de actitud. Su estreno goleador contra el Celta le dará un buen empujón para tratar de cumplir con todo y seguir ganándose un hueco.