LaLiga no solo puede vivir de Mbappé, necesita aliados y enemigos para recuperar el glamour y el crédito perdidos

Jueves, viernes, sábado, domingo y lunes. Cinco tardes-noches con dos partidos cada día. La Liga 2024-25. La 94 edición no puede comenzar con un escenario más amplio y variopinto. La mayoría de los clubes no tienen sus plantillas formadas y algunos, incluso, no pueden inscribir a algunos de sus jugadores, pero es lo que hay. O mejor dicho, lo que no hay. Dinero. Euros. En espera del aluvión de operaciones de los últimos días de mercado, en la que las cesiones serán las reinas de la fiesta, la Liga de Mbappé echa a andar. Imposible abstraerse de tal denominación. De momento es más de él que de nadie, aunque ni se haya estrenado. El problema es saber si su presencia servirá por sí misma para devolver al Campeonato español el crédito perdido en los últimos años, más o menos desde que se marcharan Cristiano y Messi y que quedó de manifiesto de manera palmaria la última temporada.

El nuevo Campeonato apunta a que será mejor que el último. Tiene que serlo obligatoriamente. La pasada fue la Liga más aburrida de lo que llevamos de siglo. A la última jornada se llegó sin nada en juego. Con un campeón que había cantado el alirón cuatro jornadas antes; los equipos descendidos también lo fueron con demasiada antelación; el trofeo de máximo goleador anduvo peleado por dos jugadores de perfil bajo, Dovbyk (24 tantos) y Sorloth (23) y el trofeo al portero menos goleado resultó muy barato: Unai Simón (0,92 de coeficiente)...

Echando un vistazo al pasado, podría suceder que los éxitos de la Selección, tanto en la Eurocopa como en los Juegos, sirvieran para dar un impulso al producto español como ya sucediera en 2008 con el triunfo en la Eurocopa. Los Lamine Yamal, Dani Olmo, Nico Williams, Zubimendi, Cubarsi, Baena, Sergio Gómez... pueden ser los Xabi, Xavi, Iniesta, Cesc, Silva... de la época y convertirse en verdaderos protagonistas por sí mismos y no dejar solo a Mbappé en la tarea de tirar de un Campeonato competitivo en todas las batallas clasificatorias: lucha por el título, por las plazas europeas y por evitar el descenso.

El Real Madrid, campeón en ejercicio, desde su atalaya de gran favorito y aunque, como siempre, tenga puesto el ojo de mira en la Champions, en la 'Decimosexta', tiene ante sí el reto de conquistar dos Ligas seguidas. Algo que no consigue desde las temporadas 2007 y 2008 con Capello y Schuster en sus respectivos banquillos. Ni Mourinho, que ganó el Campeonato 2011-12, ni Zidane campeón en 2016-17 y 2019-20 fueron capaces y Ancelotti está dispuesto a continuar superando desafíos. Además, es una de las pocas experiencias que le queda por sentir a Florentino Pérez.

Entre los 20 clubes participantes no hay ningún debutante, aunque sí merece reseña que el Girona jugará por primera vez la Champions. Llama la atención que el fútbol andaluz solo estará representado por los dos equipos de la ciudad de la Giralda y la Torre del Oro: Betis y Sevilla. El descenso del Almería, Cádiz y Granada, la primera vez que tres clubes de la misma Territorial bajan a la vez, deja huérfanos a los dos 'grandes'. La temporada pasada fue la quinta edición con cinco representantes andaluces y esta será la décima vez que Betis y Sevilla se encuentren solos ante el peligro.

El relevo de los cinco clubes ha sido asimilado por la Territorial madrileña que, como en la temporada 2018-19, dispondrá del quinteto: Real Madrid, Atlético, Rayo, Getafe y Leganés. También la Federación vasca, en la prehistoria del Campeonato, 1930-31 y 31-32, dispuso de cinco clubes en la División de honor: Athletic, Real Sociedad, Alavés, Real Unión y Arenas de Getxo. La mitad de los participantes.

En los banquillos, pocas caras nuevas. Manda la continuidad. Hasta 13 clubes mantienen a su entrenador: Ancelotti, Simeone, Pellegrini, Valverde, Bordalás, Míchel, Imanol, Baraja, Marcelino, Luis García. Pezzolano, Claudio Giráldez e Iñigo Pérez. La presencia de Hansi Flick es la más reseñable. El suyo, un mundo doble por descubrir, la Liga española sentado en el patíbulo azulgrana, Debutarán, también, en la categoría: Manuel González (Español), y Borja Jiménez (Leganés), que ascendieron con sus respectivos equipos, y Luis Carrión (Las Palmas) que no subió con el Oviedo pero estuvo cerca.

García Pimienta (Sevilla), Jagoba Arrasate (Mallorca) y Vicente Moreno (Osasuna) cambian de destino, pero ya conocen el percal. El técnico del Celta, Giráldez mantiene el honor de ser el técnico más joven, 36 años, aunque Iñigo Pérez no anda lejos, un mes más. Manuel Pellegrini, con 70, es el más veterano. Simeone lidera la clasificación de tiempo en el cargo: 12 años, siete meses y 23 días. Imanol es el segundo cinco cursos y Pellegrini, el tercero: cuatro.

Dos nuevos colegiados con su nombre y dos apellidos se incorporan a Primera: Adrián Cordero Vega y Alejandro Quintero González, perdieron el honor de la categoría: Jorge Figueroa Vázquez y Javier Iglesias Villanueva. Amplio recetario de novedades, ya explicados convenientemente en Relevo. Me quedo con el SAOT, o lo que es lo mismo, el fuera de juego semiautomático, que ya se pusiera en práctica en las dos últimas Supercopas. En realidad, se debería llamar fuera de juego automático porque es capaz de detectar en segundos la posición del jugador, pero como el VAR es quien debe de dar el visto bueno definitivo a la comprobación tecnológica, se le añade el 'semi'. Una forma de curarse en salud como otra cualquiera.

Las manos en el área volverán a ser el gran caballo de batalla porque la interpretación de la colocación de las extremidades continuará estando en manos de los colegiados. La recomendación de los 'jefes' es que no se abuse en la materia y que, por ejemplo, se ponga el sello en los agarrones en las áreas, preferentemente, en las acciones de estrategia. Si de verdad ponen el ojo en esas jugadas no habrá partido sin penalti o sin penaltis. Lo lógico es que al principio se agudice la vista y con el tiempo se deje correr el aire... entre defensas y delanteros. Mientras tanto, hay varios jugadores que deberán comenzar a modificar sus hábitos de agarrar en todas y cada una de las 'melés'. Uno de ellos, Le Normand, ahora en el Atlético; otro Eric García, ahora en el Barça. Hay muchos más, pero lo de ellos es clamoroso.

Desde el punto de vista táctico no se esperan grandes novedades. Al menos no se ha dejado ver nada especial en la larga pretemporada. Cabe pensar que en los equipos que mantienen su entrenador, su pizarra no vaya a ser muy distinta y en los que ha llegado uno nuevo, como es el caso del Barcelona, no se asoma Flick como un enamorado de la materia y su 1-4-2-3-1 del Bayern y de la selección alemana se va a replicar en el equipo azulgrana. Entonces su variedad táctica era pasar al 1-3-5-2 y dar vuelo a los laterales. Sin embargo, hasta ahora rara vez se ha visto a sus equipos en el 1-4-3-3, cuna del barcelonismo. La presión alta, ocupar el campo contrario con muchos jugadores y el despliegue del mediapunta son claves en su disposición.

La llegada de Mbappé sí puede hacer a Ancelotti recuperar su 1-4-3-3 aparcado la temporada anterior con la marcha de Benzema y la llegada de Bellingham. Con el francés volverá a escena en muchos partidos. La versatilidad de sus delanteros es una garantía. Nos tenemos que acostumbrar a ver un Real Madrid más abierto, menos posicional, sobre todo con la posesión del balón. Cuando no lo tenga, el equipo tendrá que reencontrarse en el 1-4-4-2 y los dos de arriba podrán intercambiarse sin ningún problema dependiendo de los esfuerzos inmediatos. En este sentido no habrá nadie rebajado de servicio. El modelo de la temporada pasada, 1-4-4-2 en rombo no pasará a mejor vida. De hecho, con Bellingham por detrás de Mbappé y Vinicius parecerá en muchos momentos un 1-4-3-3. Cambiarían las características de los jugadores no la ocupación de los espacios.

También Simeone parece haber dirigido sus incorporaciones para continuar jugando con una defensa de tres hombres y dos laterales de largo recorrido que partan de la línea divisoria. El reajuste podría llegar en la zona central del medio campo y jugar con dos hombres de perfil más defensivo, Koke (Barrios)-De Paul y dos mediapuntas (Griezmann y Julián Álvarez) con Sorloth en punta. Por supuesto, seguiremos viendo los zafarranchos de posiciones a lo largo de los partidos. Esas puertas giratorias en las que los cambios son constantes, incluido la adaptación al 1-4-4-2 que con una plantilla rica en delanteros (Sorloth, Álvarez, Griezmann, Correa y Giuliano Simeone) puede ser una variante más que apetecible.

En el cuarto equipo Champions, el Girona, Míchel se puede ver obligado a algún retoque. Ya lo ha dicho públicamente. De momento no lo tiene muy claro. Ni los jugadores ni la ocupación de los espacios. Y de esas dudas y de la adaptación de los nuevos jugadores, puede salir alguna novedad táctica. Le gusta innovar y alguna conversación habrá tenido con Manchester, donde Pep Guardiola siempre está dispuesto a descolgar el aparato.