LaLiga asume que tendrá que esperar a 2025 para intentar el 'Plan Miami' por el caos de la RFEF
El hecho de que no vaya a haber presidente hasta enero o febrero dificulta una estrategia de Tebas que avalaba Rocha.
El Plan Miami de Javier Tebas de poder celebrar un partido de LaLiga en el extranjero cuanto antes sigue igual de firme que siempre. Sin embargo, todo apunta a que habrá que retrasarlo una temporada más. Si la idea del presidente de la patronal era llevar el Barcelona-Atlético de Madrid del próximo 21 de diciembre a EEUU, su deseo será casi imposible de ejecutar. La situación de desgobierno de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), agente clave en esta negociación que debe dar su autorización, hace que todos los protagonistas en esta innovadora propuesta hayan asumido ya que habrá que esperar hasta 2025 -con este mismo duelo como cabeza de cartel u otro- para hacer realidad un sueño.
La Federación está inmersa en un nuevo proceso electoral. De hecho, aún no ha convocado oficialmente ni siquiera las próximas elecciones a la Asamblea y a la Presidencia, por lo que no habrá presidente electo hasta los primeros meses del siguiente año. Aunque la institución tiene la potestad de seguir firmando acuerdos, ni la Junta Directiva actual -presidida por María de los Ángeles García Chaves- ni la futura Comisión Gestora que tome el mando durante los comicios quieren dar ningún paso de ese calado. Las negociaciones, hasta ahora, se habían llevado entre Tebas y Pedro Rocha, el presidente inhabilitado para los próximos dos años, y tanto LaLiga como la RFEF prefieren esperar a ver qué sucede con el extremeño, si solicita la cautelar y se la conceden para poder presentarse a las elecciones y ganarlas. LaLiga, en ningún caso, quiere lograr un acuerdo con división y prefiere aguardar -sin tensar- para que todo el fútbol español apruebe la idea unido, convencido y de la mano.
Si Rocha logra su objetivo, todo será mucho más sencillo de cara al futuro. Tanto es así que ya existe un pacto verbal de su parte -que Tebas niega, pero no así su homólogo en Las Rozas- para no denunciar esta iniciativa como sí hacía Luis Rubiales. Pese a que le ha dado algún que otro pellizco, la sintonía de Tebas y Rocha es total desde que la RFEF retiró todos los pleitos que últimamente enfrentaba a LaLiga y a la RFEF en los tribunales incluso con consecuencias penales de por medio. El primero y más importante fue el del acuerdo alcanzado por la mayoría de clubes profesionales de España con el fondo CVC y al que la RFEF, en connivencia con el Real Madrid, se oponía de lleno por ser una hipoteca envenenada. Un cambio de rumbo que hasta la propia mano derecha de Rubiales hasta hace un año, Tomás González Cueto, tuvo que justificar ante las federaciones territoriales antes de ser despedido: "Se trata de elegir enemigo, LaLiga o el Real Madrid...".
Pero también habrá facilidades para LaLiga en su propósito americano si es presidente alguien de la cuerda de Rocha y proviene del mundo de las territoriales. En la RFEF han llegado a la conclusión de que es mucho mejor tener una buena relación con los diferentes agentes del fútbol español que estar siempre enfrentados. La mayoría de los barones consideran que este tipo de propuestas de llevar el fútbol español al extranjero benefician a todas las partes -como sucede con la Supercopa de España en Arabia Saudí- porque los ingresos repercuten en el fútbol profesional e indirectamente también en el no profesional. Tebas también se ha esforzado en tender puentes con declaraciones ("la solución de la RFEF tiene que llegar desde dentro"), fidelizando a los amigos que mantiene dentro -como Rafael Louzán (Galicia)- o retomando contactos con otros que conocía menos -Pablo Lozano (Andalucía), entre ellos-. El problema llegará si el presidente electo dentro de cuatro o cinco meses es de otro perfil que nada tenga que ver con las federaciones autonómicas. Ahí, LaLiga tendrá que empezar de nuevo a ganarse la confianza del nuevo dirigente.
Rocha no denunciará pero la justicia dice lo que dice
Quien llegue al sillón presidencial en Las Rozas cuenta, además, con el refuerzo de la justicia para impedir que un partido de LaLiga se dispute extramuros. Por lo que el dirigente que ganase las elecciones estaría en su pleno derecho de oponerse a los planes de expansión de LaLiga. El Tribunal Supremo (TS) rechazó la semana pasada el recurso presentado por LaLiga contra la RFEF por vetar la celebración de un partido de la competición española en territorio extranjero cuando lo intentó con el Girona-Barça el 26 de enero de 2019 (luego volvería a la carga meses después con un Villarreal-Atlético).
En aquel momento, la Federación se negó a que se celebrase ese partido en el Hard Rock Stadium apoyándose en la normativa FIFA, lo que desencadenó la pugna judicial. LaLiga acudió al Juzgado de lo Mercantil Número 12 de Madrid, acusando a la RFEF de tener un comportamiento "obstruccionista" y "desleal", tanto por vetar dicho partido como por negociar al mismo tiempo la celebración de la Supercopa de España en Estados Unidos. La Justicia dio la razón a la RFEF pero LaLiga apeló a la Audiencia Provincial de Madrid, que volvió a fallar en su contra basándose en una comunicación dirigida por la FIFA a la RFEF.
En esos tiempos de tensiones, Rubiales llegó a ordenar la redacción de un duro comunicado contra LaLiga y Tebas el 15 de noviembre de 2019, donde se pedía incluso su cabeza: "La actitud que se puede considerar de total desprecio del presidente de La Liga por las normas de la FIFA, de la UEFA, así como de la RFEF, llevan a una situación de extrema gravedad y ponen en riesgo a los propios clubes de la Liga. A juicio de la RFEF, esta actitud es absolutamente hostil e irresponsable y está generando unos perjuicios para este deporte y especialmente para los clubes que forman parte de la Liga que debe cesar de inmediato. Se reitera la solicitud a los clubes miembros de la Liga a entablar un diálogo con la Federación y se pide el cese inmediato del presidente de la Liga o bien su inmediata dimisión".
Más pasos en los tribunales
Tras este segundo revés, LaLiga recurrió en casación ante el Tribunal Supremo, cuya Sala de lo Civil, en una ponencia del magistrado Rafael Saraza, inadmitió la impugnación por "carencia manifiesta de fundamento". En su auto, según Europa Press, la Sala Primera explica que LaLiga pretendía alterar "la base fáctica" de la sentencia original y que, a estas alturas, "no se puede pretender una revisión de los hechos probados ni una nueva valoración probatoria". El Supremo detalla que el recurso de LaLiga pivotaba "sobre la afirmación del ejercicio abusivo de competencias propias de la RFEF, toda vez que su objeto sería impedir el ejercicio de la actividad empresarial del recurrente".
Sin embargo, y pese a este nuevo palo en los tribunales, LaLiga tiene la fe de que esta RFEF actual no es la de antes y que hay mucha mejor sintonía entre las partes para alcanzar un acuerdo. Ayuda también a que el Plan Miami se pueda ejecutar el hecho de que la FIFA ha anunciado recientemente que modificará su postura sobre la celebración de partidos ligueros en el extranjero, tras un acuerdo con la empresa promotora Relevent, para evitar un juicio en el que se acusaba al organismo de infringir las leyes antimonopolio.
La FIFA, hasta ahora, dejaba muy claro que la institución que propusiera un partido en el extranjero necesitaba tener todos los permisos necesarios como muy tarde 21 días antes de la celebración del encuentro. Es decir, LaLiga debía tener el visto bueno urgente de UEFA, RFEF, Confederación americana, Federación estadounidense y la MLS. Y eso no siempre era fácil de conseguir. Sobre todo porque FIFA condicionaba mucho la respuesta ya que no comulgaba con estos inventos. Esa postura ha cambiado por completo. El organismo presidido por Gianni Infantino se comprometió a cambiar sus normas, como ya hace la NFL y hará la NBA, y abrir la mano, por lo que crecen las opciones de que en la última jornada de este 2024 LaLiga pueda jugarse en EEUU.
Además hay una nueva realidad en torno a los sindicatos, con AFE a la cabeza como el mayoritario. Todavía no han sido informados de la insistencia de LaLiga en jugar un encuentro oficial de EEUU, pero las relaciones entre las instituciones han mejorado muchísimo respecto a los primeros intentos. AFE con LaLiga y Futbolistas ON con la RFEF. Por eso, todo hace indicar que los jugadores pondrían de su parte para que este boceto llegara a buen puerto. Entienden que pueden salir beneficiados económicamente sus clubes, y por tanto ellos, que se respetaría el descanso que marca el Convenio Colectivo, las vacaciones y además habría compensaciones para las respectivas aficiones. Es decir, que todos los flecos que les separaban hace años, sobre todo porque LaLiga primero negoció con su socio Relevent para 15 años y luego informó a AFE, y no al revés, no serían en esta ocasión un inconveniente siempre y cuando el calendario no vaya a más. Ésa es ahora la gran preocupación.