Junior Bita, nueva perla del Athletic: le llaman Tchouaméni pero se siente euskaldun
El mediocentro de 17 años, arropado por los veteranos, ha debutado con el Bilbao Athletic y se ha entrenado con el primer equipo en las últimas semanas.
El Athletic atraviesa un momento de resultados complicado, pero en Lezama siguen apareciendo jugadores. Eso nunca cambia. En varios entrenamientos de las últimas semanas ha asomado un chico joven, potente y fuerte: Wibuala Junior Bita. Un mediocentro nacido en 2005 en el que en el club rojiblanco tiene depositadas muchas esperanzas y que está dando pasos de gigante.
De jugar en el Basconia, tercer filial del Athletic, a debutar como titular con el Bilbao Athletic y compartir entrenamientos con muchos de sus ídolos a las órdenes de Ernesto Valverde. En el grupo le han recibido con los brazos abiertos y con alguna broma. "Venga, Tchouaméni", le gritaron cuando se acercaba a un rondo en el que estaban Iñigo Martínez, Iñaki Williams o Nico, entre otros.
En sus redes sociales, varios compañeros de Lezama y aficionados también le llaman así, aunque alguno también se atreve a compararle con Pogba. Iker Muniain, tras bromear con él, le recibe estrechándole la mano en el rondo previo a la sesión. Un ejercicio en el que se mostró suelto, aunque tuvo que aceptar algún que otro intento de caño de sus nuevos compañeros con las habituales y cariñosos vaciles.
Muniain, como capitán, está muy pendiente de él en todo momento. Según cuentan desde su entorno, Junior está muy agradecido a los veteranos por cómo le han hecho sentir en estos primeros días con el primer equipo. Al chico no se le borra la sonrisa, lógico en un menor de edad (cumple 18 años el próximo junio) que está ante la oportunidad de su vida.
Orígenes africanos, corazón vasco
Junior nació en Adzopé, Costa de Marfil, pero ha sido criado en Bilbao desde los seis meses. Comenzó a jugar en el Santutxu en benjamines, pasando a la cantera rojiblanca a los 10 años. Incluso, se considera euskaldun y es un aficionado más de este club al que ha seguido desde que tiene uso de razón. Siempre junto a su familia, humilde y trabajadora, y soñando con lo que está viviendo ahora.
A pesar de que aún es de segundo año juvenil, en el club confían en él y le consideran un proyecto de primer equipo. También lo ve así Ernesto Valverde, que contó con él en una suave sesión tras la derrota ante el Girona y previa a la semifinal de Copa ante Osasuna. Las pruebas le han convencido y sigue pensando en él de cara al futuro. La apuesta de la entidad se rubricó con su debut como titular en el filial ante el Logroñés en la última jornada.
En Lezama le definen como un centrocampista con mucho ritmo e intenso. Un mediocentro posicional fuerte pero que no está exento de juego y manejo, explican. Capaz de jugar de pivote único o en un doble pivote, una posición que en el Athletic en estos momentos ocupan veteranos como Dani García o Vesga, además de dos jóvenes como Zárraga y Vencedor.
Este último no cuenta para el Txingurri y, salvo sorpresa, saldrá cedido el próximo verano. Zárraga, por su parte, está inmerso en un proceso de negociación que se está dilatando demasiado. Precisamente en esos compañeros de posición son sus referentes y en los que más se fija.
Los que mejor le conocen hablan de un jugador maduro, que prefiere no pensar demasiado en todas las cosas que le están sucediendo para no distraerse. Los responsables de la formación rojiblanca tienen una opinión similar: Un futbolista que ha ido creciendo y mejorando -sobre todo con balón- en todos estos años, casi siempre en categorías por encima de su edad.
Pertenece a la generación de 2005, una de las mejores que hay en la factoría bilbaína y en la que hay muchísima confianza. En ella destacan Peio Canales, Aingeru Olabarrieta o Aimar Vicandi, todos ellos en el Juvenil División de Honor que recientemente disputó la semifinal de la Copa del Rey ante el Real Madrid. Por el momento, el Tchouaméni rojiblanco ha sido el primero en asomar en el primer equipo.