FC BARCELONA

Joan Laporta pierde el control de los trabajadores del Barça

Por vez primera en la historia de la entidad, una mujer, Susana Berniola, representará a los empleados de la entidad.

Laporta, en un partido del FC Barcelona. /EFE
Laporta, en un partido del FC Barcelona. EFE
Lu Martin

Lu Martin

El FC Barcelona empieza una nueva era tras celebrar su 125 cumpleaños, y lo hace a lo grande. Con cartel conmemorativo firmado por Miquel Barceló, el genio de Felanitx, una mascota con cara de escudo e incierto género gatuno de nombre CAT, y con una gala celebrada el pasado viernes en el incomparable marco del Liceu, que debería llevarse por delante al jefe de protocolo del club.

En esas el club se despertó con una urna dispuesta para que los empleados fijos escogieran a su representante ante el presidente y de manera más o menos sorprendente, Jaume Felíu, que llevaba 25 años como representante de los trabajadores, perdió el cargo de presidente del Comité de Empresa a favor de Susana Berniola.

Convocados 540 trabajadores, 221 escogieron la candidatura de UGT; 143 la de CC. OO., siete optaron por el voto en blanco y uno, siempre hay uno, emitió un voto nulo. Se sospecha de él. En consecuencia, y de forma sorprendente para lo que se pudiera considerar la candidatura oficial, Jaume Felíu, después de 25 años, dejará de ser presidente del Comité de Empresa de los trabajadores del FC Barcelona el próximo mes de enero.

Será Susana Berniola, empleada del departamento de viajes de la entidad, quien, con toda probabilidad, sea la primera mujer en 125 años quien represente a sus compañeros. Ni Felíu, ni Berniola quisieron hacer declaraciones. Alex Santos, director de comunicación del club, se limitó a señalar que "los trabajadores han votado, el club no tiene nada que decir".

El resultado de las votaciones, en cualquier caso, no es baladí. Después de casi 200 amortizaciones en despidos de personal desde que Laporta ganase las últimas elecciones, que han representado prácticamente un ERE encubierto y que han puesto de patitas en la calle a casi 200 trabajadores —no hay cifras oficiales, por supuesto, el Barça como club no las ha facilitado— en una intención evidente de aliviar una masa salarial en las oficinas, seguramente exagerada, por la que han pagado justos por pecadores y ha terminado por minar el talento en el día a día de la entidad de manera espectacular, se ha llegado hasta la votación de ayer. Muchos creen en las oficinas que el Comité no estuvo a la altura defendiendo a trabajadores y eso les ha pasado factura.

El caso es que muy probablemente el miedo lleva al voto y el voto se interpretó esta noche en Arístides Mallol, en parte con sorpresa, por los perdedores, y con alegría y como un castigo entre los ganadores, convencidos de que es momento de defender a los compañeros "como no se hizo últimamente". UGT llega al Nou Camp Nou, así que a ver qué pasa. Desde hoy, las cosas han cambiado; Laporta tendrá que reconducir sus relaciones con el Comité de Empresa, representantes de unos trabajadores que contentos, a los hechos hay que remitirse, muy contentos, no están.