¿Por qué Iraola es uno de los mejores técnicos españoles del momento?
El entrenador del Rayo Vallecano está llevando al equipo a un nivel de competitividad y rendimiento excepcionales desde que llegó al club.
Los mejores equipos no son los que mejores jugadores tienen, tampoco los que más talento acumulan ni los que mejores jugadas dejan. Los mejores son aquellos que, con las herramientas que les son dadas, mejor compiten ante cualquier tipo de escenario. Andoni Iraola ha configurado un equipo de autor con unos principios que beben de muchos de los técnicos que él tuvo como futbolista. Hay mucho de Valverde y Bielsa, pero sobre todo una firme voluntad por una forma de entender este deporte. Iraola es ya uno de los entrenadores más estimulantes de nuestro país.
Los principios del técnico vasco son claros. Es un equipo que se construye con brío, de abajo hacia arriba pero siempre en oleadas, en un ataque permanente, como si solo se pudiese mirar hacia adelante. "Me gustan los pases largos", explicó el propio Iraola en una entrevista en El País, y de ahí que tanto Lejeune como Catena estén ambos entre los 15 jugadores de LaLiga que más pases en largo intentan, siendo el Rayo el único equipo junto al Villarreal, que mete a dos futbolistas en esta lista. Iraola apuesta por una salida con un pivote, un lateral más bajo y otro de largo, y sus centrales siempre tienen la obligación de mirar lejos. Ya lo decía Cruyff, lo primero debe ser siempre mirar lejos.
Pocos equipos juegan e interpretan tan bien situaciones de 2 o 3x1 como este Rayo. Andoni ha trabajado mucho para que su conjunto tenga esa vocación vertical que usa los carriles como un nido de ventajas constante, no tanto desde el desborde individual (no tiene esas armas), sino desde un desborde colectivo, estructurado y pensado. Con laterales que doblan por fuera, extremos que saben darle el espacio al que dobla y la presencia satélite de un Trejo que juega como si el partido ya se hubiese disputado, le ofrecen siempre distintos caminos a este Rayo de Iraola. Ante el Real Madrid se vio a la perfección, desarbolando la defensa de Ancelotti con unas bandas que nunca bajaban el ritmo. Hay mucho de Bielsa en esta forma de concebir el fútbol.
Otro de los puntos clave, quizás el más destacado, sea la forma de presionar. Es un Rayo que lo hace como muy pocos equipos lo hacen en España. Con un 4-2-3-1, el punta (Camello) tiene la obligación de orientar los primeros pases para que vayan siempre fuera, donde esperan con agresividad los extremos, que saltan y obligan al rival a mirar dentro, pero forzados y sin apenas tiempo. Y ahí es justo donde Iraola quiere que vayan, porque en esa zona aguardan dos de los centrocampistas más inteligentes del campeonato: Óscar Valentín y Santi Comesaña. El primero es el jugador que más presiones gana, el primero que más acciones defensivas gana y el líder en acciones agresivas de toda LaLiga. Es una pila duracell con una comprensión del juego que lleva al Rayo a defender siempre hacia adelante. Ante Modric, Valentín no le dejó girar ni una vez. Fue su sombra.
En una liga de ritmo bajo, de equipos reactivos y defensas pasivas, el Rayo es una anomalía, un conjunto que entendiendo que no es ni de los 10 equipos con más talento individual del campeonato, juega como sí lo fuese. Desacomplejado, valiente y divertido. Fiel a sus principios cada jornada y en cada minuto. De ahí que, corriendo el minuto 87 de partido y ganando 3-2 al Real Madrid, Iraola no se preocupase por defender el centro lateral, sino por cómo evitar que el Real Madrid llegase a la posición para centrar.