RAYO VALLECANO

Los motivos del Rayo para soñar con Europa

El equipo vallecano enlaza tres victorias consecutivas y demostró todo su fútbol contra el Real Madrid, para mirar de cerca los puestos de arriba.

El Rayo, celebrando el triunfo contra el Madrid./GETTY
El Rayo, celebrando el triunfo contra el Madrid. GETTY
Rodra P

Rodra P

Vallecas es patrimonio de LaLiga. En una competición en horas bajas, el barrio obrero de Madrid ha forjado un equipo de fútbol que desafía a los más grandes. La victoria contra el cuadro de Ancelotti fue la evidencia, en fondo y forma; el Rayo Vallecano ha sacado 11 puntos de los 15 posibles ante Barça, Valencia, Atlético, Sevilla y Real Madrid.

El equipo de Iraola funciona como un reloj: la gente entra contenta y sale orgullosa del estadio. Pase lo que pase. El Rayo rinde como un equipo de fútbol muy bien preparado. Reconocible, comprometido, enérgico y vistoso. Jugadores rápidos en las bandas y pausados por el medio, con una afición que empuja justo cuando falta oxígeno. A la gente le divierte ir a Vallecas. Elena, una madre que apenas sigue el fútbol, le escribió a su hijo en mitad del partido contra el Madrid: "Qué bien juega el Rayo". Y tanto, que ya se asoman al balcón de los puestos europeos.

Un equipo de autor

Andoni Iraola es el principal culpable de este Rayo Vallecano. El entrenador de Usurbil, un pueblo vasco donde la tradición es la pesca de angulas, ya ha dejado su legado en el barrio de Madrid. Tras una carrera en Bilbao y su retirada en Nueva York, Iraola destaca como entrenador en Vallecas. Es su tercera temporada en el Rayo y lidera a uno de los equipos del momento; en su primer año logró el ascenso a Primera y ahora ya se codea con los clubes de Europa.

Iraola, que siempre sale con esparadrapos en sus dedos, ha construido un equipo sin heridas. A la energía extra del Rayo le ha sumado un plan ordenado. Su plantilla sabe a lo que juega. "Jugamos bastante en función del rival. Me encantaría jugar siempre de la misma manera, pero no somos tan buenos para hacerlo", reconoció el propio Iraola en EL PAÍS. Su Rayo se diferencia por su fútbol de bandas y la manera en la que todos presionan. Del minuto uno al 95.

Un grupo afianzado y muy humano

'Human', la canción de 'The Killers', es lo que suena en los cascos de Sergio Camello antes de saltar al verde en cada partido. El delantero del Rayo llegó este verano cedido por el Atlético y se ha adaptado muy rápido al club vallecano. Aquí se ha encontrado con un grupo que juega de memoria y un vestuario muy humano.

Iraola mantiene un once tipo en el que las bandas y Trejo llevan ya dos cursos sin cambios. Los García, Balliu e Isi, con el poderío de Catena en la defensa y el arrojo de Óscar Valentín en el medio. Apenas hay novedades; el equipo cada vez se conoce mejor. Además, esta plantilla del Rayo tiene un vínculo especial con su afición. Se quedan juntos en el estadio, cada uno en su lado, al término de cada partido en Vallecas, cantando 'La vida pirata' y hablando unos con otros con un micrófono.

La tabla y los datos

Los números también acompañan al Rayo Vallecano. Marchan octavos en la tabla con 21 puntos, a dos de la Real Sociedad, que marca la entrada a Europa, y a tres del Betis, que sitúa la Champions. El Rayo está ahí, y vuela con una racha de tres victorias consecutivas y cinco jornadas sin perder.

El año pasado Vallecas vivió una situación similar en la primera vuelta. Sin embargo, los de Iraola cayeron en la segunda parte de la temporada. En este curso han aprendido la lección. La altura de este Rayo se mide con un dato de su técnico: suma tres victorias de seis partidos ante Barça y Real Madrid.

La incorporación de RDT

A este Rayo aún le falta la guinda. Después del parón mundialista, el equipo vallecano podrá contar con Raúl de Tomás. Su fichaje frustrado en verano aún les priva del delantero, que podrá contar para Iraola a partir del 1 de enero. El año pasado convirtió un total de 17 goles con el Espanyol.

RDT cerraría la nómina de atacantes del equipo madrileño, junto a Camello y Falcao. Un tridente que podría dar el paso decisivo para que el Rayo sorprendiera con su clasificación para Europa. Los de Iraola tienen motivos para soñar.