El Iniesta que no se ve: productor de vino, rey del entretenimiento y ¿futuro entrenador?

La carrera futbolística de Andrés Iniesta ha sido brillante. Nadie la pueda poner en duda. Al margen de su habilidad con el balón, al manchego también se le puede considerar un hombre de negocios. Y desde hace tiempo. Empezó creando su propia bodega de vinos a finales de 2009 con una inversión inicial que rondó los ocho millones de euros. El futbolista ofrece vinos blancos, tintos, rosados y espumosos bajo la denominación de origen Manchuela. No acabó de irle del todo bien y tuvo que invertir otros seis millones de euros en estos últimos tiempos. La empresa nació después de que el padre de Andrés, José Antonio Iniesta, decidiese plantar diez hectáreas de viñedos. De hecho, es el propio padre el que ha ido gestionándola. Sus vinos se exportan a nivel internacional, aunque cuentan con el inconveniente de la orografía y el tiempo que hay en la zona.

Si su marca de vinos es su negocio más conocido, hay otros. Hace poco tiempo se descubrió que tanto Andrés como su mujer, Anna Ortiz, tienen un negocio de zapatillas de diseño en el centro de Barcelona. Mikakus Barcelona forma parte de la empresa NSN (Never say never), y vende bambas tanto de manera online como de forma presencial. El ya exfutbolista es el inversor principal, y Anna es la asesora de diseño.

Precisamente, NSN es el máximo negocio ahora mismo de Iniesta después de que se diversificara en 2022. Antes, se llamaba Sports&Life y se dedicaba al marketing deportivo, pero después se dedicó al mundo del entrenamiento y cuenta con oficinas en Barcelona, Madrid, Kobe (Japón), Ciudad de México, Seúl y Tel Aviv. En 2022 llegaron a facturar 20 millones de euros.

Ahora mismo se encuentra con varias vías de negocio abiertas en gaming, eSports, música y producción de contenido audiovisual. Hay documentales, como el de Bojan Krkic, que corrieron a cargo de NSN. Además, tienen otros proyectos abiertos y se han convertido en una de las más grandes del sector.

Otro de los aspectos que pueden marcar su futuro es su carrera vinculada al fútbol, pero ya no vestido de corto. A diferencia de otros jugadores, el manchego no ha hecho ninguno de los cursos de entrenador estando en activo, por lo que de querer iniciar ese camino debería empezar el próximo verano el UEFA B y esperar tres años hasta obtener la máxima titulación. No obstante, podría ejercer en otras funciones, mientras tanto como ocurre con infinidad de asistentes en la máxima categoría.