Güler es otro: su Eurocopa y su nuevo físico también han cambiado su jerarquía
El futbolista turco fue el más destacado de los blancos en el Clásico contra el Barça.
Juego parado. Clásico de verano. Arda Güler (19 años) se acerca a Luka Modric (38 años) para darle indicaciones. Como diciendo: "Tenemos que jugar de esta manera. Hay que hacer esto". Una imagen para definir al futbolista turco, que un curso después de fichar por el Real Madrid ya es una cosa muy seria.
Tras las directrices a Modric, otra evidencia: Arda Güler patea todo el balón parado del Real Madrid, al menos en esta gira de pretemporada. Uno de sus envíos supuso el único tanto de los suyos en Estados Unidos hasta el momento, asistiendo desde el córner al cabezazo de Nico Paz.
Arda Güler es el gran nombre de la pretemporada blanca. Justo un año después de uno de sus peores momentos en el fútbol, cuando cayó lesionado nada más incorporarse al club merengue, también en la gira americana. Unos problemas de rodilla que arrastró en sus primeros meses como madridista, y que no le permitieron exhibir su nivel hasta ya entrado el 2024.
Ahora la película es distinta. En Chicago todos alucinan con su nivel de entrenamientos. El turco juega sin guardarse nada y a un ritmo con el que hace sufrir a más de un canterano. Luce una forma física admirable, de las mejores de la plantilla, y mostró su repertorio en muchos minutos contra el Barça, dominando a sus rivales con calidad y colmillo. Le anularon un tanto por milímetros y regaló otro.
Arda Güler ha cumplido con su parte: ha ganado masa muscular, ha aguantado un año prácticamente en blanco, ha rendido cuando ha podido y espera subir sus minutos notablemente este curso. El año pasado sólo jugó 440', la mayoría de ellos en el tramo final, con LaLiga ganada.
Esta campaña sabe que va a ser importante. Sus compañeros y entrenadores también lo sienten. Y se nota un cambio de jerarquía en Güler. Su final de la temporada pasada con el Real Madrid y sobre todo su Eurocopa consagratoria con Turquía le han elevado de estatus, y el crack merengue está decidido a ser clave en lo que viene.