Gloria para Vinicius y mucho dolor para el Madrid

Por dónde empezar. Quizás por aquí: esto es el Real Madrid. Una tarde de noviembre en la que el mundo se te pone patas arriba, con la trágica lesión de Militao, justo después de la de Rodrygo, antes de la de Lucas Vázquez, con el drama de este curso en el equipo blanco… de pronto todo se ordenó entre el caos. A Ancelotti hasta se le situaron los jugadores en el campo, por arte de magia, con Bellingham encontrando su posición (la no-posición), con el Madrid jugando rápido, con el Bernabéu latiendo por las desdichas a las que otra vez se repondrá con su afición.

El mejor del partido, también el mejor del mundo, volvió a ser Vinicius Júnior. Terminó sanado el duelo contra Osasuna, sonriente, junto al balón que le acreditaba su hat-trick y el trono de su club, justo en la jornada en la que Mbappé le quitó el último puesto en la megafonía de presentación.

Vini regaló una jornada de golosinas a la parroquia blanca, con Bellingham de escudero y una de las sorpresas más esperadas sobre el verde: ¡un canterano! La gente no daba crédito a lo que veía: ¡un canterano! Ancelotti tuvo que echar mano de Asencio porque no le quedó otro remedio, y el central del Castilla plantó el debate en mayúsculas. Claro que están preparados.

Enfrente apenas compareció Osasuna. Y no les culpo. En estos niveles de locura sólo puede rendir un equipo. Blanco, frenético, milagroso. Que se relame sus heridas antes del parón y espera con tono agorero el tiempo de baja de Éder Militao.

No lo ganó en París. Pero Vinicius Júnior siente cada tarde de alegría en el Santiago Bernabéu que en su casa se lleva el Balón de Oro todas las veces que quiere. Ante Osasuna las quiso todas. Maravilló con su juego e hizo disfrutar a la afición. No le paró ningún rival y redondeó una actuación exquisita con un hat-trick y un puñado de pases de gol.

Es el mejor futbolista del mundo. Y quedó claro este sábado, con un desempeño al alcance de ninguno en el fútbol actual. Regates, velocidad, recuperaciones, cambios de ritmo y tres tantos que alivian al Real Madrid antes del parón. Se repartió el lado izquierdo del ataque blanco con Mbappé, con el que por fin hizo migas, pero ni juntos pudieron deshacer el embrujo del francés, aún negado de cara a portería.

Fue curioso. El día que mejor jugó el Real Madrid coincidió con la fecha en la que el equipo jugó para Bellingham. El británico resurgió entre el caos del templo blanco, que sufría y sufría a cada minuto peores noticias contra Osasuna. El '5' de Ancelotti se movió a sus anchas: ni por la izquierda ni por la derecha, lo hizo por todos lados. Como sólo sabe él.

Coronó su encuentro imponente aportando directamente al gol. Con su asistencia a Vinicius en el minuto 34, para abrir el marcador, y con su tanto en el 42' para sellarlo, llegando desde atrás y tras un envío prodigioso de Raúl Asencio. Se acabó el debate con su posición.

Este 9 de noviembre de 2024 jamás en la vida lo olvidará Raúl Asencio. El día de su debut oficial con el Real Madrid, en el Santiago Bernabéu. De la manera que uno mejor se estrena en este club: con todo saltando por los aires, cuando nadie te esperaba, y tú apareces justo ahí. Así tuvo que recurrir Ancelotti a la cantera, sin centrales disponibles tras la terrible lesión de Éder Militao.

Asencio, a sus 21 años, saltó al verde con la personalidad y el vigor que siempre le caracterizó en La Fábrica. Una conducción exuberante del central canario nada más salir despertó al público del estadio, y después remató su choque ilusuonante con una asistencia fantástica a Jude Bellingham.

Real Madrid 4: Lunin; Lucas Vázquez (Modric 46'), Militao (Asencio 28'), Rudiger, Fran García; Bellingham (Güler 75'), Camavinga, Valverde; Vinicius (Endrick 75'), Rodrygo (Brahim 20') y Mbappé

Osasuna 0: Sergio Herrera; Areso, Catena, Boyomo, Bretones; Rubén Peña (Raúl 58'), Moncayola, Lucas Torró, Aimar Oroz; Budimir (Moi Gómez 70') y Bryan Zaragoza

Goles: 1-0 Vinicius (34'), 2-0 Bellingham (41'), 3-0 Vinicius (60'), 4-0 Vinicius (68')

Árbitro: Melero López. Amonestó a Catena

Estadio: Santiago Bernabéu.