Gavi "no debe salir de la base": un Clásico que reafirma al "alma del equipo" como lo que siempre fue
El canterano fue el mejor jugador del Barça en la derrota en el Clásico.
De entre todas las lecturas que se pueden hacer del Clásico que perdió el FC Barcelona, la que más puede emocionar a los aficionados y al staff es que Gavi fue el mejor jugador del partido hasta que Jude Bellingham lo hizo explotar todo por los aires. El canterano disputó su noveno Clásico... con 19 años, y su fútbol se está igualando con su capacidad competitiva, que fue lo que le encumbró en su debut, aunque los que saben del potencial de Gavi entendían que lo mejor estaba por llegar. Y ha llegado.
Ante el Real Madrid, Xavi optó por prescindir de Oriol Romeu para tener más balón y mayor fluidez ante la presión de los blancos, juntando en esa primera fase del juego a sus dos mejores centrocampistas disponibles: Gündogan y Gavi. Además, situó al andaluz en el perfil diestro para que coincidiese con el de mayor actividad del Real Madrid, el de Bellingham y Vinicius. Desde el staff lo tienen claro: "Gavi siempre en la base", y así fue en el partido más importante del curso.
De tanto alabar la intensidad y la capacidad competitiva de Gavi, a veces se ha ponderado de forma injusta la forma en la que juega al fútbol y lo que se intuye que puede ser en un futuro no muy lejano. Xavi le ve tantas posibilidades a Gavi que le encomendó una doble misión: por un lado sería el encargado de acercarse a Gündogan en la salida, recibiría siempre de espaldas y tendría que encontrar a los jugadores que se movían por delante, especialmente Fermín. Y por el otro, Gavi tendría que lidiar con Jude Bellingham y acudir a las ayudas con Vinicius. Y se impuso con todo.
Ningún jugador azulgrana completó más acciones defensivas que Gavi en todo el partido: 60. Realizó 47 presiones (el que más del partido), recuperó 9 balones y ganó prácticamente todos los duelos que tuvo en el encuentro. Con balón, el andaluz estuvo muy sobrio, tocando siempre con sentido y asegurando la posesión, a pesar de que el temor de una posible transición del Real Madrid le impidió que se prodigara en el último tercio. El Barça jugó un partido pensando en que las principales ventajas del Real Madrid no florecieran y al lograrlo, le faltó ese punto de agresividad para rematar a su rival.
La zona de Gavi fue la de más actividad defensiva del equipo y, seguramente, Xavi echó en falta no tenerlo en más áreas para poder igualar sus niveles de activación tras recepciones rivales cercanas y su habilidad para superar líneas de presión rival, bien sea con un pase filtrado o bien con un giro bajo presión. Con el centro del campo faltándole a los dos centrocampistas más importantes del pasado curso, Xavi debe seguir apostando por el Gavi y Gündogan en la base, aprovechando que Fermín ha encajado a la perfección en esa posición de interior diestro más adelantado, moviéndose con atino en espacios reducidos y añadiendo un plus a la hora de finalizar.
Da vértigo pensar que Gavi se hizo insustituible jugando de falso extremo cuando su mejor zona está tan lejos de ser aquella. Gavi es un superviviente, alguien que en un apocalipsis sobreviviría de forma holgada transformando la escasez en abundancia, porque es precisamente esto lo que ha hecho en sus primeros dos cursos en el primer equipo. Esta temporada, y después de las bajas de De Jong y Pedri, Gavi ha pasado a jugar allí donde su juego le empujó en el fútbol formativo. Y desde el staff ven claro que esta es su mejor zona: "No debe salir de la base".
Acciones como esta definen a Gavi. "Es el alma del equipo", decía Xavi tras el choque. Pero no solo es esa activación para imponerse, sino la calidad y delicadeza para girar, en campo propio y presionado, entre dos jugadores como si fuese un folio. En Gavi coinciden muchos futbolistas, porque es bruto y fino a la vez, tan delicado como visceral. Es esa mezcla la que lo hace terriblemente especial y el mejor centrocampista de lo que llevamos de curso en el Barça. Cuando vuelvan el resto, deberían ser Gavi y 10 más. Que nadie lo mueva de la base, porque su fútbol empieza a explotar.