La renovación de García Pimienta marcó un antes y un después en el Sevilla

Lleva apenas meses en el Sevilla, pero su nombre ya resuena por cada rincón de la ciudad deportiva. García Pimienta ha caído de pie en la entidad hispalense. Con una buena cara para todo el mundo, el técnico barcelonés se ha ido ganando su sitio poco a poco, siempre con el máximo apoyo de José María del Nido Carrasco, presidente, y Víctor Orta, el director deportivo que apostó por él.

Pese a ello, el inicio no fue sencillo. Su continuidad nunca estuvo en duda, pero sí que el runrún en el Sánchez-Pizjuán parecía que podía tambalear, una vez más, a un club con una peligrosa relación constante con la desestabilidad. Todo ello también llegó a un vestuario que aunque tenga muchas caras nuevas, continuaba sintiendo el 'trauma' de temporadas anteriores. Seis entrenadores en dos años no se paga barato. Ni en lo monetario ni en lo mental.

Sin embargo, la renovación de García Pimienta -sorprendente por forma, momento y, sobre todo, ejecución- sí tuvo un efecto importante. La figura del técnico se vio muy reforzada en el vestuario. Un claro mensaje de la directiva a la plantilla: este es nuestro entrenador y lo va a seguir siendo. Él manda. Lo cierto es que prácticamente ni la prensa ni la afición del Sevilla entendió la ampliación de un contrato que se firmó tres meses antes, pero esta vez tuvo cierto sentido.

Una apuesta del presidente, Del Nido Carrasco, que ha tenido sus frutos. Desde aquel momento, García Pimienta ha logrado rascar un punto en San Mamés, ganar el derbi y vencer convenciendo en Cornellá, alejando los fantasmas de la zona roja de la tabla. El barcelonés, acompañado por su fiel 'escudero' Richi Serrés -quien imparte sesiones grupales cada semana para mantener la cohesión del grupo-, estaba convencido de superar la 'crisis' que atravesó su equipo al inicio de la temporada y lo ha conseguido.

El ambiente es distinto. Un vestuario sano, sin apenas 'gallos' que puedan alterar el corral... y con un entrenador que sí ha logrado coger el mando. Aunque el fútbol cambia muy rápido. Y eso lo sabe García Pimienta, que se ha mostrado, desde su llegada, mucho más crítico en la victoria que en la derrota. "Me pongo una nota justita, estamos en proceso de crecimiento y con margen de mejora", aseguró en Canal Sur. No da puntada sin hilo. No quiere que nadie se le suba a las barbas... ni se relaje lo más mínimo. Exigencia máxima.