García Pimienta recupera a un oro olímpico para superar los traumas del Sevilla

El Sevilla de Xavier García Pimienta quiere pasar página del pasado. Así lo ha manifestado el entrenador en sus diferentes comparecencias y también se lo ha transmitido al vestuario de manera interna. Para ayudarlo en esa tarea, el técnico catalán ha reclutado a un viejo conocido: Richi Serrés. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física, Serrés se especializó en el apartado mental y ejerce como coach profesional para deportistas, y en el pasado formó parte del cuerpo técnico de García Pimienta en la Unión Deportiva Las Palmas.

Esa estrecha relación que mantienen el técnico y Serrés ha propiciado su llegada al Sevilla. Su nombre ya estuvo sobre la mesa cuando García Pimienta recaló en Nervión acompañado de Álex García, Albert Peris y David Gómez, aunque los compromisos de Serrés han provocado que su incorporación se retrasara hasta hace unos días. El coach ha estado en los Juegos de París formando parte del equipo de trabajo de la Selección española de waterpolo femenino, que se acabó colgando la medalla de oro en la modalidad.

La presencia de Serrés en París, donde su labor ha sido destacada por todos los integrantes del equipo español, hizo que su llegada a Sevilla se haya producido con la pretemporada ya en marcha. García Pimienta lo considera una pieza importante más de su engranaje y ya se le ha podido ver tanto sobre el césped de la ciudad deportiva acompañando al entrenador en las sesiones de trabajo como en la expedición del equipo hacia Palma. Incluso en la sala de prensa, el discurso del catalán ha incidido en esa necesidad de trabajar el aspecto mental para que el equipo dé un paso adelante en su rendimiento.

Las dos últimas temporadas en LaLiga han hecho mella en el vestuario sevillista. Aunque este verano se ha producido una regeneración en la plantilla, con hasta ocho caras nuevas, García Pimienta también ha detectado esa necesidad de limpiar las mentes para iniciar un proyecto nuevo. "Todo lo que ha pasado atrás no tiene que ver con nosotros, estamos en una temporada nueva. Es responsabilidad nuestra que los jugadores tengan toda la confianza. Tenemos que ser un equipo ganador y que sea capaz de ilusionar a la gente. La mentalidad la tenemos que cambiar", expuso el técnico en la previa del encuentro ante el Mallorca, en una reflexión que dejó entrever esa preocupación por la ansiedad que pudieran generar los malos resultados.

Superar esos traumas del pasado reciente se considera clave en el cuerpo técnico, que también ansía lograr esa primera victoria que permita recuperar una sonrisa plena. Aunque el Sevilla ha hecho merecimientos para obtener mejores resultados, los dos empates ante Las Palmas y Mallorca y la derrota ante el Villarreal darán tarea al cuerpo técnico en ese aspecto mental que se pretende mejorar con la llegada de Serrés.

La relación entre García Pimienta y Serrés se forjó en Las Palmas, donde trabajaron codo a codo en la temporada del ascenso. Las charlas tanto grupales como individuales que ejecutaba el coach eran consideradas fundamentales por parte del entrenador, aunque en el vestuario no contaba con todo el apoyo. De hecho, esas diferencias fueron decisivas para que Serrés no prolongase su vinculación cuando se consiguió el objetivo de volver a Primera, aunque pocas semanas después García Pimienta volvió a conseguir que Serrés regresará a su sitio. "Su labor fue necesaria y magnífica", cuentan desde el interior del club canario.

"El coach ya no va a trabajar colectivamente, es una decisión del equipo", expuso Enzo Loidice, que reveló aquella decisión del vestuario que no gustó a García Pimienta, que días después salió en defensa de Serrés. "No vamos a renunciar a nada de lo que estábamos haciendo hasta ahora. En el staff técnico cada uno tiene asignada una función, cada uno tiene una tarea que va a tener que seguir haciendo", aseguró el entrenador, que finalmente volvió a salirse con la suya con el regreso de Serrés al equipo canario. Ahora, el catalán vuelve a contar con su especialista en el apartado mental, en un Sevilla que quiere olvidarse del pasado.