La frustración de Saúl con una lesión 'desconocida': "Lo pasé muy mal y tuve que marcharme a Madrid"
El ilicitano recupera sensaciones y se apunta al partido ante Osasuna. Recuerda a Simeone, hablando del "partido a partido".
Una lesión te puede cambiar la vida. Más en el fútbol. Los deportistas de alto nivel hacen una serie de cosas con el piloto automático que les aleja de, quizá, saber disfrutar los pequeños momentos, y un varapalo en forma de baja puede cambiar esto. Que se lo digan a Saúl Ñíguez, que tras una lesión absolutamente desconocida para él ha aprendido de las cosas más sencillas de la vida.
Aunque todo no fue positivo. El ilicitano, como contamos en Relevo, sintió algo que jamás había sufrido en el momento de su lesión. Esos minutos los ha vuelto a recordar en sala de prensa: "La sensación mía justamente en esa jugada fue de que algo se había soltado. Yo no sabía qué era, como le dije al doctor, pero yo sentía eso. Digo, capaz que te estoy diciendo esto y a lo mejor tengo una micro ruptura. No lo sé, porque nunca me he lesionado. Pero yo sentí que algo había fallado, algo se había soltado de mi cuerpo". Y es que Saúl únicamente tuvo un episodio con el riñón, a causa de un golpe fortuito. Jamás había estado de baja tanto tiempo.
Y no fue sencillo. Sobre todo su vuelta al Ramón Sánchez-Pizjuán en el entrenamiento a puertas abiertas en la víspera del derbi. Todo el estadio se volcó con el equipo y el presenciar eso sumado a no poder ayudar sobre el césped... le hizo tocar fondo. "Lo pasé muy mal y hablé con los doctores para marcharme un tiempo a Madrid y hacer parte de la recuperación allí, porque mentalmente no estaba bien". Aunque también aprendió de aquel momento. Humildemente, se dio cuenta que su rol de líder en el equipo le obligaba a aportar desde fuera. Su mera presencia era necesaria.
"Después de ese parón me vino muy bien volver a estar con ellos porque cuando estaba en Madrid echaba de menos el día a día con mis compañeros, que es muy bueno, y sobre todo intentar aportar siempre algo. Me di cuenta que al final puedo aportar aunque sea desde la grada, desde el banquillo... entonces mi intención era estar lo más cercano posible tanto a mis compañeros como al cuerpo técnico para intentar darle un poco de mi experiencia. Pero siempre desde el lugar que me toca".
Otra de las cosas que ha podido aprender Saúl durante su lesión es a disfrutar del día a día. Aquellos pequeños detalles que te hacen sentir futbolista: "Antes salías a entrenar y no valorabas la típica carrera continua, el típico rondo, estar con los compañeros o el precalentamiento. Y ahora lo valoras. Ahora dices, 'Joder, qué bien, ya estoy aquí, ya puedo estar aquí con mis compañeros'. Es un paso más que, lógicamente, con la rutina, pues, a lo mejor se te va a ir olvidando, cosa que no debería pasar, pero seguramente pase. Y ahora lo disfrutas como un niño. Tienes esa ilusión de hacer un rondo, esa ilusión de poder correr y sentirte bien, que es muy buena y muy positiva".
El próximo lunes apunta a volver ante Osasuna. Es un misterio saber si lo hará como titular o partiendo desde el banquillo, pero Saúl no duda. Quiere jugar: "Si el doctor me lo permite, sí, a lo que diga el míster. Pero creo que lo más prudente sería tener unos minutos ya. Ir cogiendo ritmo de partido, sensaciones... ir volviendo a encontrarme después de una lesión de larga duración".
En esas, cuestionado sobre el objetivo del Sevilla tras una racha un tanto confusa que se acabó con una victoria frente al Rayo, Saúl echó un guiño hacia su pasado con Simeone: "Llevo catorce años hablando de lo mismo, del partido a partido. Ya nos hemos dado cuenta. Hace tres jornadas. Cuando pensamos para arriba, el equipo puede descentrarse y no estar en el día a día y perder esas dos oportunidades que tuvimos con Leganés y con Rayo".
Saúl, un ejemplo dentro del vestuario del Sevilla... que volverá el próximo lunes a sentirse futbolista. Tras una lesión de las que te hacen aprender. Renovarte.