REAL MADRID

La fractura del mediocampo centra las preocupaciones de Ancelotti y refuerza a Camavinga

El Madrid se parte y echa de menos a un perfil como el francés, al que se ve como el sustituto de Kroos y que apura su recuperación.

Camavinga, en el gimnasio. /REAL MADRID
Camavinga, en el gimnasio. REAL MADRID
Manuel Amor

Manuel Amor

El Madrid que capeó el temporal para ganar en Anoeta sólo tuvo dos salidas: balón en largo para buscar a Mbappé o intento fallido de sacar la pelota jugada. La Real asfixió con su presión y los blancos, incapaces de desarmar a su rival, pagaron las bajas en el medio (Bellingham, Camavinga, Tchouameni y Ceballos) para crear. El agujero también se hizo patente hacia atrás: Valverde valió por cuatro, pero ni Güler ni Modric destacan por ser excelentes ladrones. En la plantilla sólo hay un futbolista capaz de generar y recuperar (Camavinga) y Ancelotti le echa especialmente de menos en este tramo de la temporada.

El francés se lesionó en el entrenamiento previo a la Supercopa de Europa y no ha debutado en partido oficial. Su esguince en la rodilla dolió de manera especial: el club le ve como el sustituto idóneo de Kroos y por eso, además de por proteger su economía, desechó la idea de lanzarse al mercado a por un perfil similar al alemán. Creen que Eduardo vino para esto y que debe dar un paso definitivo en cuanto vuelva. Su retorno se acerca y se trabaja para tenerle listo antes de finales de mes.

Ancelotti reconoció en San Sebastián que "cuando te faltan cuatro medios es difícil encontrar el equilibrio". Y Tchouameni, titular en los cinco primeros encuentros, no parece el remedio para fabricar fútbol. Sus virtudes abarcan otros aspectos (juego aéreo, duelos…) y para eso se le precisa. Bellingham (regresa este martes contra el Stuttgart, como Aurélien) y Ceballos (le queda un mes) sí pueden ser perfiles más cercanos. Pero Ancelotti espera a Camavinga.

Ancelotti valora el trabajo de los medios en San Sebastián.

Pieza clave

El francés ha ido ganando protagonismo conforme avanzaban las temporadas. Hasta ahora, en muchas ocasiones, Carletto le utilizó como comodín: interior (68 partidos), mediocentro (48) y hasta lateral izquierdo (23) ante las ausencias repetidas de Mendy. Eduardo sabe que ese ya no será su rol. En la final de la Champions se salió como '5', la posición que más le gusta, y Ancelotti combinará sus participaciones como pivote único y como '8'. No saldrá del centro del campo.

Cuando Kroos anunció su despedida, y a pesar de los múltiples ofrecimientos de jugadores top que llegaron a las oficinas de Valdebebas, la dirección deportiva rechazó fichar porque confían en que Camavinga, salvando las distancias, asuma buena parte de las labores de Toni. Se echaron las manos a la cabeza cuando sus gestos en Varsovia hicieron temer una rotura de cruzado tras una acción fortuita con Tchouameni y resoplaron cuando se confirmó el percance leve.

Después de 34 días en la enfermería, su ligamento emite señales positivas y permite pensar en un regreso antes de final de mes. El derbi con el Atlético del 29-S se señala en rojo. Cuando vuelva, lo hará para ser clave. Su estatus va en aumento (el Madrid le renovó hasta 2029 con una notable mejora salarial) y lo ha trasladado al dorsal: si Valverde heredó el '8' de Kroos, él hizo lo propio con el '6' que le regaló Nacho y que ya lució en la Eurocopa con Francia. Es un número de leyenda, que vistieron también Sanchís hijo o Hierro, y del que cree que estará a la altura ("me gusta la presión").

Camavinga, en el gimnasio.  REAL MADRID
Camavinga, en el gimnasio. REAL MADRID

Sin un panorama ideal en la defensa por la fatiga de los centrales, el mediocampo centra las preocupaciones del staff y le obliga a reaccionar para empezar con el pie derecho en la Champions y recortar la distancia con el Barça en Liga. Camavinga apura el trabajo en el gimnasio para ejercer de pegamento y que el Madrid de los galácticos, una denominación que le incluye, ni se parta ni le falte fútbol.