Una foto inédita de una roja a Stuani y un viaje a Eibar de madrugada retratan el 'camino a Europa' del Girona: "Es una era adictiva"
El nuevo libro de Jordi Bofill relata con imágenes el trayecto a la Champions del conjunto catalán desde su debut en Primera.
Jordi Bofill (Girona, 1986) es socio del Girona desde 2008. Se abonó a Montilivi con el gol de Migue ante el Ceuta, el del ascenso a Segunda A. Años antes, se había iniciado en el periodismo en la radio de su pueblo, cantando goles de Messi con el Barça C y narrando partidos del Girona en Tercera, cuando jugaba y perdía contra el Palafrugell.
Desde 2017, el año del histórico ascenso a Primera, cubre la actualidad del conjunto rojiblanco en el Diari ARA. Ahora lo compagina con escribir en las páginas del Diari de Girona. Este periodista con alma de historiador, además, lleva un minucioso registro de todos los partidos y jugadores rojiblancos desde su fundación, en 1930. Y es que no hay historia del club, por antigua que sea, que se le resista. Todas están en su disco duro, que vale su peso en oro.
Nadie como él, pues, para relatar el trayecto del conjunto catalán desde su ascenso a LaLiga hasta su debut europeo en el Parque de los Príncipes de París. Lo hace en su último libro 'Girona FC: camí cap a Europa', que es un título oficial del club y de Editorial Base. Un viaje fotográfico por los mejores años de la historia de la entidad al que Bofill, que eligió minuciosamente todas las imágenes que aparecen junto a Nuri Marguí, le pone palabras y sentimiento.
¿Qué relación personal tienes con el Girona?
Soy abonado desde 2008, cuando sube a Segunda A con el gol de Migue; me engancho al Girona durante esa promoción de ascenso. Yo soy de Palafrugell y el equipo de mi pueblo estuvo mucho tiempo en Tercera jugando contra el Girona, y el fútbol que veía de pequeño era el del Palafrugell.
¿Y profesional?
Yo hacía los partidos del Palafrugell para Radio Palafrugell cuando estaba en Tercera y lo entrenaba Domènec Torrent; después lo dirigió Tito Vilanova. Fueron grandes años para el club. Me acuerdo de que subíamos al autobús de los jugadores y con ellos íbamos al campo del Europa, Vilafranca, Sant Andreu, Balaguer o donde fuera. Yo tendría 16 o 17 años, estamos hablando de 2002 o 2003. Entonces, el Girona estaba en ese mismo grupo que el Palafrugell y recuerdo hacer para la radio un Palafrugell 3-2 Girona… y ahora, fíjate, el Girona está en la Champions. Bueno, es que también hicimos partidos de Messi con el Barça C contra el Palafrugell, que los ganaba él solo.
¿Desde cuándo cubres la actualidad del Girona?
Me incorporo al Diari ARA en la temporada 2016-17, el año del ascenso a Primera. Desde entonces he seguido trabajando en el ARA y ahora lo compagino con el Diari de Girona. Hasta 2016, era socio… y también fui accionista porque con Josep Delgado se puso a la venta el club por un euro y vendieron acciones, a 20 euros creo. En casa tengo un diploma con acciones del club que no valen para nada.
Nada que ver el Girona de antes con el de ahora.
En esa época el Palafrugell completaba plantillas con descartes del Girona. Pero realmente, antes no te fijabas demasiado en el Girona. Sabías que era de los clubes importantes de la provincia, pero no estaba en un buen momento. Cuando yo iba al colegio, el Palamós y el Figueres estaban en Segunda A. Eran los dos equipos grandes de la zona. De hecho, uno de mis profesores en Palafrugell era socio del Palamós y nos daba entradas.
📖 "Camí cap a Europa": un recorregut visual inoblidable per la temporada més històrica del Girona FC
— Girona FC (@GironaFC) December 18, 2024
🤝 El Girona, l'Editorial Base i el periodista Jordi Bofill llancen un llibre que captura en imatges la històrica temporada 2023-24.
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El ascenso a Segunda A lo cambia todo.
Sí, sobre todo a nivel mediático. Entonces, ya empiezas a jugar contra Celta, Zaragoza, Real Sociedad… recuerdo que Griezmann y Claudio Bravo perdieron en Montilivi con la Real. Habiendo estado toda la vida mirando el fútbol de élite por la tele, empiezas a ver estrellas, entre comillas, en directo. A media hora de casa. Con 20 años me impactó. No te fijabas demasiado en los jugadores del Girona porque eran mucho más anónimos. Migue, Dorca, Matamala… ahora son leyendas, pero en ese momento podían ser tus primos.
Escribiste un primer libro sobre el Girona.
Sí, con el primer ascenso a Primera escribí un libro titulado 'Els millors anys de la nostra vida' que englobaba desde la llegada de Pablo Machín al banquillo hasta su marcha; de la temporada 2013-14 hasta que el Girona termina su primer año en Primera. Creo, por cierto, que el mayor hito de Machín, más que el ascenso a Primera, fue la permanencia a Segunda A en su primer curso. Llegó a media temporada y salvó a un Girona que igual desaparecía si no se salvaba. Estaba en concurso de acreedores, todavía no habían llegado los nuevos propietarios… fue una época muy complicada a nivel institucional.
Y ahora has escrito el libro 'Girona FC: camí cap a Europa'.
Sí. Es de Editorial Base y es un libro oficial del club con prólogos del presidente Delfí Geli y Míchel Sánchez. Relata el viaje desde la primera temporada en Primera, en 2017, hasta la actualidad. Hay un capítulo de París, cuando el Girona debutó en Champions. Este libro es una continuación de otro título que era 'Girona FC: Camí cap a Primera', que terminó con el ascenso a LaLiga. Es un texto por temporada con muchas estadísticas y, sobre todo, imágenes. Principalmente, es un viaje fotográfico con fotos oficiales del club, algunas de las cuales inéditas, de los tres fotógrafos que ha habido en el Girona: Eduard Duran, Carles Callís y Nuri Marguí, que actualmente sigue en el club.
¿Las fotos las has elegido tú?
Sí, sí. Estuve rebuscando muchas horas en el archivo del club y eligiendo las fotos, con el consenso de Nuri. Por ejemplo, yo elegí la foto portada y ella, la de la contraportada, con Míchel sacando la lengua.
¿La pasada fue la temporada de vuestras vidas?
Fue la temporada soñada. Bueno, ni eso, porque no era imaginable lo que sucedió. Fue un placer continuo de ver buen fútbol, de sentirte superior… de saber que, aunque empezaras perdiendo, lo ibas a levantar. Fueron muchas alegrías. Me pasó muchas veces de volver a casa del campo y ponerme el resumen del partido y decirme 'es que no me lo creo'.
¿Cuál es la foto de la portada del libro?
Es la de la celebración del gol de Stuani contra el Valencia del año pasado. El Girona iba perdiendo 0-1 y en seis minutos remontó, del 82' al 88'. Fue una alegría inmensa y, de hecho, en la foto se ve a Míchel flotando, sin tener los pies en el suelo. Ese día en rueda de prensa Míchel dijo que si el Girona iba a Europa, Stuani sería el capitán en el debut. Significa mucho esta foto.
La segunda es del PSG-Girona.
Es que ese es el día. Yo estuve en París y el momento en el que suena el himno de la Champions nos lo vamos a llevar todos a la tumba. Es increíble que un equipo tan modesto, viniendo del barro, se encuentre en ese escenario y jugando la Champions.
Destacas en el libro que el gran cambio del Girona es social.
En el barrio viejo de la ciudad ahora ves banderas del Girona en los balcones, camisetas… lo he hablado muchas veces con Eloi Amagat, que me decía que en su época no había camisetas del Girona por ninguna parte; todo era Barça, Madrid o Espanyol. Y ahora ves niños con la camiseta de Amagat y de Stuani. Cuando juegan en la calle y retransmiten las jugadas de forma imaginaria, lo hacen narrando al Girona.
El libro empieza en 2017, con el debut en Primera. ¿Cuál es el partido más especial de ese primer curso en LaLiga?
El debut con el Atlético de Madrid. A la media hora el Girona ganaba 2-0 y Portu, en el 44', tuvo el tercero. Lo evitó Oblak. Ese era el primer partido de LaLiga y en el descanso, con 2-0, tú mirabas la clasificación y el Girona era líder. El año pasado se puso muy de moda lo de hacer capturas de pantalla con el Girona liderando la clasificación, pero es que en su debut ya sucedió lo mismo. Después el Atlético empató 2-2, pero ese primer día fue muy especial; el campo estaba lleno, fue la primera vez con las gradas supletorias, el rival era el Atlético… es que fue de película. Y a la semana siguiente, el Girona ganó al Málaga y comenzó con cuatro puntos de seis.
Ese curso el presupuesto era de 44 millones. Ahora es de 113.
Ha cambiado mucho todo, sí. En el primer libro explicamos que una de las primeras decisiones de Quique Cárcel cuando llega al Girona es bajar el sueldo a los capitanes porque no se podían pagar las nóminas. Es la primera decisión de Cárcel. Creo que todavía hoy hay cosas por hacer, como mejorar el estadio, pero se están empezando a tomar decisiones para dejar un legado. Por ejemplo, la construcción de la nueva ciudad deportiva.
En el prólogo del libro, Míchel explica que en sus primeros partidos en Girona el equipo estaba en posiciones de descenso a Primera RFEF y Quique Cárcel le ofreció la renovación.
En ese momento, de hecho, Quique Cárcel no tenía del todo claro si continuar. Venía de mucho desgaste con Eusebio, siendo muy criticado por haberle mantenido en el cargo y porque el equipo terminó bajando. Tampoco funcionaron Unzué, Pep Lluís Martí y Francisco Rodríguez, que lo hizo muy bien, pero perdió dos finales de ascenso en diez meses. Se le decía a Cárcel que no había fichado nunca a un entrenador que diera resultado, porque Pablo Machín lo trajo Oriol Alsina. Hasta que firma a Míchel. Con él en el banquillo se vio sobre todo un estilo de fútbol muy reconocible y vistoso, que era lo que quería la propiedad.
Con Míchel se empiezan a perder partidos, pero se veían cosas muy interesantes. Y con un centro del campo brutal: Aleix García, Samu Sáiz y Baena, además de Pol Lozano. El equipo perdía pero jugaba muy bien y fue una sorpresa para todos la apuesta y la propuesta de renovación a Míchel, sí. Y a Míchel le tranquilizó mucho porque venía de ceses en Huesca y el Rayo Vallecano. Esta confianza fue muy importante y sobre ella se fundamenta todo lo que ha ido sucediendo a partir de entonces.
Escribes en el libro que Míchel inició «una era adictiva en el banquillo».
Es una era adictiva, sí. El Girona tendrá un problema muy grande cuando no esté Míchel. No ha superado a Stuani como leyenda, pero casi. Cuando se vaya Míchel habrá un antes y un después en la historia del club. Comparativamente, no habrá entrenador que esté a su altura. Por lo qué ha hecho y por cómo la ha hecho.
En estas siete temporadas que retrata el libro, ¿con qué momento te quedas?
Con el primer partido en Primera contra el Atlético, el día de París y el ascenso en Tenerife, pero sobre todo con el día de Eibar, en las semifinales del playoff de ascenso a Primera, justo antes de Tenerife. Fue un orgasmo del todo inesperado. El Girona iba a Eibar con la eliminatoria perdida… Mira, yo no tenía previsto ir a Eibar, pero con el compañero de EFE Arnau Segura nos calentamos a última hora y nos acreditamos para el partido. Lo fui a buscar a Torelló a las cinco de la madrugada y fuimos en coche hasta Eibar. Nos dijimos 'bueno, como mínimo comeremos bien' y terminamos a las tantas de la noche mirando vuelos a Tenerife para ir a la final del playoff. El gol llegó en la prórroga de un partido que te chutan 500 veces y no marcan a un gran Juan Carlos. Fue un partido épico. Es uno de los momentos claves de los últimos años.
El libro es un viaje en imágenes, así que te pregunto con qué foto te quedas.
No me gusta destacar lo negativo, pero a veces tienes que hacerlo. Por impactante, me quedo con la roja a Stuani el día que el Girona no subió contra el Elche. Es una imagen inédita que, evidentemente, el club nunca la compartió. Cuando la vi en el archivo del club mientras estaba haciendo el libro dije 'buf, para un momento porque te vienen muchos recuerdos'. Fue el peor día y la decepción duró meses. De alegría, me quedo con la de Santi Bueno gritando en Eibar, las de Taty Castellanos el día del póker al Madrid, la de Juanpe marcando de falta en Champions; esta es una foto que casi merece un libro por sí sola por la historia de Juanpe en el Girona.
Te iba a preguntar por el peor momento, pero ya me has respondido.
Sí. El día del Elche. Todos hemos odiado a Pere Milla, sin tener culpa de nada… hizo lo que tenía que hacer. Es que además fue muy duro en lo profesional. Yo era autónomo cien por cien entonces y tuve problemas de trabajo por no ascender. En clubes como el Girona, si el balón no entra a los periodistas nos va el trabajo.
¿Qué hay que esperar del Girona en el futuro?
Tiene que seguir en Primera. Bajamos una vez ya… y la gente dice 'hemos demostrado que podemos volver', pero yo prefiero no tener que demostrar nada. Por eso me sabe un poco mal que este año no se esté disfrutando del todo; hay crispación en el entorno, hubo la famosa pañolada, los precios de la Champions… y es que el Liverpool quizás no vuelve nunca más a Girona o el club no volverá a quedar tercero en LaLiga. El día del Athletic Club en Montilivi se silbó al equipo porque el juego no gustaba. Hay que valorar cada día que el Girona esté en Primera.
¿El Girona es el segundo club de Cataluña?
Para los gironins tiene que ser el primero. Si te pones a mirar registros e historia quizás el Girona no sea ni el tercero porque el Sabadell ha estado más años en Primera. Ser el segundo mejor equipo de Cataluña no te convierte en el segundo mejor club. Son cosas distintas, al Girona le falta prestigio e historia. Pero para los gironins debería ser el primer y único club de Cataluña porque antes en Girona la gente no era del Girona y ahora sí lo es. Ese es uno de los grandes éxitos.