ATLÉTICO DE MADRID - REAL SOCIEDAD

Un fichaje que se fraguó en el transcurso de una boda: "'¿Te quieres venir al Atlético de Madrid?' Me quedé blanco"

Peio Uralde recuerda cómo se gestó su salida de la Real Sociedad, con la que había sido campeón de Liga, al equipo colchonero.

Peio Uralde celebra un gol en Atotxa en presencia de Satrústegui. /Diario Vasco
Peio Uralde celebra un gol en Atotxa en presencia de Satrústegui. Diario Vasco
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

Quizá no tenga el cartel ni la relevancia de otras grandes leyendas de la Real Sociedad como los Arconada, Zamora, López Ufarte, Satrústegui, Kortabarria, Górriz y compañía, pero su importancia en la consecución de los dos títulos de liga del equipo blanquiazul está fuera de toda duda. A Peio Uralde (Gasteiz, 1958) se le caían los goles. Tanto era así que en el segundo campeonato, él, con 14 'txitxarros' fue el máximo artillero del equipo que dirigía Alberto Ormaetxea, uno más que el '9' por excelencia de aquel equipo como era 'Satrus'. En su contra juega que, a diferencia de los mitos anteriormente señalados, Uralde no quiso tener una carrera vestido únicamente de txuri urdin. Y aprovechando la abolición del derecho de retención que en aquellos años tenían los clubs, el gasteiztarra dio un paso adelante y fichó por el Atlético de Madrid, lo que hizo que la entidad entonces presidida por Iñaki Alkiza le llevara a juicio.

Su fichaje por el equipo colchonero, como reconoce el protagonista de esta historia, fue "una casualidad de la vida" que apareció en el transcurso de una boda. Un año despues, ya vestido de rojiblanco, vivió desde el banquillo, la consecución de del título de Copa que la Real consiguió en La Romareda, precisamente, frente al Atlético de Madrid. "'Peio, ¿tú quién quieres que gane'?, le preguntó un compañero antes de comenzase la tanda de penaltis. Dos días después de perder el título, se marchó de vacaciones a Colombia junto a Bakero, Txiki y López Rekarte. "Era un viaje cultural", asegura esgrimiendo una gran sonrisa. Metido desde que colgara las botas en el mundo de la representación, Uralde, uno de los cuatro socios de la agencia IDUB, no se moja cuando le preguntan por el futuro de dos de sus grandes representados como son Xabi Alonso y Martín Zubimendi. "Yo soy de los que piensan que un futbolista tiene que tener una mentalidad abierta, y no solamente un futbolista, cualquier persona, pero en el caso del futbolista creo que tiene que tener una mentalidad abierta a tener experiencias nuevas y diferentes", se limita a señalar en clara alusión al futuro del todavía centrocampista blanquiazul.

Uralde recuerda cómo fue su salida de la Real Sociedad. Relevo

¿Cómo te va la vida?

Pues bien. La verdad es que no me puedo quejar de gran cosa. Cuando dejé el fútbol, me quedé a vivir en Donosti y estuve pues 10-15 años en Donosti hasta que conocí a la que es mi mujer, que es de Vitoria, y me casé con 46 años, fíjate, y fui padre con 48. Y ya cuando nació el chaval, cuando iba a nacer, nos fuimos a vivir a Vitoria. Entonces estoy viviendo en Vitoria con mi mujer y con el chaval, que bueno, el chaval ya ha salido este año a estudiar fuera y bueno, sigo con el trabajo, aunque tengo edad de jubilado, pero sigo trabajando, porque mi mujer no me deja jubilar.

Sigues vinculado al fútbol, pero de otra manera...

Sí, desde que dejé de jugar empecé en la representación de futbolistas con el que era mi representante en su momento, que era Miguel Santos. Siempre me decía, cuando estaba jugando todavía, que cuando acabara me fuera a trabajar con él. Llegó el momento. Acabé en julio del 92 y en septiembre ya estaba trabajando con ellos.

"Han salido muchos representantes nuevos que, claro, iban a por jugadores de Primera División y ya tenían sus agentes. Luego iban a por los de Segunda División, y tampoco. Ahora hay agentes que tienen chavales de 12 años, lo cual a mí me parece una barbaridad"

Peio Uralde

¿Cuánto ha cambiado la representación?

Muchísimo, como todo en la vida. Ha cambiado mucho, ha evolucionado mucho. En algunas cosas yo creo que a peor, porque han salido cantidad de agentes nuevos. Desde fuera, como todas las profesiones, se ve muy bonito. Se ve todo fácil, hablo con un jugador, lo llevo, por ejemplo, al Zaragoza y gano un dinero. Desde fuera se ve fácil pero es muy complicado. Han salido muchos representantes nuevos que, claro, iban a por jugadores de Primera División y ya tenían sus agentes. Luego iban a por los de Segunda División, y tampoco. Ahora hay agentes que tienen chavales de 12 años lo cual a mí me parece una barbaridad. Es una locura porque les marean. Es un juego en el que han entrado los agentes, los padres, las familias y los clubes, porque los clubes también ahora con chavales de 12 años les empiezan a llamar otros clubs, con lo cual pues es un circo y un círculo que se ha creado ahí, que, joder, va en perjuicio de los chavales. Yo opino que un chaval hasta los 15 años como mínimo, tiene que estar en casa, y hasta los 18 tengo dudas. Si el chaval es maduro, adelante, pero hay otros que no lo son, que les cuesta más y, a veces, fuerzan mucho las situaciones.

¿Quién tiene más peligro: los padres o los representantes?

Al 50% porque te digo que hay padres también que son la hostia. Tiene un hijo de 15 años y ya han tenido tres representantes diferentes. Yo conozco casos. Pero los agentes, también porque les cuentan muchas milongas a los chavales y a la familia y les engañan o se dejan engañar.

¿Cómo es la relación agente-futbolista?

Yo creo que se ha vuelto todo mucho más frío. Nosotros, la agencia nuestra de representación, llevamos ya 30 años o más, que ya es hablar de muchos años. Hasta hace 5 años o no mucho más, el 80% de los representados no los teníamos ni firmados, fíjate, porque era un tema de confianza. La representación de una persona es un tema muy grande de tener confianza en esa persona, que te haga bien las cosas y se ha perdido mucho el tema de la relación personal que, en nuestro caso, y ya siendo tan mayores, no podemos cambiarlo. Nosotros hemos dado siempre mucha importancia al tema personal. De hecho, somos cuatro socios en la empresa que estamos juntos desde hace mucho. El último que entró fue Vicente Biurrrún y entró en el 1995 con lo cual quiero decir que somos una raza de agentes rara porque no es lo normal. En un mundo como éste donde hay tanto protagonismo, tanto tema económico, hay tantas cosas que mantener esa amistad, que es a lo que nosotros hemos dado mucha importancia... Nosotros siempre decimos que es nuestro patrimonio porque mantenemos esa relación. Seguimos siendo socios, seguimos siendo amigos y hoy es el día que todavía en febrero, cuando acaba el mercado de enero, nos vamos una semana a esquiar. Hacemos fiestas en Sanfermines o de Vitoria, hacemos una comida a toda la empresa, intentamos mantener cosas que creo que son importantes, que, en los tiempos de ahora, igual no se les da tanta importancia o no se hacen tanto.

Uralde, entre Perico Alonso y Juanan Larrañaga.  Diario Vasco
Uralde, entre Perico Alonso y Juanan Larrañaga. Diario Vasco

¿Qué significa la figura de Miguel Santos en la representación?

Miguel Santos, para mí, profesionalmente hablando, fue el precursor de esta profesión de representación porque, antiguamente, eran intermediarios. ¿Qué significa? Que tu intermediabas entre el jugador y el club, y negociabas. Y él fue el precursor de la representación de los jugadores. Contaba como anécdota que un día fue al Barça a hablar con Núñez y estaba hablando de José Mari Bakero y el presidente le dice: 'Pero si ya me han hablado tres o cuatro intermediarios' A lo que Miguel le contesta: '¿Por qué no le llamas a Bakero y que te diga él?' Le llamó y le dijo que con el que tenía que hablar era con Miguel Santos. Lo importante era representar al futbolista y él fue un poco el precursor, para mí, de esta profesión. Y luego, ya a nivel mío personal, es una persona que ha sido muy influyente en mi vida, tanto en mi vida de futbolista como en mi vida profesional posterior, porque me dio la oportunidad de trabajar en esto y siempre será una persona que tiene en mi corazón un hueco importante. Es alguien muy especial en todo, para lo bueno y para lo malo. Es un personaje, pero creo que ha hecho mucho bien en esta profesión. Era un gran profesional y un gran trabajador porque no tenía horarios. Le daba igual. Le decías que tenía que ir a Lisboa mañana por la mañana y se cogía el coche y se andaba 800 kilómetros para llegar allí a la mañana. En eso era un tipo muy trabajador. Y luego era muy bueno. Cuando empecé yo acaba de dejar el fútbol y entonces yo hablaba a los directores deportivos de un jugador que igual había sido compañero mío y les decía cómo jugaba. A mí no me hacían ni caso, pero llegaba él, decía unas cosas y lo firmaban. Yo le decía: 'Esto no es justo, Miguel'.

Seguro que has hecho más kilómetros de representante que de jugador...

Sí. También porque llevo más años de representante, pero sí que se viaja mucho. Miguel Santos también decía que era una profesión para solteros porque son 24 horas, pero como todo en la vida, ahora yo tengo una edad y me lo tomo con más calma, intentas elegir el trabajo que tienes que hacer. Soy un privilegiado.

¿Te acuerdas de quién fue tu primer futbolista representado?

No, porque cuando entré ya con Miguel, ya había una cartera de jugadores. Hemos trabajado mucho en grupo. Luego sí que es cierto que cada uno tenía sus jugadores, digamos, porque el jugador necesita tener a alguien en concreto, no un grupo. Pero sí que hemos trabajado mucho en grupo. Y yo, dentro del despacho, ya en el segundo o tercer año, empecé con el tema de extranjeros, de intentar traerlos a Europa, sobre todo sudamericanos y holandeses en su momento. En ese aspecto yo hacía más intermediación que representación porque mi trabajo era hablar con otros agentes para que nos dieran autorizaciones de sus jugadores para traerlos a España.

Trajiste a Martín Lasarte a la Real Sociedad, ¿no?

Sí. Martín Lasarte fue mi compañero en el Depor mis dos últimos años e hicimos muy buena relación y luego, por mi trabajo, solía viajar mucho a Argentina. Cada vez que íbamos, solíamos ir a Montevideo para estar unos días con él. Las casualidades que se dan en la vida muchas veces. Un día fui con Loren a Argentina a ver fútbol cuando Loren estaba de director deportivo de la Real Sociedad. Le llamé a Martín, que estaba en Montevideo y le dije: 'Martín, ¿por qué no te vienes un par de días que estoy con Loren aquí viendo unos partidos? Y me contesto que sí, que se venía. Conoció a Loren y cuando volvíamos, me dijo: 'La verdad es que me ha encantado Martín. Es un tío súperpreparado, para tenerlo en cuenta' Pasó un tiempo, se dieron las circunstancias. Loren pensó en Martín y lo trajimos para la Real y la verdad es que hizo un trabajo.

En todos estos años, ¿cuál ha sido el caso más especial, el que más te ha llenado como agente?

Sería injusto decir un nombre porque hay muchísimos. Si de algo nos hemos vanagloriado es que hemos mantenido esa relación personal, de la que hemos hablado al principio, de jugadores. Quizá uno de los más reconocidos sea Xabi Alonso. Yo he jugado con su padre, fíjate si soy mayor. Hemos representado a su padre también de entrenador cuando hizo sus pinitos. Luego hemos representado a su hijo, a Xabi, durante toda su trayectoria, y ahora se le representa de entrenador. Te estoy diciendo lo de Xabi, pero es que hay muchos casos de esos, como Mendilibar o muchos que les hemos representado de jugadores y luego los hemos mantenido como entrenadores. Da pie a pensar que estamos haciendo algo bien las cosas.

Entre tú y yo, ¿se va al Madrid?

(Risas) No se lo digas a nadie. Está sonando mucho y la verdad es que seguro que es una opción, pero no es fácil.

Uralde habla de Martín Zubimendi. Relevo

¿Y Martín Zubimendi?

Te hablo como aficionado y como exfutbolista, no como agente. Yo soy de los que piensan que un futbolista tiene que tener una mentalidad abierta, y no solamente un futbolista, cualquier persona, pero en el caso del futbolista creo que tiene que tener una mentalidad abierta a tener experiencias nuevas, diferentes. Es muy respetable la gente que se quiere quedar en un club toda la vida, porque familiarmente están bien, están cómodos, están a gusto, pero yo pienso que los jugadores tienen que tener esa mentalidad de decir: 'Hostia, si me quiere fichar el Barça o el Madrid o el Manchester o el que sea, ¿por qué no? Es que no lo voy a vivir'. Creo que te puedes arrepentir más de dar el paso de quedarte que de dar el paso de irte. Todo este rollo que te estoy contando, yo le estoy animando, bueno, el despacho, le está animando a que tome esa decisión porque creo que es importante. Al final el que decide siempre es el jugador, porque nos ha pasado muchos casos de que nosotros pensamos una cosa y el jugador... Me acuerdo de Mikel Aranburu. En su último año en la Real jugó 25-30 partidos y vino al despacho y nos dijo: 'Quiero dejar el fútbol'. Y nosotros: '¿Cómo vas a dejar el fútbol? Pero si has jugado todo el año bien, si la Real te quiere renovar'. Nosotros no queríamos que dejará el fútbol y Mikel dijo lo quiero dejar y al final, le apoyamos en su decisión y, en este caso, Martín es el que tiene la palabra de dar el paso.

Hablando de tu época de jugador, ¿tenías esa mentalidad abierta de querer probar cosas nuevas?

Sí, yo la he tenido. Yo me fui de Vitoria con 18 años y en aquella época, ir de Vitoria a San Sebastián era como irte a la guerra. Me acuerdo que vinieron a la estación a despedirse todos mis amigos del barrio, toda mi familia y todos llorando porque me iba a San Sebastián, fíjate, con lo cual significa que sí que tenía esa mentalidad. Y luego, más adelante, di el paso de irme de la Real al Atlético de Madrid porque me salió la oportunidad. Lo más fácil y lo más cómodo era quedarme en la Real. Pero creo que lo que te he dicho antes, nunca me he arrepentido de haberme ido. ¿Qué hubiese pasado si me hubiese quedado? ¿Me hubiese arrepentido? Pues igual no, porque yo creo que soy una persona positiva y me amoldo a lo que hay, pero he tenido unas experiencias, he conocido a gente de otros clubes con los que mantengo relación con muchos de ellos como el caso de Martín Lasarte. Si no hubiera ido a A Coruña, igual no lo hubiese conocido nunca. He tenido la fortuna de conocer al Julio Salinas de turno en Madrid, a Rafa Alkorta o Patxi Ferreira en Bilbao, a Claudio Barragán, que ahora me acuerdo mucho de él... He conocido a cantidad de gente que, si no doy esos pasos, no los hubiera conocido y la vida, yo creo, que cuantas más experiencias puedas tener, pues mejor. Y luego, ya de mayor, puedes contar más batallitas también.

"Tuve un lío con la Real Sociedad. Me llevaron a juicio. Ahí fue cuando empecé a trabajar como jugador con Miguel Santos y la verdad es que fue duro el paso que di. Y pasé por encima de todo, pero, lo que te he dicho, nunca me he arrepentido"

Peio Uralde

Saliste de la Real porque desapareció el derecho de retención, ¿no?

Sí, así es. No, de hecho tuve un lío con la Real Sociedad. Me llevaron a juicio y todo porque ese año se acabó. Ahí fue cuando empecé a conocer a Miguel Santos. Bueno, cuando empecé a trabajar como jugador con Miguel Santos y la verdad es que fue duro el paso que di. Hubo un problema porque llegamos a un acuerdo, pero no llegamos a plasmar un contrato porque faltaban los típicos flecos que se suele decir en el fútbol. Faltaba eso y no se solucionaba y al final me salió lo del Atlético de Madrid y di el paso. Y pasé por encima de todo, pero, lo que te he dicho, nunca me he arrepentido.

La Real te quería renovar...

Sí, claro. De hecho, llegamos a un acuerdo verbal que se dijo en su momento. La Real me llevó a juicio. Lo gané porque lo preparé con un abogado y la verdad es que no había por dónde agarrarlo, porque era un acuerdo verbal que en algunos casos puede valer, pero en este caso, no valía. El juez dictó sentencia a mi favor, pero la Real volvió a recurrir y, a los dos o tres años, que yo ya estaba fuera del Atlético, ya estaba en el Athletic... Me acuerdo incluso que Alkiza me llamaba para que volviera a la Real. Un día, entrenando con el Athletic, me dicen: 'Oye, que te han llamado que tenías un juicio en Donostia' No tenía ni idea. Ni vine al juicio. Salió una sentencia por la que tenía que pagarles una cantidad.

Te tocó formar parte de la Real más grande la historia...

Soy de Vitoria y todos los amigos éramos del Alavés. Pero como no estaba en Primera, pues unos eran del Athletic y otros de la Real. Yo, desde crío, era de la Real. Y salió la oportunidad de venir al Sanse, Imagínate. Fue un lujo para mí. Yo estaba en una nube, ni me lo creía. Y luego ya cuando tuve la posibilidad de jugar ya en la Real, pues imagínate. Y encima fue la época que había cinco o seis jugadores top de Primera División. Llegamos los Bakero, Larrañaga, Gajate, Górriz… Aportamos también nuestro granito y conseguimos hacer un equipo muy potente y que ganamos dos ligas. Deportivamente, ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida.

La segunda liga llegó con Peio Uralde como máximo goleador de la Real Sociedad...

Sí. En la primera también participé mucho. Creo que marqué siete goles. ¡Cómo era el fútbol de antes! Ahora hay jugadores que se quejan muchas veces de cosas. Me acuerdo en la primera liga un partido que jugamos en Pamplona y ganamos 0-3. Y metí yo los tres goles. Y al partido siguiente, en Atotxa, Alberto Ormaetxea me dejó en el banquillo. Yo decía: 'Qué raro' Me tuvo calentando una hora durante el partido y no me sacó ni un minuto. ¡Y no podíamos ni quejarnos!. Al revés, poner buena cara y el lunes, otra vez a entrenar. Todo ha cambiado mucho, se piden muchas cosas, pero bueno.

Uralde recuerda lo que significó para él formar parte de la mejor Real de la historia. Relevo

¿Por qué al Atlético de Madrid?

Fue una casualidad de esas que se dan en la vida. Yo soy mucho de pensar, de decir: 'Si esto surge es porque tenía que surgir y hay que tomar la decisión'. Yo estaba en una boda en Donostia, faltando 10 días o así para empezar a entrenar. Y entonces, en la boda en la que estaba había un directivo del Atlético de Madrid y alguien le comentó eso, que yo estaba preocupado porque todavía no había firmado el contrato con la Real. Vino donde estaba yo y me preguntó por la situación. Yo le dije que faltaban unas cosas que no me han solucionado y que estaba un poco preocupado. Y me pregunta: '¿Te vendrías al Atlético de Madrid?' Me quedé blanco, claro. Imagínate una boda, que estás encima con una copita de más, y le llamé a Miguel, le conté lo que me había pasado y habló con ellos. 'Te llamamos el lunes y si llegamos a un acuerdo... Pero con todas las consecuencias', me espetó Miguel. Durante ese fin de semana estuve con él y lo decidimos. Y así fue, una casualidad.

Uralde, el último por la derecha, junto a Elduayen, Julio Salinas, Dapena y Rubén Bilbao.  Atlético de Madrid
Uralde, el último por la derecha, junto a Elduayen, Julio Salinas, Dapena y Rubén Bilbao. Atlético de Madrid

La pena es que no salió del todo bien la aventura en el Atlético de Madrid. Solo estuvo una temporada...

El Atlético de Madrid ha sido complicado casi toda su historia. Es verdad que no hicimos una gran temporada porque quedamos por la mitad, pero, a nivel personal, aprendí muchísimo. Tuve de entrenador a Luis Aragonés con el cual aprendí otro tipo de juego, conocí un club grande, una ciudad grande, compañeros como Julio Salinas, Quique Setién, Rubén Bilbao... Para mí fue una experiencia muy gratificante, la verdad. Deportivamente, metí ocho o diez goles, tampoco fue exagerado, pero tampoco fue un fracaso. Jugué bastantes partidos, jugué más de treinta partidos, jugué una final contra la Real Sociedad de Copa... Fue un año difícil pero muy positivo.

¿Siendo de la Real se te hizo raro vestir de rojiblanco?

La primera vez que jugué contra la Real se me hizo muy duro. Te cuento una anécdota de cómo éramos antes los futbolistas. En la final de Copa no tiraba penaltis, claro y estábamos en el banquillo. Iban a tirar los penaltis y estaba Agustín Elduayen, que también fue portero de la Real. Y estaba en el banquillo conmigo y me viene y me dice: 'Peio, ¿quién quieres que gane?' Fíjate cómo éramos. Y de hecho, joder, luego ese año el partido fue un sábado y el martes nos íbamos de vacaciones con tres de la Real Sociedad.

"En la final de Copa no tiraba penaltis y estaba en el banquillo con Elduayen, que también fue portero de la Real. Me viene y me dice: 'Peio, ¿quién quieres que gane?' El partido fue un sábado y el martes me fui de vacaciones con Bakero, Txiki y López Rekarte"

Peio Uralde

Con la falta de gol que tiene ahora la Real Sociedad, le vendría bien tener un Peio Uralde...

Peio Uralde le vino bien a la Real cuando estuvo y ya está. Siempre las comparaciones son... Decir: 'Este ahora no jugaría, el otro no sé que, este es mejor...' Cada época es cada época, cada jugador es cada jugador. Sí que es cierto que este año la Real ha fallado un poco en el tema, pero, muchas veces, no es solamente culpa del delantero no meter goles. Lo mismo que tampoco es culpa del portero o de los defensas el que te metan mucho. Al final es un grupo de 25 jugadores, que todos tienen que aportar su granito en el rol que tengan cada uno. Son épocas diferentes. Oskarsson todavía es un chico joven que necesita todavía tiempo. Tiene todas las cualidades para poder triunfar, pero hay muchos jugadores que son muy buenos e igual no encuentran el sitio ideal y no triunfan e igual van a otro sitio y triunfan. Y al revés, que hay jugadores que crees que no van a triunfar en este equipo y, por su manera de ser y por su carácter, van para arriba. Hay que dar tiempo a las cosas.

¿Es el puesto más complicado el de delantero?

Para mí, sí. En mi época se jugaba de otra manera. Es un puesto muy complicado y ahora yo creo que todavía más porque no se centra tanto como antes, no se juega tanto en el área como antes me da la sensación, pero sí que es muy gratificante porque metes un gol y eso ya casi te salva el partido. Todos los puestos tienen sus pros y sus contras, pero en mi época siempre decía que como los delanteros tenían más imaginación que los defensas, ahora ya no pasa eso, pero en mi época se solía decir que teníamos las novias más guapas que los defensas.

"Siempre ha habido una leyenda de los defensas, que eran duros y valientes. Y yo siempre he defendido que los valientes eran más los delanteros y en el caso de López Ufarte, para mí, era muy valiente porque cada partido le daban diez patadas"

Peio Uralde

¿Quién ha sido el mejor futbolista con el que ha jugado?

Sería injusto decir uno porque he tenido la suerte de jugar con muchos grandes jugadores, pero López Ufarte quizá ha sido el jugador más determinante. Seguro que ha sido el jugador que más asistencias me ha dado y con el que más goles he metido. Se iba hasta la línea de fondo, me centraba atrás y yo la empujaba. Era una gozada verlo, la verdad.

El Messi de antes, ¿no?

Lo que hemos dicho antes, que no se puede comparar. Pero en su momento... Siempre ha habido una leyenda de los defensas, que eran duros y valientes y tal. Y yo siempre he defendido que los valientes eran más los delanteros y en el caso de López Ufarte, para mí, era muy valiente porque cada partido le daban diez patadas. El rol del defensa de turno era que López Ufarte no le regateara y para eso se admitían patadas, agarrones. Eso sí que era ser valiente.