El fenómeno Mbappé como paradigma de un bendito desastre
El hat-trick del astro francés en Pucela culmina su sensacional momento de forma y eleva al Real Madrid a lo más alto de la tabla.

Ya son los tiempos de Kylian Mbappé en el Real Madrid. Lleva siendo oficial varias semanas. El crack de Bondy enlaza seis goles en sus últimos tres partidos y se alza hasta los 22 tantos en lo que llevamos de curso, además de haber repartido tres asistencias. Su encuentro en Pucela fue el más feliz, coronado con su primer hat-trick de blanco y posando a su equipo como líder destacado en Liga, a cuatro puntos del Atleti, que este sábado pinchó en el Metropolitano.
Mbappé está feliz. Así se le vio al micrófono de Victorio Calero en Real Madrid TV, justo al final del encuentro contra el Real Valladolid. "Hoy teníamos que jugar bien tras el resultado del Atlético. Marcamos el primer gol con un esfuerzo colectivo y jugamos bien en la segunda parte. Controlamos el partido y marcamos el segundo y el tercer gol", comentó con soltura y en su habitual perfecto español.
Después, recibió el balón firmado de sus compañeros. Con dedicatoria especial de Luka Modric, que le escribió "monstruo de la presión. Bien hecho", refiriéndose a la ayuda extra de Mbappé en defensa en estos últimos compromisos. El galo es muy querido en el vestuario merengue y se le nota una conexión especial con Bellingham, que le regaló el pase de gol en su primer tanto.
El mejor momento de Kylian, casualmente, coincide con el mejor momento del Real Madrid. Por fin lideran la tabla liguera con solvencia, tras un inicio tormentoso, y Ancelotti va encontrando la armonía en el once pese a la debacle de Yeda, en la que el Barça desmontó las fisuras del conjunto madridista.
Mbappé cumple con el plan
En la planta noble del Real Madrid Mbappé era el plan para esta temporada. Su fichaje, perseguido durante siete años, vio la luz el pasado mes de julio, y en la directiva de Chamartín contaban con los números del ex del PSG para aligerar una campaña que se antojaba fatigosa.
Los goles del francés se resistían en los primeros pasos del curso, y la plantilla lo sufría. El Madrid no le tomaba el pulso a la Liga y ni mucho menos a la Champions. Mbappé tocó fondo en aquella semana traumática en la que encadenó dos penaltis errados, primero en Anfield contra el Liverpool y después en Bilbao ante el Athletic.
Tras aquello, el clic. Desde el mes de diciembre el galo es el que todo el mundo conoció, y en cada partido va exhibiendo su mejoría. En los números se aprecian las pruebas: Lewandowski, Pichichi acelerado en la fase inicial de la temporada, sólo le saca un tanto a Mbappé en el final de enero (los 15 de Kylian por los 16 del polaco).
El fenómeno Mbappé también sirve para ilustrar el bendito desastre del Real Madrid. En las oficinas de Valdebebas fiaron el año a la calidad de su jugador, sin reparar en otras posiciones diezmadas por las lesiones, o las debilidades de su juego, y la apuesta ya les sale. A estas alturas no importa la falta de fútbol del equipo en muchos tramos de la temporada, ni el inmovilismo de Ancelotti. El Real Madrid ya está clasificado para la siguiente fase de la Champions y marcha líder destacado en Liga.