La soledad en Valdebebas de Reinier, el futbolista olvidado que costó 30 millones al Real Madrid

Reinier (21 años) aterrizó hace tres años y medio en el Real Madrid procedente del Flamengo y a cambio de 30 millones de euros. La dirección deportiva blanca, fiel a su política de las últimas temporadas, reclutaba a una perla brasileña por la que se peleaba media Europa, entre ellos el Atlético (un emisario rojiblanco llegó a visitar a la familia del jugador en Río). Llegaba avalado por el buen ojo de los scouts madridistas, igual que otros jóvenes como Valverde, Rodrygo o Vinicius, aunque su caso, por ahora, es muy distinto.

¿Qué pasa con Reinier? De momento, que se entrena casi en solitario en Valdebebas mientras sus compañeros están de gira por Estados Unidos. El brasileño comenzó la pretemporada el 10 de julio a las órdenes de Ancelotti, pero cuando la expedición cogió el avión rumbo a Los Ángeles nueve días más tarde, él se quedó en tierra. El motivo es que no cuenta para Carletto y en el club confiaban en cerrar una nueva salida lo antes posible. Una intención que aún no se ha cumplido y que se alarga más de lo deseado.

Hasta que encuentre destino, Reinier se ejercita con el Castilla, aunque no exactamente con el resto de la plantilla. Igual que le ocurrió el curso pasado hasta cerrar su cesión al Girona, al brasileño le toca estar con un grupo de canteranos del filial que están en su misma situación, a la espera de concretar una cesión o traspaso. Raúl, como es lógico, prefiere preparar la temporada con los futbolistas que va a tener a sus órdenes en Primera RFEF y por ese motivo no integra con el resto a los que van a marcharse con total seguridad. Entiende que no tiene demasiado sentido realizar ensayos tácticos con jugadores que luego no van a estar con él, como pasa con Reinier.

En las tres temporadas y media que lleva como madridista (lo ficharon en 2020) el nivel de Reinier ha estado muy alejado de lo que se esperaba. Ni en su préstamo en Alemania (dos años en el Dortmund) ni la temporada pasada en el Girona ha conseguido regularidad. Tampoco ha llegado a debutar en el primer equipo del Real Madrid, donde la llegada de Bellingham (ocupan la misma demarcación) le tapa definitivamente el sitio en el presente y quién sabe si también en el futuro.

Este verano anduvo muy cerca de cerrar su vuelta al Girona, porque Míchel confía en su talento y quería darle una segunda oportunidad (el curso pasado hizo dos goles y sólo fue titular en cinco de los 18 partidos que jugó). Sin embargo, los clubes no llegaron a un trato y el equipo catalán se decidió finalmente por Pablo Torre, oportunidad que apareció al negociar la marcha de Oriol Romeu con el Barcelona.

El reloj, por tanto, corre en contra de Reinier. Primero porque en lo personal es una situación incómoda la de entrenarse casi en solitario en Valdebebas, más aún cuando el Castilla se marche la próxima semana de pretemporada a Galicia. Además, incorporarse a una plantilla en marcha siempre es más complicado que hacerlo desde el primer minuto. En Valdebebas no tienen ninguna queja con él, porque es un jugador muy profesional, pero los empleados blancos son los primeros que desean que esta situación termine lo antes posible para que el brasileño pueda encontrar un sitio donde mostrar su mejor versión.