DEPORTIVO ALAVÉS 1 - VALENCIA 0

La escena más loca del año se quedará en la Jornada 4: dos penaltis, un 'milagro' y cinco errores en seis minutos

Cenk provocó un penalti que cometió Mamardashvili. Kike García lo lanzó dos veces y el georgiano le paró las dos. A la siguiente jugada, el central marcó en propia puerta gracias al delantero.

Kike García celebra un gol con el Alavés./GETTY
Kike García celebra un gol con el Alavés. GETTY
Jonás Pérez

Jonás Pérez

El fútbol, a veces, es imposible de explicar. Y los cinco minutos iniciales del Alavés-Valencia son el colmo. De hecho, solo se jugó en la desdicha. A los cuarenta segundos de partido, Cenk, uno de los tres protagonistas de estas líneas, cedió sobre Mamardashvili de forma errónea y el portero arrolló a Luis Rioja. Penalti. Apunten en la libreta: error del central en el pase y error del guardameta en cometer la pena máxima.

Tras los protocolarios segundos de protesta, Kike García fue a lanzar desde los once metros. Y lo paró Mamardashvili, que se hizo gigante volcándose sobre su lado izquierdo y adivinando la intención del jugador del Alavés. Más para la libreta: error del '15' en el disparo y acierto del georgiano en su intervención. A lo que hay que sumar el error del central en el pase y el error del guardameta en cometer la pena máxima.

La historia continúa. El VAR dictamina que el penalti debe repetirse porque Diego López entró en el área antes de tiempo y fue el que acabó despejando el balón. Más segundos protocolarios de protesta y vuelve Kike García. Coge carrerilla el delantero, cambia el lado y Mamardashvili vuelve a realizar una fantástica parada y a salvar al Valencia. Ver para creer.

La libreta sigue rellenándose: el error de Cenk en el pase, el de Mamardashvili cometiendo el penalti, los dos fallos de Kike García y los dos formidables aciertos del portero en los lanzamientos. Ahora sí, más de cinco minutos después, vuelve a rodar el balón. 

La psicología es parte inherente del deporte y no siempre es fácil rehacerse de errores de tal forma. En la jugada posterior a la doble intervención de Mamardashvili, Duarte metió un centro desde el costado izquierdo y Kike García, con su habitual instinto, se lanzó a por el balón con tal fuerza, que enredó a los dos defensas del Valencia hasta que el balón llegó al fondo de la red.

Kike García no llegó a tocar la pelota, sino que se la introdujo en su propia portería Cenk. Se cierra así el círculo de errores y aciertos, en los que salió malparado el central y portero y delantero se rehicieron con actuaciones sobresalientes. Antes de cerrar la libreta, un último repaso: Mamardashvili paró dos veces un penalti que él mismo cometió; Kike García falló en dos ocasiones la pena máxima y después fue clave en el gol (en la recta final de la primera parte, chutó al palo); y Cenk 'provocó' el penalti con su cesión y marcó en su misma meta. Todo en los seis minutos más alocados de la temporada: ¿se verá algo así en lo que resta de Liga?