El estreno de Endrick explica cómo la presión que le puso en el foco de la NBA no va con él

Las cámaras apuntaban a Mbappé, se detuvieron en el atrevido look de Vini por el sopor de un Real Madrid-Real Valladolid de verano y se quedaron en Endrick: el brasileño marcó a los 10 minutos de debutar y reivindicó que él también puede jugar un papel estelar esta temporada. Ancelotti y el club saben desde hace tiempo que moldean a un diamante y que en el delantero hay madera para que continúe la saga de compatriotas que han dejado huella en Chamartín. A sus 18 años, sin participación ni en la Supercopa de Europa ni en Mallorca, ya se ha apuntado un récord (el del extranjero más joven en anotar en Liga de blanco) y demuestra con trabajo que quiere más (fue el único en quedarse realizando trabajo extra con Antonio Pintus al término del partido).

Su esfuerzo y atrevimiento no cogen por sorpresa a casi nadie. Cuando Juni Calafat se lanzó a por su fichaje en 2022, lo hizo movido por dos aspectos igual de importantes: la "buena pinta" futbolística de la que habló Carletto y una madurez insólita en alguien de su edad. Los informes personales rozaban la matrícula de honor: "¡Qué cabeza!". No hubo malas caras ni decepción por quedarse a cero en Varsovia y Son Moix; sólo ganas renovadas y hambre de corresponder a la apuesta de un Madrid que desembolsó 47 millones de euros por él hace 20 meses.

Joe Mazzulla, entrenador de los Boston Celtics y seguidor de Palmeiras, puso su nombre sobre la mesa antes de las últimas Finales de la NBA al ser preguntado sobre la presión a la que se enfrentaba su estrella Jayson Tatum. "La perspectiva con la que los medios de comunicación miran a los deportistas estadounidenses es muy similar a la de los futbolistas brasileños. Si nos fijamos en cómo ha estado Neymar durante toda su carrera, llevando el '10' y el '9'... ¿Quién no cree que ha tenido que lidiar con problemas? ¿Cómo creen que los ha manejado? Ahora vemos que Endrick, que está llegando, se va a enfrentar a eso pronto", advirtió. Y lo cierto es que, pese a haber cargado con la camiseta de la pentacampeona del mundo, el club más laureado de Brasil y el equipo más mediático del planeta, Endrick no se cansa de ahuyentar comparaciones y contradecir a Mazzulla: la presión no va con él.

Contra el Valladolid le bastó un ratito para revelar sus virtudes (manejo de las dos piernas, potencia y disparo) y para confirmar que nació con un don. Los datos respaldan lo que circula entre la afición: que está tocado por una varita. En marzo, en su segunda convocatoria con Brasil, marcó a los nueve minutos de entrar en Wembley y a los cuatro de ingresar en el Bernabéu. Contra Inglaterra salió en el 71' y consiguió el 0-1 que decidió la victoria en el 80'. Ante España, con 2-1 a favor de la campeona de Europa, Dorival le sacó en el descanso y puso el 2-2 en el 50'. Un elegido.

Con Palmeiras también hizo gala de esa facultad impropia para marcar. Sus números impresionan: tardó siete minutos en anotar su primer gol en la fase final del Campeonato Paulista, 37' en la Copa Libertadores y 74' en el Brasileirão. Ni un partido completo. Con la Sub-17 de Brasil marcó a los tres minutos de debutar y con la Sub-23 en el Preolímpico del mes de enero, cuatro. Con el Madrid le ha costado sólo un poco más.

Las horas posteriores a su éxito mantienen a Endrick en shock. Ancelotti le elogió ante la prensa: "Tiene un potencial muy grande y lo muestra. La situación del gol es un ejemplo: rápido en el control, potente en el golpeo. Es un delantero centro de área, en espacio reducido es muy peligroso. Necesitamos darle continuidad para que se adapte bien al equipo y para que pueda progresar constantemente, como Güler. Todos los días y todos los partidos para ellos pueden ser una buena oportunidad para estar al nivel del Madrid".

Más allá de su dificultad para colarse en el equipo en los dos primeros encuentros, el camino del '16' va casi rodado. Su espejo son sus compatriotas Rodrygo y Vinicius, a los que se ha afanado en conocer y pide consejos a diario. De hecho, su proceso de aprendizaje comenzó hace tiempo, como cuando viajó a la capital de España para conocer de cerca el 'método Vini' y saber qué hacía el extremo para rendir a ese nivel y recuperar entre partidos y hasta en qué empleaba su tiempo libre. Vinicius le tendió la mano y se mantiene a su lado. Él lo pasó peor (se inició en el Castilla cuando vino de Brasil, como Rodrygo) y disfruta ahora de que Endrick no haya necesitado margen.

Esa labor previa ha sido fundamental para que al ariete no le haya lastrado el clásico período de adaptación. Se ha encontrado un vestuario sano, apadrinado también por Mbappé o Courtois, y desplegó a su equipo durante meses para asegurarse de que no hubiese trabas cuando aterrizase en Madrid. Sus visitas resultaron frecuentes mientras militaba en Palmeiras (llegó a presenciar un duelo ante el Villarreal desde el palco) y las aprovechó para conocer la zona en la que ahora vive, conversar largo y tendido con su entrenador y el presidente y empaparse de cada uno de los rincones e instalaciones de la Ciudad Deportiva. Cuando llegó, Valdebebas le resultaba familiar.

Tampoco paga el hándicap del idioma: comenzó con las clases de español antes de estampar su firma en el contrato del Madrid y no necesita que nadie le haga de traductor. Sin sentir el peso que apaga a otros jugadores cuando conocen la exigencia del Bernabéu, el proceso de asentamiento parece completado. Brahim, otro de los que le mima, le recordó al término del choque que le debe "una cena" por la asistencia en el 3-0. Bellingham le dedicó una storie de Instagram. "¡Él está aquí!", escribió junto a una foto del delantero.

Su único momento complicado, como reconoció en Real Madrid TV, fueron los meses en los que aflojó su nivel en Palmeiras y recibió "críticas" por ello. "Todos estamos felices. Hemos jugado con nuestras familias viéndonos; la mía siempre ha estado conmigo. Ellos saben cuánto he trabajado y cuánto he sufrido. Ellos también lo han pasado mal. La gente nos criticaba a mí y a los míos, a mi novia. Estar viviendo esto ahora y compartirlo con ellos es perfecto", aseguró sobre el asunto. Antes calificó de "sueño" lo experimentado en Chamartín: "Estoy sin palabras, solo puedo dar gracias a Dios por todo lo que me está pasando".

Endrick aspira ya a partir de inicio este jueves en Las Palmas (21:30), la siguiente prueba de los de Ancelotti. Hace unas semanas, cuando se concretó la incorporación de Mbappé, el '16' calificó al nuevo Madrid como un "equipo de videojuego". "Utilizo a Kylian en el FIFA porque es el mejor del juego. Me encanta su técnica y velocidad", comentó con inocencia. Al francés fue a quien sustituyó en su estreno y a quien opta a relevar, porque su posición preferida es la de delantero centro, ahora ocupada por Mbappé, aunque en las últimas temporadas ha añadido registros a su juego que le permiten partir desde cualquiera de las dos bandas.

Rodrigo Ely, central con pasado en LaLiga que ahora milita en Grêmio, habló así del crack madridista en un reportaje con Relevo: "Sus movimientos no parecen de novato. Es como si llevase 10 años jugando al fútbol, por lo bien que decide y por los movimientos que hace". Murilo, compañero en Palmeiras, auguró que no tendría "problemas": "Le veo calidad de sobra para rendir en un club con tanta grandeza". 10 minutos en el Bernabéu le han sobrado para demostrar que compañeros y rivales, esos que en Brasil no podían parar de "mirarle las piernas", no exageraban ni un ápice.