El vértigo de no ser Barça ni Atleti y poder asaltar el liderato en el Bernabéu: "En la cabeza tienes 'como nos dé por ganar la podemos liar..."
Sólo el Valencia, en dos ocasiones, se plantó en el estadio del Real Madrid con la posibilidad de superar a los blancos en la clasificación. Dos de sus protagonistas lo recuerdan en Relevo.

Han pasado 20 temporadas desde que un equipo que no fuera ni Barça ni Atlético de Madrid se presentara en el Santiago Bernabéu con la posibilidad de arrebatarle el liderato al Real Madrid. Este sábado el Girona (18:30, DAZN) visita la capital de España con la misma sensación que años atrás sintieron los jugadores del Valencia. Separados por dos puntos en la clasificación, ni los mejores guiones habrían vaticinado que los de Míchel llegarían a la jornada 24 en una situación como esta. Si ganan este tarde, los gerundenses serán los nuevos líderes de la Primera División.
"Es el tipo de partidos que llevas esperando toda tu vida. Cuando de pequeño te preguntaban sobre qué tipo de encuentros te gustaría jugar, te imaginas una final o ir al Bernabéu disputándote el liderato de la Primera División. Los jugadores del Girona estarán ilusionadísimos".
Tenía sólo 25 años cuando Miguel Ángel Ferrer Martínez, más conocido como Mista, se presentaba en el Bernabéu con la camiseta del Valencia. Con una distancia de dos puntos en la clasificación, LaLiga acogía aquel 15 de febrero de 2004 uno de los partidos más atractivos de nuestro país.
"Te lo tienes que tomar como un partido más, pero de reojo sabes que es un encuentro especial", confiesa a Relevo Carlos Marchena. Casualidades del destino, sería también en la jornada 24 cuando el Valencia de Rafa Benítez visitara el feudo madridista. Imponiéndose a los de Carlos Queiroz en el encuentro de ida (2-0), los che tenían ante sí la oportunidad de ponerle un poco de picante al campeonato.
"A diferencia del Girona, nosotros ya teníamos la experiencia de haberle ganado una Liga al Madrid dos años antes (01-02). Sabíamos de qué iba la cosa", cuenta el central. "Para nosotros vernos en esa situación no fue algo nuevo, pero está claro que no estábamos tan acostumbrados como el Madrid. Es un poco lo que le puede pasar al Girona. Lo que está haciendo esta temporada es para quitarse el sombrero. El problema es que ahora se le exige que vaya al Bernabéu y tenga que ganar. No sé si eso puede llegar a pasarles factura", confiesa un Mista que, conociendo a Míchel, no cree que eso vaya a ocurrir.
El aspecto mental, clave
Por primera vez en sus 94 años de historia, los catalanes visitan el Bernabéu envueltos en un escenario totalmente desconocido para la entidad: pueden volver a Girona en lo más alto de la tabla. "Deben darle normalidad. Están haciendo un temporadón y tienen una magnífica oportunidad en sus manos. Pero tienen que disfrutar. Como se pongan un reto y una mochila que no les pertenece... Ellos ya han salvado la temporada. Tienen que estar tranquilos y seguir disfrutando. Se han colado ahí sin que nadie les vea", recalca Marchena.
Equipo revelación de la temporada, para Mista es clave que los gerundenses no presten demasiada atención a todo el ruido de fuera. "Lo que más nervioso te pone en este tipo de partidos es el entorno. Todo el mundo está 'si ganamos nos ponemos líderes'. Se lleva toda la semana hablando de eso. La clave aquí está en la gente del club, que tiene que ayudar y quitar presión a los jugadores". En su caso él lo tuvo fácil.
"Tuve la suerte de tener un vestuario de gente con mucha experiencia. Cuando uno veía que todos estaban tranquilos, te entraba la tranquilidad. Eso es lo bueno que tuvimos nosotros. Ahora en el Girona, gente con experiencia, como Blind son los que tienen que llevar el ritmo del vestuario y darle tranquilidad a los compañeros".

Misma rutina que durante toda la temporada
El discurso de Míchel ya no es el mismo. Del "nuestro objetivo es la salvación" que repitió por activa y por pasiva a lo largo de varias jornadas, el madrileño ha pasado a ver Europa como un objetivo real. "Para nosotros es un partido importante porque si ganamos seríamos líderes, pero hay que ir partido a partido y nuestro sueño es ir a Europa. Ganar en el Bernabéu sería especial. Nosotros no estamos hechos para ganar la Liga. Ese no es nuestro objetivo. Después del Madrid quedarían 14 jornadas y veo al Madrid ganando las 14 y para nosotros eso es una exigencia mayor", señaló el técnico en la previa del choque.
Ante tal escenario, y con la ilusión de salir líderes del Bernabéu, son muchos los que se preguntan si en un vestuario se habla mucho, en los días previos, del posible zarpazo a los blancos. "Durante la semana no hace falta hablar de eso", explica un Marchena que experimentó la misma sensación que estos días están viviendo los futbolistas del Girona. "No hace faltar meter presión ni comentar algo que ya es muy obvio. Miras la clasificación y todo el mundo sabe de la oportunidad que hay entre manos".

"Teníamos un psicólogo muy bueno dentro del equipo que era Rafa Benítez. Se encargaba de quitarnos los pajaritos que pudiésemos estar haciéndonos de cara a lo que pasase en el partido", recuerda Mista.
Pase lo que pase es un partido más
Goleado en Montilivi en el encuentro de ida (0-3), el Real Madrid es el único que ha conseguido derrotar al Girona esta temporada. 17 victorias, 5 empates y 1 derrota son el balance de un equipo que, pese a ser el espejo de muchos, no deberá saltar sobreexcitado al césped del Bernabéu.
"Para esta clase de encuentros tienes que llegar en un estado óptimo de bienestar físico, pero sobre todo mental. Tienes que estar calmado porque pase lo que pase queda mucho, aunque es cierto que uno tiene en la cabeza eso de 'como nos dé por ganar la podemos ir liando", cuenta Marchena.
"Tienen que pensar, que independientemente de lo que pueda pasar, todavía hay muchos partidos por delante para resarcirse si se pierde y afianzarse si se gana. Este es un buen razonamiento para quitarles presión a los jugadores. Quedan aún muchos meses por delante", dice Mista.
En aquel partido del curso 03-04, el Valencia de los Albelda, Baraja y Aimar consiguió arañar un empate de su visita a Madrid. Adelantándose en el marcador por mediación de Ayala, un polémico penalti de Marchena sobre Raúl en el tiempo de descuento provocaría el tanto del empate de Luis Figo. Con ese resultado los de Queiroz siguieron líderes, pero sería el Valencia quien, a final de curso, levantaría el título de campeón. Años antes, en la temporada 01-02, los che ya se plantaron en Chamartín envueltos en el mismo escenario. Pese a la derrota y no poder alcanzar el liderato, los valencianistas terminarían saliendo también campeones. El Girona no lo ve imposible.