Dirigentes, entrenador y plantilla: todos señalados en el histórico sonrojo europeo del Betis
Sin mensaje desde el club, con Pellegrini hablando de un problema de fútbol y los jugadores ofreciendo un bajo rendimiento.
El Betis perpetró en Mladá Boleslav uno de los mayores ridículos de su historia. Un modestísimo equipo checo le sacó los colores para ahondar en la herida europea. Una derrota que ha dejado tocado al bético, que no sabe ahora hacia dónde dirigir su mirada. Dirigentes, entrenador y plantilla se reparten unas críticas ante una responsabilidad compartida. La situación requiere de una cierta distancia para intentar arrojar luz sobre este complicado momento deportivo que ya ni siquiera Manuel Pellegrini pudo esconder en su discurso.
El Betis tiene un problema de fútbol. Con jugadores muy por debajo del rendimiento esperado, pero que quizá jamás vuelvan a conseguir. Con un entrenador que se ha quedado anclado en una manera de afrontar los partidos que no encuentra la fórmula adecuada. Sostenido por el sistema defensivo durante el inicio de la temporada, el mismo ha saltado por los aires en el último mes, en el que el Betis se ha convertido en una máquina de recibir ocasiones y encajar goles. La otrora solidez ha quedado en el olvido, sin que haya llevado aparejada una mejora en un ataque al que nadie parece querer apuntarse.
El mensaje de los dirigentes se ha centrado en lo económico. Rebajar el coste de la plantilla ha sido casi una obsesión, aunque eso haya significado una pérdida de calidad. Se ha confiado en los milagros de Pellegrini, ese entrenador que le ha ido sacando rendimiento al equipo año tras año, aunque la curva de rendimiento se empezara a doblar hacia abajo desde aquel techo que supuso la temporada 22-23. Tampoco el mensaje hacia el mercado invernal ha sido de ambición, aunque los planes tendrán que cambiar ante una realidad que aleja al equipo bético de los objetivos.
Si el presidente, Ángel Haro, salió a escena tras el derbi, pocos mensajes se esperan ahora. El pulso en lo deportivo siempre ha correspondido al entrenador, que, además, aceptó de buen grado el equipo que le pusieron por delante. "Tenemos una buena plantilla", reiteró Pellegrini al acabar el mercado de fichajes. Aunque las lesiones, sobre todo focalizadas en el medio campo, le colocan una atenuante, el chileno no encuentra la tecla para que el Betis sea un equipo fiable con regularidad, una de sus grandes virtudes en el pasado. Si la reacción tras el varapalo del derbi fue positiva, con victorias ante Osasuna y, sobre todo, Atlético de Madrid, luego ha llegado otra caída que no ha sido más profunda por el milagro de San Mamés, cuando el Athletic le pasó por encima, o la victoria in extremis ante el Celje, que lo dejó con vida en la Conference League.
Se le pedían soluciones a Pellegrini que realizó por vez primera un cambio de sistema ante la urgente necesidad. Dos delanteros a escena ante la falta de fútbol de medular. Pero fue un espejismo. Tampoco jugadores como Vítor Roque o Bakambu, los dos puntas principales del equipo, ofrecen un buen nivel. Especialmente llamativo es lo del congoleño, un refuerzo del pasado mercado invernal que todavía no ha hecho acto de presencia en Heliópolis. El recurso de la cantera, como también le exigen voces desde el club, ha sido un remiendo ante la necesidad.
Tampoco la plantilla está respondiendo al nivel esperado. A la salida de jugadores principales como Guido Rodríguez y Ayoze se unieron las lesiones de William Carvalho, con el cartel de transferible todo el verano, e Isco para que las referencias del pasado desaparecieran del césped. Los chispazos de Giovani Lo Celso, hasta su lesión con Argentina, le dieron aire al Betis, pero ya ni eso. El fiasco de Ricardo Rodríguez, el descenso en el rendimiento de Natan, o la escasa aportación de Juanmi en su vuelta a Heliópolis salieron a escena en la República Checa. Tampoco lo individual está ayudando a solucionar los problemas colectivos.
"Lo más importante es recuperar el juego y la imagen como equipo", sentenció Pellegrini tras el bochorno europeo. Pero el técnico sólo parece aguardar la recuperación de algunos de los lesionados -Johnny Cardoso y Fornals deben ser los primeros en regresar; luego llegarían Isco y Marc Roca- ante la falta de soluciones en su libreta. Ya no hay fórmulas mágicas en el banquillo y ahora el bético no sabe hacia dónde mirar. Lo único que tiene claro es que lo que sucede sobre el césped está muy lejos de lo esperado, aunque, al menos, sigue con opciones en todas las competiciones. Ya avisó Pellegrini. "Hay que llegar hasta enero vigente", dijo el chileno, que empezó a advertir las dificultades que le llegaban a este desnortado Betis. El domingo, otra prueba de fuego en San Sebastián.