Diego Llorente se viste, de nuevo, de la Real y mete el dedo en la llaga del Betis

La Real le va cogiendo el pulso a la competición de andar por casa. Nunca mejor dicho. Después de todos los problemas que ha padecido en el Reale Arena en esta primera parte de la competición, frente al Betis ha sumado el tercer triunfo del campeonato liguero. Lo ha hecho, eso sí, sin ofrecer su mejor versión. No le ha hecho falta. El conjunto blanquiazul se ha beneficiado de los regalos del conjunto verdiblanco, en especial del ofrecido por un viejo conocido por estos lares como Diego Llorente, para darle continuidad al estado de optimismo en el que se ha instalado la parroquia realzale tras la victoria cosechada este pasado jueves en la visita del Ajax.

Atrás ha quedado el bajón que supuso la derrota frente al Athletic Club en San Mamés. Nadie se acuerda del mal partido protagonizado por los realistas ante el eterno rival. Es lo que bueno que tiene este calendario lleno de partidos, que no te da tiempo a rumiar los traspiés cometidos, por mucho que duelan como fue el caso. La Real, por lo visto, ha hecho borrón y cuenta nueva y, desde entonces, suma sus partidos por victorias. La primera, con el Ajax como rival, para dejar casi visto para sentencia su clasificación para la siguiente ronda de la Europa League, y la segunda, para no despegarse de los puestos nobles de la clasificación.

Ya han pasado cuatro años desde que Diego Llorente abandonara la Real Sociedad rumbo al Leeds United. Tras tres temporadas rayando a un gran nivel, el central madrileño decidió hacer las maletas para regresar a la Premier League y ponerse a las órdenes de Marcelo Bielsa. Han pasado más de cuatro años desde que el ahora bético jugara su último partido de blanquiazul. Pero el central ha decidido revivir sus mejores momentos como jugador de la Real y ha contribuido, sin querer, eso sí, a un nuevo triunfo del conjunto blanquiazul. Marcó en propia puerta el 1-0, abriendo el camino del la victoria. Un cuarto de hora después, llegó una pena máxima, cometida por Perraud. Mikel Oyarzabal la transformó poniendo el 1-0 en el electrónico. Nunca antes en lo que se lleva disputado de temporada, la Real Sociedad había hecho tan poco para ponerse por delante en el marcador. Cosas del fútbol.

72 horas después del brillante triunfo frente al Ajax, la Real tenía la imperiosa necesidad de ganar otra vez en casa, donde está padeciendo muchos problemas para sacar sus partidos adelante. De hecho, es uno de los peores equipos del campeonato jugando de local. Y la visita del Betis no invitaba al optimismo. Más que nada por los precedentes. De un tiempo a esta parte, el equipo verdiblanco se ha convertido en una especie de bestia negra para la Real Sociedad. Habría que echar la vista muy atrás en el tiempo para ver el último triunfo de la escuadra blanquiazul ante el Betis en el Reale Arena. En concreto, hasta la temporada 19/20. El equipo de Imanol Alguacil se impuso con solvencia por 3-1 aunque le tocó remontar el tanto inicial de Loren. Luego, Javi García, en propia, Willian José y Portu sellaron un triunfo brillante.

Ese 20 de octubre, la Real no necesitó tantas ayudas del rival para sacar adelante su partido, aunque sí es cierto, por ejemplo, que los de Imanol Alguacil han mejorado, y mucho, las prestaciones que ofrecieron frente al Ajax en los primeros 45 minutos. El Betis apenas inquietó la meta defendida por Álex Remiro. Tampoco es que Rui Silva se tuviera que emplear a fondo. Con lo que no contaba el meta luso es con la aportación ofensiva de su defensa Diego Llorente, que se empeñó en revivir su pasado blanquiazul poniendo las cosas más sencillas al equipo de Alguacil. Tampoco contó con el hecho de que Perraud cometiese una pena máxima que, con el VAR de por medio, no tiene discusión.

Porque, sinceramente, hasta el minuto 13 no había pasado nada. Guirao hizo una devolución que ni el peor de los enemigos. Aihen corrió a sacar de banda, encontró a Barrenetxea, que se la devolvió y el centro del de Etxauri fue rematado hacia su portería por Diego Llorente. Si el balón hubiera pasado, Mikel Oyarzabal lo hubiera empujado a gol ante un Rui Silva ya superado. Pero no hizo falta. El central ya había hecho los deberes para bien del conjunto blanquiazul. Con el 1-0 en el electrónico, el ex de la Real no dejaba de lamentarse. No era para menos.

Un cuarto de hora más tarde llegó la pena máxima sobre Mikel Oyarzabal. Hernández Maeso, en una primera instancia, dejó seguir al juego, pero a instancias de Del Cerro Grande, el colegiado adscrito al colegio extremeño acudió a ver el monitor y no dudó en señalar el punto de penalti. Mikel Oyarzabal engañó por completo a Rui Silva. Media hora y la Real ya había casi sentenciado el partido.

El 2-0 llegó en el minuto 28. Y ahí se acabó el partido. Puede parecer extraño, pero fue así. No hay más que señalar que el mejor del partido en ambos bandos fue Igor Zubeldia, el verdadero kaiser de este equipo por mucho que su pareja de baile, Nayef Aguerd, esté brillando a un nivel superlativo. El marroquí, un bastión desde su llegada, ayer tuvo que abandonar el campo antes de tiempo por culpa de unas molestias físicas. Zubeldia no le echó de menos. Se bastó solo para proteger el área blanquiazul. Así las cosas, la parroquia blanquiazul, sin motivos para preocuparse sobre el terreno de juego, intentó brindarle el apoyo necesario a Sadiq Umar, que no atraviesa, por decirlo de una manera suave, por sus mejores días como blanquiazul.

La ovación fue cerrada, pero el delantero está que no. Un resbalón y un fuera de juego fue toda su aportación, muy lejos de la ofrecida por el futbolista al que sustituyó, Mikel Oyarzabal. El capitán ha marcado su gol 100 con la Real Sociedad y sigue haciendo historia con el equipo txuri urdin. La verdadera ovación de gala fue para él.