ATLÉTICO DE MADRID

Los 351 días de trabajo y desencuentros que desgastaron la relación entre Andrea Berta y Carlos Bucero

La salida del italiano tras más de una década en el club se entiende a través del último mercado.

Andrea Berta ya es parte de la historia del Atlético de Madrid. /Atlético de Madrid
Andrea Berta ya es parte de la historia del Atlético de Madrid. Atlético de Madrid
Marcos Durán

Marcos Durán

El 20 de enero de 2024, el Atlético de Madrid anunció la llegada de Carlos Bucero como director general de fútbol. 351 días después, un 5 de enero de 2025, el club anunció la salida de Andrea Berta como director deportivo de la entidad. Casi un año pasó de una fecha a otra, un año en el que la relación tuvo sus idas y venidas y que finalmente terminó con la etapa del directivo italiano.

Esta salida deja coja la parcela deportiva, donde el club está buscando un sustituto (hemos contado que la opción de alguien de la casa es muy factible). Pero también supone la marcha del mayor aliado del Cholo Simeone dentro del club, alguien que durante muchos momentos fue el encargado de contener y aplacar la ira del entrenador argentino, alguien en el que confiaba al 100%.

Pero para entender esta decisión hay que irse a verano, al mercado de fichajes. Bucero en enero de 2024 no tuvo casi tiempo para actuar, pero comenzó a sentar las bases para el mercado estival, donde tenía un cometido principal: aligerar masa salarial y buscar varias salidas a jugadores como Saúl Ñíguez. Pero claro, tampoco su trabajo se iba a quedar ahí y también tendría poder en la ventana de llegadas.

Los nombres del mercado de verano

El Atlético de Madrid tenía que actuar en verano. Tocaba rejuvenecer la plantilla y traer ilusión. El primer gran fichaje del equipo era el de Le Normand, que se fue gestando entre Berta y Bucero. El francés era objetivo primordial para ambos dirigentes, al igual que Mikel Merino, pero finalmente el centrocampista se fue al Arsenal y sólo pudieron comprar el defensa de la Real Sociedad. Hasta aquí perfecto, pero en los demás nombres comenzaron a haber diferencias.

Para sustituir a Morata, Bucero quería a Dobvyk y Berta a Sorloth. Hasta el último momento el ucraniano fue la primera opción pero tras el sí del del Girona a la Roma, Berta decidió que el delantero noruego del Villarreal era el hombre. Finalmente se negoció con el conjunto castellonense y no sería la última vez, pero esto lo veremos más adelante.

Segundo 'encontronazo': Conor Gallagher y Javi Guerra. Por momentos llegaba uno, después llegaba el otro, los dos e incluso ninguno. Bucero quería el fichaje de Javi Guerra pero Berta se inclinaba por Gallagher. Finalmente la salida de Joao Félix a Londres ayudaba mucho la llegada del inglés y el italiano se volvía a salir con la suya.

Apartado delantero. Aquí entran en escena Julián Alvarez y Samu Omorodion. Para Berta era clave el fichaje del argentino pensando en el futuro, en la posible salida de Griezmann. No había otro nombre mejor. Esto no quiere decir que Bucero no estuviera de acuerdo, incluso estuvo presente en la firma del contrato del argentino, como no podía ser de otra manera. Pero el nuevo director general de fútbol pensaba que Samu Omorodion podía tener lugar en la plantilla. Finalmente esto no fue así, Berta quería una cesión de Samu y Bucero una venta para cuadrar números, esta batalla, cada uno a su manera, la ganaron los dos.

La llegada de Juan Musso, aunque fue negociando con representantes y club italianos, fue obra de Carlos Bucero. El dirigente español sabía que tenía que tener un suplente de garantías para Oblak e incluso ya se piensa en el futuro ante una posible salida del esloveno, algo que nadie descarta.

Por último y no menos importante, un nombre que parecía menor: Clément Lenglet. Aquí se vuelve a hablar con el Villarreal porque el club amarillo tenía hablado con el Barça el fichaje del central, pero el Atlético tenía bloqueada esta opción. El jugador quería ir al Atlético, Simeone buscaba un central de garantías y la opción del filial, Kostis, que era la que quería Bucero, no convencía a todos. Finalmente el francés llegó a Madrid y durante los primeros meses se ha vuelto un jugador importante.

Cuando hay dos gallos en el mismo corral, lo lógico es que las cosas no terminen bien. Desde la llegada de Bucero, los rumores dentro del club de una posible salida de Berta fueron creciendo hasta llegar al día de su marcha. Ahora, Bucero mandará en el club rojiblanco y Berta deberá decidir cuál de las ofertas que le lleguen es la mejor para seguir su carrera.