Deco quiere construir una 'casa' para el Barça… y Laporta ya se la ha aprobado
El director deportivo lleva meses apostando por la creación de una residencia para el primer equipo.
El Barcelona recuperó esta temporada las concentraciones en previa de partido. Nuevo entrenador, viejos métodos perdidos en Can Barça. Desde Guardiola, los jugadores conquistaron ese privilegio, el de no reunirse horas antes de un encuentro en un hotel (con contadas excepciones como algún Clásico o un duelo clave). Con Flick y en sintonía con Deco, se acabó aquello de llegar cada uno por su lado dos horas antes de disputar un partido (memorable lo de Piqué desplazándose en bicicleta al Camp Nou antes de un derbi).
Ahora, en los días de local, los jugadores se citan por la mañana, realizan una sesión de activación y se concentran. Pero no en la Ciudad Deportiva, como otros clubes punteros de Europa, caso del Madrid, por ejemplo, que cuenta con una residencia para el primer equipo. Sino en un hotel, el Meliá Torre Melina. Al ladito del Camp Nou, pero en un hotel, al fin y al cabo, donde, por mucha seguridad que haya, no deja de ser un espacio compartido.
Deco lleva tiempo queriendo acabar con ello. Razón por la que desde hace meses ha insistido a la Junta para que se apruebe la construcción de una residencia para el primer equipo. Un espacio privado, íntimo, donde los jugadores se sientan como en casa, cada uno con su habitación, con zonas de convivencia, nada nuevo en el fútbol pero sí inédito en el club azulgrana. El asunto está aprobado internamente, pero le queda recorrido porque se trabaja ahora en su ubicación primero (en la ciudad deportiva Joan Gamper en principio no cabe, pero debe ser cerca por operatividad) y en el proyecto y los permisos correspondientes después.
El director deportivo azulgrana no veía con buenos ojos que el equipo no se concentrara antes de competir. Demasiados factores pueden influir en un jugador antes de un partido. Desde la comida al descanso. Difícil de entender que se vigile el almuerzo tras un entrenamiento, pero no en día de partido, por ejemplo. De acuerdo con Flick, el primer paso fue recuperar las concentraciones. Y el cambio en determinados viajes de vuelta, como Mónaco. Se quiere acabar con regresos de noche en el que los futbolistas llegan a sus casas bien entrada la madrugada, sin apenas tiempo para descansar y con la incomodidad de viajar tras el esfuerzo de alta competición. Mejor descansar tras el duelo y viajar al día siguiente. El próximo paso será que la plantilla se aloje en su casa antes de jugar en el Camp Nou, en una habitación propia, un comedor propio, no en un hotel como si el partido fuera a domicilio.
Con este proyecto se busca acabar con esa anomalía de ir directos al estadio desde la casa de cada uno (o desde a saber dónde) y que en la cultura de club se instale ya como hábito convivir juntos antes de un partido, del mismo modo que cuando se regrese tarde los jugadores puedan quedarse a dormir en su habitación de la residencia. O si quieren hacer doble sesión o es obligatoria, por ejemplo, no tener que ir y volver a sus domicilios. Para eso será clave encontrar un espacio cerca de la Ciudad Deportiva.
Un proyecto liderado por Deco que prueba que, como director deportivo, su función va más allá del mercado. Independientemente del tiempo que esté en Can Barça, el brasileño pretende establecer unos hábitos en la cultura del club que sobrevivan a las personas.