REAL MADRID 2- VALENCIA 0

¿Por qué Dani Ceballos hará dudar a Ancelotti una vez recupere a Tchouaméni?

El andaluz volvió a ser titular, cuajando un gran partido como interior ante la ausencia del francés. Ancelotti deberá decidir.

¿Por qué Dani Ceballos hará dudar a Ancelotti una vez recupere a Tchouaméni?
Albert Blaya

Albert Blaya

El tiempo puede provocar que, a veces, uno olvide lo que nos fue robado. Pocos casos más flagrantes que el del utrerano Daniel Ceballos, jugador defenestrado durante mucho tiempo a la última plaza de la rotación, carcomido por lesiones duras y cesiones que no funcionaban. Parecía que el jugador que deslumbró a España en el Betis, siendo un centrocampista dominante en todas las fases del juego, había desaparecido. Como todo en el fútbol, las oportunidades suelen nacer de desgracias ajenas, y Ceballos ha demostrado cómo su fútbol puede impactar al equipo.

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La lesión de Tchouaméni abrió una sangría que dejó una evidencia al aire: Kroos y Modric, el binomio más dominante de los blancos la última década, no funcionaba sin la presencia de un jugador que les compensase. El mal momento de Fede, jugador mucho más relacionado con la ruptura que con la gestión, dejó una posesión de poca calidad en la que el miedo a quedar expuestos dejaba muy desconectados entre sí a ambos futbolistas. Ahí, en un escenario de dudas y emergencia colectiva, emergió la figura de Ceballos para recobrar la memoria de todos.

Ante el Valencia, Ceballos volvió a ser, junto a Camavinga, el mejor jugador de los blancos. No solo por su energía contagiosa, sino porque partiendo del interior zurdo su fútbol encuentra un acomodo natural en la estructura de este Real Madrid. Con Kroos como pivote, recibiendo muy abajo entre centrales, Ceballos tiene libertad para arrancar como tercer central, muy abierto, y desde ahí conducir, regatear y encontrar al hombre libre. Es un futbolista que, lejos de necesitar ataduras, necesita libertad y sentir que, de alguna forma, el partido pasa por sus pies. El Real Madrid lleva unas jornadas siendo el equipo de Kroos y Ceballos.

Algo que es clave para que Ceballos haya pasado de ser la última opción a jugador importante es su hiperactividad sin balón. A veces desenfrenada, provocando desajustes a su espalda, pero normalmente sirviendo como espuela a la activación de sus compañeros. Siempre generoso en sus esfuerzos, Ceballos está siendo el centrocampista con mayor actividad defensiva (entradas e intercepciones) de todo el Real Madrid, y ante el Valencia fue, después de un primer tiempo plomizo, el jugador que demostró tener ese fuego interno necesario para ir a por el partido.

La sensación es que, con la vuelta de Tchouaméni, habrá dos posiciones para cuatro piezas. Fede, Rodry y Ceballos, contando que Camavinga partirá del lateral con tanta lesión. Luka es el que peores sensaciones deja y, a día de hoy y por muy extraño que suene, el más prescindible. Con Kroos regresando a la posición de interior zurdo, ¿Qué le espera a Ceballos? Lo lógico es pensar que vuelva a ser un jugador de rotación, pero Ancelotti deberá tomar decisiones y saber si quiere que el equipo se junte más, que desarbole a través de sociedades cortas o quiere esa explosividad que el mejor Fede regalaba a inicios de curso.

Lo que está claro es que Ceballos es un jugador descomunal al que solo una plantilla demasiado buena y la mala fortuna le privaron de poder reivindicarse con más recurrencia. Con 26 años está entrando en sus mejores años, y su fútbol, igual de visceral que en sus inicios, es más completo, una paleta más madura que le permite hacer más cosas y a distintas velocidades. El Ceballos actual es mejor jugador que del que se enamoró el Real Madrid. El Bernabéu le terminó ovacionando, pidiendo que se quedase. El público siempre es soberano, y el talento merece ser reconocido.