Lo que se cuece en el Barça: Más protección para Lamine Yamal y el "no" de Messi a la fiesta del Liceo

Lo dejamos el último día con Lamine en la lista de convocados para viajar a Donosti. Unas molestias en el pie, poca cosa pero muy dolorosa, acabaron por impedir que jugara en Anoeta y el Barça, más allá de la estrambótica revisión del VAR anulando un gol a Lewandowski, perdió muy merecidamente contra la Real Sociedad. Segunda derrota del líder en el campeonato, segunda derrota sin Lamine en el equipo. Antes de caer, sin embargo, en conclusiones sobre la Laminedependencia, críticas al Barça por el parte médico que aconsejaba la baja de Yamal en la lista de De la Fuente.

La idea era convencer a la gente que el chico estaba razonablemente bien para estar presente en los partidos ante Dinamarca y Suiza pero que el Barça se lo guardaba para tenerle contra el Celta. Vamos, que no había para tanto con Lamine y que la ausencia era estratégica. Pues no. Una semana después, el Barça está en Vigo sin Lamine. Conclusión, peligro en Balaídos.

Su ausencia, su presencia y todo lo que rodea a este fenómeno de 17 años resulta trascendente y, por extensión, polémico. Si está bien, porque un proyecto de la magnitud del Barça no puede depender de un juvenil. Y si está mal, porque un proyecto de la magnitud del Barça depende de un juvenil. Estamos, y ya se han escrito cosas al respecto, como estábamos en los primeros años de la carrera de Leo Messi. No con esta edad, algo mayor, pero sí con un efecto similar al que provocaba el fútbol improbable del mejor jugador que han visto estos ojos.

Total, que quienes creíamos que escribir en la misma línea los nombres de Lamine y Leo era una exageración, nos hemos encontrado con la abrumadora realidad que los compara como si el alumno, sin ganar nada todavía, vaya a tener una proyección similar o superior a la que ha tenido el tipo que necesita una nave industrial para exponer sus títulos individuales y colectivos. El fútbol no nos deja ser cautos y el día a día no tiene paciencia y devora la prudencia.

La verdad, no obstante, es que al FC Barcelona le preocupa, y mucho, todo lo que se está generando con Lamine dentro y fuera del campo. Ya contamos aquí que desde el inicio de la temporada y a raíz el apuñalamiento de su padre, el club le puso un servicio de contravigilancia que vela por su seguridad cuando hace vida de paisano. Y en lo profesional también se está moviendo. No puede, ni desde luego debe, controlar las opiniones más o menos desmesuradas de los medios, pero sí va a tomar cartas en el asunto en todo aquello que le afecte a su imagen como futbolista del primer equipo. No se trata de limitar, pongamos por caso, la venta desmedida de camisetas con su nombre y dorsal. Es el que más vende y así seguirá siendo, pero el club si intervendrá en el control de su imagen.

Más claro. A partir de ahora, se limitará su presencia en actos públicos o publicitarios. Todos los patrocinadores y sectores vinculados al Barça, quieren echar mano de su tirón comercial y proyectarlo en sus actos, pero, a partir de ahora, eso se va a terminar. Lamine seguirá apareciendo, menos pero apareciendo, y procurando siempre que lo haga acompañado por compañeros que diluyan el evidente desgaste constante de su protagonismo. El objetivo, lógico por otra parte, es protegerle de tanta exposición porque, recordémoslo una vez más, es un juvenil y por muy bien amueblada que tenga la cabeza, que la tiene, necesita ayuda para sobrellevar esa carga.

Lo próximo, pese a todo, va a ser inevitable. Llega el 125 Aniversario de la fundación del FC Barcelona y en la gran fiesta del Liceo, en la que de una u otra manera estarán presentes todos los grandes mitos vivientes de la historia del club, Lamine tendrá un protagonismo especial porque quien no estará será Leo Messi. La referencia. El mejor. El más grande. El único. Y es que el '10' tiene comprometida la fecha del 29 de noviembre y ha excusado su presencia. Un asunto este del que hablamos aquí hace semanas. Dijimos que el FC Barcelona, aún consciente de las malas relaciones entre los Messi y la directiva actual, le había invitado a la gala del Liceo. Eso, de manera inexplicable, se interpretó como que Relevo anunciaba la presencia de Messi en el acto más relevante del aniversario.

El rebote tuvo tan errónea relevancia que tuvimos que desmentir, personalmente, esa conclusión. Lo cierto y verdad es que se le había invitado. Eso era todo. Eso dijimos. Y, al principio, Leo puso de su parte. Habló con Inter de Miami para pedir permiso y la respuesta fue que en la misma fecha se jugaban las finales de la MLS y, por tanto, si el equipo la disputaba no podría asistir. Ahora bien, si caía eliminado, como así ocurrió ante Atlanta, al día siguiente tenía vacaciones y, por tanto, la decisión era suya.

Explicamos específicamente en ese texto que Messi se había mostrado dispuesto a colaborar en los actos. Y colaborar no significa asistir. De hecho, colaboró. Leo concedió una entrevista exclusiva al gran David Carabén, Comisionado del Centenario, que se emitirá el lunes en TV3, y grabó un vídeo que se pasará en el Liceo. Punto. Todo lo demás, suposiciones que en el club se interpretaron de una manera correcta. ¿Si iba a venir para qué grababa un mensaje similar al que grabaron todos los que no van a venir? Es decir, el pesimismo estaba razonado y a día de hoy todo hace suponer que, efectivamente, Messi estará de vacaciones mientras el club está de celebración.

Ahora bien, eso no significa necesariamente que haya dado la espalda al club, que no sienta los colores y que de repente parezca un renegado. No lo es. Messi es tan barcelonista como el que más y, mientras no se demuestre lo contrario, uno solo puede interpretar esa ausencia como subrayado de su situación. De su más que dolorosa salida. Para el FC Barcelona, que como ha dicho mil veces es el club de su vida, hace lo que haga falta. Para los dirigentes que le hicieron vivir el peor día de su vida, lo justo y necesario. No más.