Cuatro últimas curvas para un Ancelotti ratificado pero bajo la lupa de la directiva

Pueden parecer cuatro partidos sin importancia, pero no lo son para Ancelotti y su cuerpo técnico. El italiano, dolido por la derrota ante el Manchester City en la que su equipo no plantó cara, afronta lo que queda de temporada con cierta presión. Sin nada en juego más allá de la segunda plaza del campeonato liguero, no se quieren relajaciones. Por ello, contra el Valencia se va a alinear al mejor equipo posible.

Entre ellos, Courtois. El belga sufrió una pequeña dolencia en una parada contra el Getafe. Se trataba de una microrrotura según los médicos, algo sin importancia que le permitiría jugar sin problemas contra el City. Simplemente, se quedó al margen en algunos ejercicios del entrenamiento para evitar recaídas. Había dudas respecto a su participación en Valencia. Podía ser un buen momento para recuperarse al 100%. Sin embargo, Ancelotti no se guardará nada y contará con su portero titular en una demostración de que va muy en serio.

Pero, ¿de dónde viene esa presión por conseguir victorias inútiles? Normalmente, estos últimos partidos sirven para que el cuerpo técnico les dé minutos a los futbolistas menos habituales. En esta ocasión no será así o, por lo menos, se controlarán mucho las rotaciones. Carletto y su staff sienten que no se puede fallar y que, sobre todo, la imagen debe ser buena.

Así se lo hizo saber el presidente tras caer en el Etihad. Florentino Pérez bajó al vestuario como hace habitualmente y animó a todos los presentes, especialmente a los jugadores, abatidos tras lo ocurrido. Eso sí, pidió a los técnicos un cambio de tendencia inmediato, empezando en el duelo de Mestalla. Al máximo mandatario blanco no le gusto nada ver cómo a su equipo le pasaban por encima en Mánchester y no quiere que se vuelva a repetir. El objetivo, no acabar la 2022-23 dejando una mala imagen a la afición, como ha sucedido en otras ocasiones.

"Va a jugar el mejor equipo posible", avisaba Ancelotti en rueda de prensa. Con todos disponibles excepto Hazard y Mariano, se espera un once con varios de los hombres que empezaron el pasado miércoles, más allá de algún cambio acorde a las necesidades del partido. La idea pasa por que las rotaciones lleguen en el próximo duelo contra el Rayo Vallecano en el Santiago Bernabéu.

Aunque Florentino o Butragueño le hayan ratificado públicamente como entrenador para el año que viene, el curso todavía no ha acabado. Uno o dos tropiezos en los cuatro encuentros que faltan despertarían las dudas respecto a su figura. Por ello, no son simplemente 12 puntos en juego, sino el honor de terminar de la mejor forma posible y, sobre todo, no complicarse innecesariamente un futuro que no acaba de determinarse.