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La colección de cromos y camisetas de Edu Expósito, el sueño de cualquier futbolero: "Haré un clausulazo para ficharme en el Fantasy"

El centrocampista del Espanyol es un amante empedernido del fútbol.

Edu Expósito en su presentación con el Espanyol. /RCDE / Carlos Mira
Edu Expósito en su presentación con el Espanyol. RCDE / Carlos Mira
Marc Mosull

Marc Mosull

Edu Expósito (Cubelles, 1996) lleva un balón pegado a los pies desde que tiene uso de razón. Se crio viendo a su hermano jugando en el campo de tierra del Cubelles, el equipo de su pueblo que también fue el de Edu hasta edad juvenil. En esa categoría, el centrocampista catalán dio el salto definitivo a su carrera: Vilanova, Gavà, Damm… y Deportivo. Firmó por el filial coruñés y en 2017, con 20 años, debutó con el primer equipo precisamente contra el Espanyol, su actual club.

En su casa siempre se habló de Del Piero y del balón Roteiro, el de la Eurocopa de 2004 que marcó la infancia de aquel niño del Garraf. Y es que Expósito vive por y para el fútbol, y como cualquier otro loco del deporte rey colecciona camisetas y cromos. Y juega al FIFA y al Fantasy con sus amigos.

La diferencia es que él las zamarras no las compra en Wallapop, sino que las intercambia directamente con sus rivales. Y que puede pegarse su cromo en el álbum o alinearse en los videojuegos. Vaya, el sueño de cualquier futbolero.

Le falta tiempo para ver todos los partidos que le gustaría; si por él fuera se pasaría los domingos en el Nou Sardenya, el Narcís Sala o la Dani Jarque. Y, por si alguien lo dudaba, cuando se retire, Edu Expósito seguirá vinculado al fútbol, como entrenador, pues en sus inicios como profesional ya se empezó a sacar el título. De todo ello reflexiona en la segunda parte, la más personal, de la entrevista con Relevo.

¿Cuándo empieza tu relación con el fútbol?

Cuando era muy pequeño. Tendría tres años que ya iba siempre a ver a mi hermano al campo del Cubelles, el equipo donde él jugaba. Siempre llevaba un balón conmigo y en el descanso saltaba al campo para chutar en la portería. Pero durante el partido no jugaba con el resto de niños y me quedaba viendo el partido de mi hermano.

Tú también empezaste a jugar en el Cubelles.

Sí. En campo de tierra hasta cadete o un poquito antes, cuando cambiaron a césped artificial. Fuimos de los últimos en tener césped artificial. En Vilanova, el pueblo de al lado con el que hay bastante rivalidad, lo tuvo mucho antes que nosotros.

Al principio fuiste delantero.

Al principio sí. Me retrasaron porque no había suficientes mediocentros y ya me quede ahí.

Y sigues metiendo goles.

Cuando llego cerca del área, le suelo pegar. No soy delantero, pero meto algún que otro gol, sí.

En fútbol base también jugaste en el Vilanova.

Sí, estuve en el Cubelles hasta juvenil de primer año. Esa temporada ya la jugué en el Vilanova. La segunda de juvenil estuve en el Gavà, hice un año bueno, y la tercera la jugué en la Damm. Y cuando terminó la etapa de juveniles en la Damm me fui al Deportivo de la Coruña. En la Damm jugamos la Copa del Rey de la categoría y quedamos segundos por delante de equipos muy importantes. Precisamente, el campeón fue el juvenil A del Espanyol, que tenía un equipazo.

¿Quién jugaba en ese Espanyol?

Lo entrenaba David Gallego. Estaban Marc Gual, Campuzano, un Marc Roca que subía a menudo con el filial, Melendo, Pol Lirola, Aarón Martín, Lluís López… un equipazo. La mayoría han acabado siendo profesionales.

Edu Expósito sobre su debut en Primera.

Una de las primeras camisetas que guardas es la de Marc Roca, ¿no?

Me enfrenté también a Marc Roca en la primera jornada de la liga de juveniles de mi año en la Damm, que perdimos 0-2 contra el Espanyol. Y también cuando yo debuto en Primera con el Dépor, en 2017, porque él ya estaba jugando regularmente con el primer equipo del Espanyol, que fue mi primer rival. Y tras el partido le pedí la camiseta.

Tu camiseta, la de tu debut, también te la guardaste.

Sí, sí, está en Cubelles, en casa de mi madre.

Tienes una conexión especial con tu madre y, sobre todo, con tu abuela. ¿Verdad?

En casa hemos tenido un vínculo muy fuerte. Nosotros hemos vivido siempre en el mismo edificio con ellos, unos arriba y otros abajo. Mi abuela siempre ha estado conmigo; cuando mi madre trabajaba me acompañaba a los partidos en casa o fuera de casa en el autobús.

¿Cómo recuerdas tu debut en Primera?

Impresionante. Fue contra el Espanyol y me hizo ilusión porque conoces a algunos rivales. Esa semana se lesionó un central y retrasaron a Bergantiños a la defensa. Pepe Mel habló conmigo y me dijo que iba a ser titular en el centro del campo. No pude ni dormir la siesta… y no se lo conté a nadie, ni a mi familia. Tenía de compañero de habitación a Florin Andone y me preguntó, '¿vas a ser titular, verdad?'. Y le contesté que no tenía ni idea. Yo quería estar focalizado en lo mío, en debutar en Primera, sin que nadie me preguntara ni me distrajera.

Volviendo a tu infancia, dijiste en otra entrevista que la Eurocopa de 2004 te marcó.

Tengo una imagen de estar sentado yo solo viendo esa Euro… como Cristiano lloraba después de perder la Eurocopa con Grecia.

Y el balón Roteiro también.

Sí, sí, sí… Es que es un balón mítico, como el Jabulani. Creo que ahora no se identifican tanto los balones ni sus nombres. Antes por Navidad los niños se pedían un Roteiro o un Jabulani, eso se ha perdido un poco.

¿Cuál era tu ídolo de infancia?

Para nosotros, en mi casa, Del Piero siempre ha sido muy especial. Todo viene porque mi hermano, con el Cubelles, hicieron un torneo en Italia, una especie de intercambio. Y allí él consiguió una camiseta de Del Piero. Entonces, por esa anécdota, Del Piero siempre ha estado muy presente en mi casa.

Tu hermano es mayor que tú.

Es del 87. Tiene nueve años más que yo. Jugó siempre en el Cubelles. Lo dejó pronto, no llegó a amateur.

Por cierto, ¿ves tanto fútbol como siempre?

Sí… aunque ahora soy padre e intento no ver tanto. Es que siempre he visto mucho mucho fútbol; Primera, Segunda, Premier League, Champions... No puedo ver Primera ni Segunda RFEF. Me encantaría ir al campo del Sant Andreu, del Europa, del Nàstic o venir a ver el filial del Espanyol, pero siendo padre lo tengo muy complicado.

Edu Expósito sobre la camiseta de Del Piero.

¿Y sigues jugando al Fantasy?

Sí. Con amigos. Tenemos un par de ligas que le metemos mucha caña. Jugamos nueve; los últimos cuatro pagarán una cena a los cuatro primeros y el quinto se paga lo suyo.

¿Ya te has fichado?

Aún no. Bueno, con otros amigos tengo otra liga y ahí sí que me tengo. En esta primera que te digo pronto me haré un clausulazo para ficharme. Le han subido la cláusula y está complicado.

¿Tenéis alguna liga en el vestuario?

No. Si hay varios que jugamos, pero con amigos. No hay una liga en el vestuario con los compañeros.

Edu Expósito sobre su colección de cromos.

Coleccionas cromos, ¿verdad?

Sí, sí. Me hago las colecciones en las que salgo yo, las de Primera División. El año que he estado en Segunda, pues no me la he hecho porque hasta este año no ha habido colección de cromos de Segunda. Tengo todos los álbumes completos de LaLiga en los que yo he jugado. Este año ya casi la tengo terminada, me quedan dos… aunque claro, si hay más fichajes habrá que completarla.

¿Eres de los que les gusta pegarlos?

Sí, sí. No soy de cartas, sino de cromos que se pegan. Me gusta pegarlos al álbum.

¿Qué edad tiene tu hijo?

(Ríe) Tiene dos años. Todavía es muy pequeño para el tema de los cromos, pero ya le engancharé pronto.

Edu Expósito pegando cromos junto a su hijo.  @eduexposito
Edu Expósito pegando cromos junto a su hijo. @eduexposito

¿Coleccionas algo más?

Sí, camisetas. Tengo algún que otro balón, pero principalmente camisetas. Trato de intercambiarla siempre.

Dime alguna especial.

Tengo Silva, Parejo en el Valencia, Gerard Moreno, Sergio Ramos… muy buenas camisetas. De momento las tengo en cajas, bien guardadas, pero aún no expuestas.

Hay futbolistas que tienen verdaderos museos en sus casas con las camisetas que han intercambiado.

Lo sé, es lo que me gustaría hacer más adelante. Me imagino lo que debe ser cuando entras ahí y recuerdas todo lo que has vivido viendo cada una de las camisetas…

Claro, porque a diferencia de los que pasa con los coleccionistas convencionales, para los jugadores cada camiseta está asociada a un recuerdo y a un partido concreto.

Es que es brutal eso.

Cambiando de tema, ¿cómo llevas el título de entrenador?

El nivel uno y el dos me lo saqué en A Coruña, cuando jugaba en el Dépor. No me he sacado ninguno más, pero cuando me retire, o un poco antes si puedo, seguramente lo retome.

Tienes bastante claro tu futuro.

Sí, quiero ser entrenador, lo quiero probar. Lo tengo muy muy claro, pero luego ya veremos cómo me va. Es muy difícil llegar al fútbol profesional. Sería una meta lograrlo, pero no quiero ser entrenador solo para llegar al fútbol profesional… todo el mundo quiere llegar, pero si dirijo en el fútbol amateur no me importa.

No te veo un domingo en casa sin ver fútbol.

(Ríe) No… además, estoy convencido de que a mi hijo también le gustará el fútbol y le dará a la pelota desde pequeño, así que me acompañará.