CELTA DE VIGO

Carles Pérez, un fichaje a fuego lento para el Celta

El jugador está cedido por la Roma y el club vigués tiene una opción de compra de 10 millones que intentará abaratar en verano.

Carles Pérez celebra su gol ante el Espanyol el pasado fin de semana. /EFE
Carles Pérez celebra su gol ante el Espanyol el pasado fin de semana. EFE
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Las temporadas en el mundo del fútbol son muy largas y los estados de forma de los futbolistas cambian varias veces durante el año. Un ejemplo de todo esto es Carles Pérez, jugador del Celta que está viviendo sus mejores semanas en Vigo desde que llegó en agosto. Su rendimiento ha ido claramente de menos a más y ha llegado a tal punto que en el club vigués ya valoran seriamente su continuidad el próximo curso toda vez que su cesión acaba el 30 de junio.

Roma y Celta alcanzaron un acuerdo en agosto por el que el extremo de Granollers regresaría a préstamo a LaLiga. En Vigo se reservaron una opción de compra que ronda los 10 millones de euros, una cantidad prohibitiva para las arcas olívicas. Su irregular comienzo de temporada, lastrado por la poca preparación con la que llegó al Celta debido a que en Italia entrenaba muchas veces en solitario, dejó muchas dudas en su actual club, pero su crecimiento futbolístico las ha disipado.

En A Sede no tienen pensado abonar la cifra estipulada en el contrato de cesión, pero no por ello quieren dejar ir fácilmente al ex del Barcelona. Con contrato en la Roma hasta 2024 y sin hueco en el equipo, en Vigo estudian la posibilidad de ofrecer una cantidad menor que convenza a los italianos, que no cuentan con él.

El jugador es feliz en Vigo y ya ha manifestado públicamente su deseo de seguir en el equipo en el futuro. A tener en cuenta por las partes es el alto salario que tiene el extremo, aunque desde el club no creen que eso fuese a ser relevante si avanza la negociación entre las partes.

Carles es ahora mismo titular indiscutible con Carlos Carvalhal y desde el regreso de la competición tras el Mundial se ha erigido como uno de los líderes del ataque celeste. En el último duelo ante el Espanyol fue clave en la victoria, anotando un gol, asistiendo en otro y forzando el penalti que posteriormente transformaría Iago Aspas. El futbolista, además, recibió el premio al mejor jugador del partido.

El cambio de técnico le benefició, como él mismo reconoció hace unas semanas ante los medios de comunicación. "Al principio me costó un poco porque tampoco estaba jugando donde se me da bien. Desde que llegó el nuevo entrenador, me puso donde siempre he destacado y estoy aquí para ayudar al equipo, mejorar cada día y seguir creciendo. El sistema actual me ayuda", apuntó.

A Carles y al Celta todavía le restan doce encuentros para acabar la temporada y ahora mismo alcanzar puestos europeos no es ni mucho menos imposible, un objetivo que sin duda acercaría su continuidad en Vigo.