REAL MADRID - ESPANYOL

El canterano de Real Madrid y Espanyol que bajó de la nube tras un choque con Mendy: "Fue como estrellarse contra una pared"

Javi Lancho pasó por ambas canteras antes de recalar en la Ponferradina de Primera Federación, su club actual.

Lancho se ejercita con el primer equipo y pelea por un balón con Carvajal./INSTAGRAM
Lancho se ejercita con el primer equipo y pelea por un balón con Carvajal. INSTAGRAM
June Lavín

June Lavín

"Es algo que siempre cuento. En aquel momento pensé que me faltaba mucho para poder hacer algo con ellos". Así recuerda Javi Lancho (22 años), ahora en la Ponferradina, uno de los momentos más dulces de su corta carrera: después de prácticamente toda una vida en la cantera del Real Madrid, a la que llegó en categoría alevín procedente del Rayo Vallecano ("en el Rayo jugaba un año por encima y me costó tomar la decisión"), completó varios entrenamientos con el primer equipo blanco, con un choque con Mendy como 'secuela' más especial. "Hubo una vez un balón dividido con Mendy, choqué con él y me tiró al suelo directamente. Yo iba con los ojos cerrados y fue como chocar con una pared", recuerda el polivalente futbolista zurdo.

Por partes. Lancho, como siempre se le ha conocido en La Fábrica, pasó por todos los equipos de las categorías inferiores desde alevín hasta juvenil. Además, vivió una transición cada vez más habitual: delantero y extremo de formación, su verticalidad le llevó al lateral izquierdo, posición en la que probó suerte en sus últimas temporadas en Valdebebas. "Cuando estoy en juvenil, Manu Fernández da ese pasito de ponerme como lateral izquierdo. Entonces, me probó algún partido, yo me vi cómodo y él me vio bien. En apenas un año paso de ser delantero a ser lateral izquierdo. Pasé a fijarme en jugadores como Miguel Gutiérrez o Marcelo, pero esa gente está a un nivel muy alto", explica sobre el cambio de posición que experimentó en la cantera merengue.

De su etapa como mirlo blanco destaca "los entrenamientos con el primer equipo" y recuerda cómo fue el primero de ellos: "Me acuerdo perfectamente de que iba a subir [a entrenar con el primer equipo] un domingo por primera vez, porque el Madrid jugaba el sábado y siempre hace falta gente de la cantera en los entrenamientos. Estaba muy ilusionado, porque llevas muchos años viendo a todos esos jugadores, es el sueño de cualquier futbolista. Pero el Madrid no sé si perdió o empató, pero no ganó, y entonces dijeron que no iba a subir nadie. Te quedas ahí, con las ganas, pero dos semanas después volví a tener esa oportunidad".

Precisamente, en alguna de esas sesiones con el primer equipo se produjo el choque con Mendy que tanto recuerda y que le ayudó a 'bajar' de la nube: "Todo el mundo juega muy rápido, te quedas flipado. No sabes a dónde mirar, ni dónde colocarte ni cómo moverte".

Nueve temporadas después de enfundarse por primera vez la camiseta del Real Madrid, Lancho, en pleno mercado invernal, tomó la decisión de abandonar Valdebebas y poner rumbo a las categorías inferiores del Espanyol. "No me veía llegando al Castilla y tienes que buscarte la vida. Me fui a un gran club como el Espanyol, que allí es como que lo ves todo más cerca [llegar al fútbol profesional]. Al ser una cantera más familiar ves el primer equipo muy cerca y, aunque es un salto complicado, siempre es bonito", continúa sobre su decisión de fichar por el cuadro perico.

"En el Espanyol, al ser una cantera más familiar, ves el primer equipo muy cerca"

Javi Lancho Futbolista de la Ponferradina

Lancho permaneció en la disciplina perica un total de dos temporadas (Juvenil A y filial) y, después de un camino con altos y bajos, consiguió dar el salto a la Ponferradina, "un club humilde" con un proyecto sólido que persigue la premisa de volver al fútbol profesional. Cerca estuvo de hacerlo la pasada campaña, líder durante varias jornadas gracias a una mezcla de experiencia, juventud y estabilidad en los despachos que, sin duda, ya es seña de identidad: "Aprendo mucho de todos".

Lancho, por su parte, se ha convertido en uno de los futbolistas más importantes de la Ponferradina. Siente El Toralín como su casa, es uno más en el vestuario, vivirá de manera especial el Real Madrid - Espanyol de este sábado y, aunque ya sufrió la transición de extremo a lateral, ahora también hace las veces de central zurdo. "Cuando llegué me dijeron que me querían como central izquierdo. Me queda mucho que mejorar, siempre pregunto al míster. Hay mucho cachondeo con eso, porque me dicen que el año que viene seré portero [risas]", concluye.