El Atlético se abona al 'sufrimiento': "Siempre es mejor si se puede remontar"

"Siempre es mejor si se puede remontar", decía con esa sonrisilla de pillo Pablo Barrios este sábado en sala de prensa. Frente al Alavés, el Atlético de Madrid logró una nueva victoria - y ya van cinco consecutivas- y lo hizo de una manera a la que se están abonando los atléticos este curso. El gol de Alexander Sorloth en el 85' fue el zarpazo definitivo para que el Atlético se sobrepusiera al tanto inicial de Guridi y firmara su cuarta remontada en lo que llevamos de temporada. 

"En el descanso sabíamos que le podíamos dar la vuelta", confesaba el joven centrocampista. Y así fue. Tras el penalti transformado por Antoine Griezmann, Sorloth, con un potente derechazo ante el que nada pudo hacer Sivera, desató la locura en el Metropolitano. Tienen los de Simeone muy interiorizado eso de que hasta que no pite el árbitro todo puede pasar y con ese espíritu ya llevan unas cuantas alegrías.

Todo empezó en Europa. Frente al Leipzig, un gol de Giménez en el 90' permitía a los de Simeone estrenarse con victoria en esta nueva Champions. Si aquel triunfo llenó de euforia a los atléticos, más lo haría el conseguido semanas más tarde en el Parque de los Príncipes. Inmersos en un mar de dudas tras las dolorosas derrotas ante Lille y Betis, Ángel Correa, en el tiempo de descuento, colocaba el definitivo 1-2.

En LaLiga, el Alavés no ha sido el único que ha sufrido la machada rojiblanca. Un mes antes, el Leganés ya vio cómo, en apenas diez minutos, se le escapaban tres puntos de oro del feudo atlético. Otra vez Sorloth, en el 99', daba el estacazo final. "Lo importante son los tres puntos. El equipo da la cara hasta que se acaba el partido", apuntaba Barrios al ser preguntado por ese espíritu luchador que saca el equipo cuando las cosas se ponen feas. Porque si en cuatro partidos el Atleti le dio la vuelta al marcador, en tres empezó perdiendo, pero acabó empatando- Villarreal (2-2), Rayo (1-1) y Real Madrid (1-1)-. Mientras que Barça y Real Madrid han salvado dos y tres partidos que han empezado perdiendo en todas las competiciones de este curso, respectivamente, el Atlético ha salvado siete.

Con un fondo de armario como pocas veces se había visto por el Metropolitano, los fichajes han supuesto un salto de calidad para la plantilla. Si ante el Alavés jugadoras como Julián Álvarez, Giuliano Simeone o Sorloth se quedaron en el banquillo, esta vez y a diferencia de lo que ocurriera en París, fue el atacante noruego el que salvó los muebles.

Sobre esa competencia interna y sobre la dificultad que, jornada tras jornada, se encuentra Simeone para confeccionar la plantilla, el argentino se mostró claro al respecto. "Trato de seguir la línea que creo que puede rendir mejor en cada inicio del partido, pero me centro también en lo que puede pasar en los 90 minutos. El partido me lo imagino como un juego de cartas, porque las necesito, porque sin ellas no puedo jugar y tener la posibilidad de gestionar cierto tipo de situaciones. Cada uno de los que está en la plantilla sabe su realidad. ¿Cuál es? Quince, diez, setenta minutos, ser importantes".

Y si, como dice el Cholo, los futbolistas saben cuál es realidad, también conocen muy bien ese espíritu rojiblanco de nunca dejar de creer.