El Athletic Club continúa la ronda de renovaciones con el timón Galarreta... y Lekue el mismo día

Iñigo Ruiz de Galarreta llegó en el verano de 2023 a Bilbao libre, tras finalizar contrato en Mallorca. Después de una década fuera de Lezama y de Bilbao, el lugar en el que se formó, aterrizó de nuevo sin mucho ruido. En segundo plano, como es él. Pero no tardó en demostrar que era uno de los fichajes más importantes de este siglo. Un acierto pleno de la dirección deportiva encabezada por Mikel González, el gran valedor de su regreso. Ernesto Valverde le colocó de titular desde el primer encuentro de aquella temporada y desde ese día se convirtió en el timón rojiblanco. En el cambio necesario de esta plantilla para dar un salto, volver a Europa, ganar la Copa del Rey y este curso soñar con todo y acabar celebrando un billete a la Champions League.

Por eso, su renovación era vital. No había dudas de que llegaría porque Iñigo soñó con defender esta camiseta durante esta década de aprendizaje en Segunda y Primera. Habiendo llegado a la cima y pese a que su contrato expiraba el 30 de junio, se tomaron con tranquilidad la firma de renovación porque ambas partes estaban seguras de que seguiría siendo el timón en la 2025-26. Así será, tras oficializar una ampliación de dos años que le permitirán seguir defendiendo al club bilbaíno hasta 2027.

Pese a sus problemas musculares, irremediables tras una carrera muy dura en la que tuvo que afrontar tres roturas de ligamento cruzado, todos confían en él. Además, es uno de esos profesionales ejemplares y claves en un vestuario como el rojiblanco. El primero en llegar a Lezama para realizar una hora de ejercicios de activación y el último en irse por alargar el entrenamiento con sesiones de fisioterapia. Un jugador dedicado a su profesión. Un ejemplo para todos sin necesidad de hablar.

Su renovación sigue el camino de una semana muy importante, la del adiós de Óscar de Marcos, pero también de una ronda de renovaciones. Además de la de Ruiz de Galarreta, el Athletic ha continuado su semana de ampliaciones de contrato con la de Iñigo Lekue, otro futbolista que finalizaba contrato al acabar la temporada. Como hemos venido informando en este medio, la decisión de todas las partes era la de pactar un año más de contrato. Lo quería el vestuario, lo necesitaba Ernesto Valverde tras la retirada de su capitán y también una dirección deportiva convencida de su valía futbolística y humana. Si había alguna duda, sus últimos meses de la temporada, siendo clave en los partidos más importantes, demuestran su vigencia.

Por su parte, el defensa llegó en 2012 procedente del Danok Bat, fecha desde la cual ha acumulado 262 partidos con el primer equipo, al margen de su etapa desde la categoría juvenil. Su carrera con los bilbaínos, precisamente, se vio impulsada por el propio Valverde en 2015 con su ingreso al campo en la victoria del Athletic Club sobre el FC Barcelona (4-0) en la Supercopa de España que se llevaron los leones. Desde entonces su importancia ha variado en el sistema de los distintos entrenadores para los que ha jugado, pero con el 'Txingurri', tanto en la banda izquierda como la derecha, nunca ha estado fuera del plan.

La otra gran renovación, por supuesto, es la del banquillo. El 'Txingurri' Valverde seguirá liderando a la cuadrilla rojiblanca. Hay sintonía total con la entidad y las conversaciones con la dirección deportiva y la dirección general del club, comandadas en las reuniones por Jon Berasategui, han sido muy positivas en todo momento. Era un hecho que firmaría su renovación, y aunque el club se hizo de rogar, ayer mismo se anunció que el técnico seguiría al frente del equipo para vivir la 'experiencia Champions'.