Vitor Roque, la apuesta de Deco que sufría en los rondos del Barça y el Betis busca recuperar: "Estaba muy verde"
Vítor Roque se reencuentra con el Barcelona, después de seis meses difíciles en la Ciudad Condal y su llegada a Heliópolis.
Vítor Roque tiene un partido especial contra su Barcelona. Sin cláusula del miedo, gracias a la insistencia del propio delantero, el brasileño se medirá al equipo propietario de sus derechos y que pagó 30 millones de euros -más otros tantos en variables- el pasado mercado invernal por su contratación. Sin rencores, pero tras seis meses complicados que borraron esa sonrisa que sí luce en el Betis. "Si las personas no ayudan es más difícil", cuenta en el entorno del futbolista, que echó en falta más apoyo en esos primeros días de azulgrana para un chaval de apenas 18 años.
El Betis le ha cambiado el semblante. Aunque ahora el equipo, y tampoco él mismo, atraviesan el mejor momento de la temporada, Vítor Roque sí siente la confianza de Pellegrini y de los aficionados. Ha recuperado la sonrisa de ese joven que siempre quiso ser futbolista. Desde que surgió la posibilidad de venir al equipo verdiblanco, el brasileño no tuvo dudas. También el Betis lo puso todo para convencerlo, con el propio Joaquín desplazándose a Barcelona junto al director deportivo, Manu Fajardo, y el CEO, Ramón Alarcón. Allí recibieron una sorpresa de parte del propio Vítor Roque: una fotografía de su padre con una camiseta del Betis. Y es que en el partido de la pasada temporada en el Benito Villamarín, el delantero se intercambió la camiseta con Abner y su padre no dudó en posar con ella.
Ni el interés del Sporting Clube, que peleó hasta el final por su contratación, varió el plan de Vítor Roque. Su idea y la de su entorno era la de seguir en LaLiga, un campeonato más potente y que le permitiera continuar esa adaptación que no tuvo en Barcelona. "No tenía dudas, prefería el Betis y el Barcelona también ayudó", cuentan en el entorno del brasileño. En el equipo bético sí está encontrando oportunidades. 17 partidos disputados con casi 1.000 minutos certifican esa mayor presencia del brasileño, que sí necesita mejorar la puntería. Rebajar las revoluciones cuando se pone de gol es otro de los aspectos a mejorar por Vítor Roque, a quien Pellegrini sigue pidiéndole calma y que vea vídeos de Romario.
Su aportación al Betis también se nota en los esfuerzos. "Su salida nos permitió mejorar la presión alta y adelantar líneas", reconoció Marc Bartra el pasado miércoles tras la eliminatoria copera. Los datos que recoge el GPS también atestiguan esas 'palizas' del brasileño. Ante el Atlético de Madrid, en uno de los dos partidos liguero que ha jugado al completo, registró más de 11 kilómetros, un registro más propio de centrocampistas de ida y vuelta que de un delantero. "Veo a Vítor como lo veía también hace un mes, con ganas de demostrar lo que él es capaz de dar. Es un jugador muy joven que está comenzando, que va a cometer errores, pero que también va a tener aciertos. Y ojalá el hecho de jugar contra Barcelona sea también una motivación adicional. Pero lo importante es que él esté cómodo y que sienta que es un aporte para el equipo", señaló Pellegrini en la previa del partido.
La difícil adaptación al Barcelona
En Barcelona, Vitor Roque pasó sin pena ni gloria, y sin lograr tener protagonismo. Aterrizó con una presión excesiva que le costó aceptar y canalizar. Nunca se adaptó a la idea futbolística de Xavi Hernández, y varias fuentes apuntan a que el ritmo de los entrenamientos le superaba en ocasiones. "Llegó muy joven. Estaba muy verde. Aterrizó a media temporada, tenía 18 años y venía de un fútbol que nada tiene que ver con el de aquí. Venía también de vacaciones, y una luna de miel, y, por lo tanto, no estaba bien físicamente", relatan.
Incluso acabó algún entrenamiento llorando. "A nivel táctico y futbolístico le faltaban muchas cosas y estaba muy verde. Su nivel estaba por debajo de lo que se espera de un jugador del Barça. No porque no tuviera calidad, sino por una cuestión de juventud, adaptación, físico...", cuentan desde el club a Relevo.
Su llegada a la Ciudad Condal estaba prevista para este pasado verano, pero la lesión de Gavi hizo adelantar los acontecimientos. Ante esa posibilidad de reforzar la plantilla en invierno, Xavi Hernández pidió la cesión de Lo Celso, que no estaba jugando en el Tottenham. El egarense buscaba ese perfil de futbolista para dotar de más calidad el centro del campo. El fair play no permitió reforzar el equipo con ninguna incorporación, excepto la de Vitor Roque, que ya estaba atado.
Ante este escenario, sin poder fichar a un medio de calidad, con una plantilla corta, y sin un relevo de garantías para Lewandowski, Xavi prefirió la llegada del delantero. El cuerpo técnico tenía buenos informes, aunque la realidad fue otra. El fichaje fue del club, y no del entrenador. Tuvo pocos minutos. "Jugaba mucho mejor de lo que entrenaba. Salía con entusiasmo, apretaba, luchaba...", afirman fuentes cercanas a la plantilla. Con el técnico catalán disputó 16 partidos, solo dos de titular, y 353 minutos. Marcó dos goles -Osasuna y Alavés-. La llegada de Hansi Flick no cambió la perspectiva sobre el futbolista.
El rondo que marcó sus inicios
Su llegada a la Ciudad Condal coincidió prácticamente con el entrenamiento de puertas abiertas que organiza el FC Barcelona durante las fiestas navideñas. El Johan Cruyff se llenó de niños y adultos para seguir de primera mano la sesión preparatoria del equipo de Xavi Hernández.
Era el segundo entrenamiento del ex de Atlético Paranaense. Después de los ejercicios habituales de activación, los rondos forman parte de la vida de Can Barça. Roque sufrió lo que no está escrito. Se pasó gran parte de los minutos en los que hubo rondos en el medio. Persiguiendo sombras y sin tocar prácticamente el balón.
«Nunca vi un ataque tan feo»
El fichaje de Vitor Roque fue una clara apuesta del director deportivo. Deco fue su gran valedor. Previamente a la llegada del portugués al cargo, el club llevaba tiempo siguiendo al delantero carioca. La cesión al Betis, en lugar de la opción de traspaso al Sporting Club de Portugal, que sobrevoló la Ciutat Esportiva durante días, se entiende a partir de la confianza del club en el futbolista. El Barça seguirá teniendo el control del jugador a la espera de que crezca y se revalorice de cara al futuro.
Deco defendió su fichaje en una entrevista reciente a Mundo Deportivo. "Uno necesita siempre un período de adaptación, y a Roque se le exigió desde el principio. Le han hecho daño, lo ha pasado mal y eso duele". El luso no se mordió la lengua. "Desde que conozco el Barça no me acuerdo de un ataque tan feo y tan fuerte a un chaval de 18 años. No sé de dónde ha venido, no sé si es un ataque a mí o al club, pero se le atacó con maldad, se le atacó muy fuerte, sin ningún sentido, sin ninguna razón", afirmó.
También salió en defensa del atacante, el exasesor deportivo del Barça, Jordi Cruyff. "Siempre me acuerdo de los primeros años de Vinicius en el Madrid. Esto pasa en Barcelona y quizás no habría tanta paciencia. El Madrid la tuvo y al final tiene un jugador diferencial", declaró.
Un futuro por definir
De momento, Vítor Roque sólo piensa en el Betis. En mejorar sus cifras goleadoras y recuperar ese fútbol que empezó a mostrar en Brasil. El club verdiblanco dispone de una opción de compra a final de temporada cifrada en 25 millones de euros por el 80% de los derechos, aunque también existe la posibilidad de prolongar un año más el préstamo si todas las partes están de acuerdo. Pero eso, ahora mismo, queda más lejos. Lo más inminente es este reencuentro con el Barcelona de este sábado en el Benito Villamarín, con buena parte de los focos colocados sobre Vítor Roque. El brasileño, que sí guarda amistad con Raphinha, quiere reivindicarse ante su exequipo. El mismo que apostó fuerte por él el pasado invierno y del que acabó saliendo por la puerta de atrás.