REAL MADRID 2 - REAL SOCIEDAD 0

El último día del 'capo' Ancelotti en el Bernabéu: ojos vidriosos, una canción en italiano y una imagen que emocionó al mismísimo Florentino

El italiano, que se hará cargo de la selección brasileña, vivió ante la Real Sociedad su último partido como entrenador del Real Madrid.

Carlo Ancelotti, durante su último partido en el Bernabéu. /Reuters
Carlo Ancelotti, durante su último partido en el Bernabéu. Reuters
Isabel Pacheco

Isabel Pacheco

Ha querido el destino que el mismo día que el Real Madrid celebra el undécimo aniversario de la Décima, el técnico que devolvió al club a los altares europeos en Lisboa, Carlo Ancelotti, pusiera punto y final a su etapa como entrenador del conjunto blanco. Lo hizo a sus 65 años, diez más de aquel Carletto que respiró aliviado tras el gol de Sergio Ramos en el 93' y que no se podía imaginar todo lo que vendría después. Porque si el 24 de mayo ya de por sí era una fecha muy especial para el de Reggiolo, a partir de hoy lo será aún más después de ver cómo el Santiago Bernabéu le homenajeaba en una tarde llena de emociones y donde el encuentro frente a la Real Sociedad era realmente lo de menos.

Y lo era porque, además del de Luka Modric, el de este sábado era el adiós definitivo del técnico más laureado de la historia del Real Madrid con 15 títulos en su palmarés. A diferencia del centrocampista croata, que sí estará en el Mundial de Clubes, Ancelotti no volverá a dirigir a su Madrid desde la banda. Eran los últimos chicles de Carletto en casa y el Bernabéu, consciente de ello, quiso rendir tributo a un entrenador que por su temple, sencillez y sobre todo por sus triunfos ha logrado ganarse los corazones de una afición que ya le dedicó el primer gesto de cariño de la tarde cuando el speaker anunció su nombre por la megafonía. Junto a Modric, era el gran protagonista.

"Gracias Carletto", se leía en uno de los tifos que se desplegó en uno de los fondos del estadio junto a una fotografía del rostro entrenador. Tras ello, la afición entonó el ya clásico "Carlo Ancelotti lolololo" y él, desde su asiento, levantó la mano en señal de agradecimiento. La tarde no había hecho nada más que empezar y sus ojos, como pudieron verse por las pantallas, ya estaban brillosos.

Con el partido ya en juego, Ancelotti, que no faltó a su cita con el traje, fue alternando paseos por el área técnica con tomar asiento al lado de Davide. Este, que acompañará momentáneamente a su padre en el banquillo de la selección brasileña, también recibió gestos de cariño por parte de la hinchada. "En silencio construiste victorias. Con humildad dejaste huella. Hasta pronto Davide. Te esperamos con los brazos abiertos. Gracias por tanto", se leía en una de las tantas pancartas que había en el estadio.

Tifo dedicado a Carlo Ancelotti.  Relevo
Tifo dedicado a Carlo Ancelotti. Relevo

Más emocionado de lo habitual, el ambiente festivo no impidió que el próximo seleccionador de la canarinha empujara a los suyos cuando Sergio Gómez, a los pocos minutos de empezar, gozara de una clara ocasión para poner por delante a la Real. Tampoco se cortó el italiano para acercarse al cuatro árbitro cuando Melero López revisaba en el monitor una posible mano de Pablo Marín dentro del área. El colegiado señaló pena máxima y Mbappé puso el 1-0 a favor de los blancos. La celebración de Carletto fue comedida.

Ya en la segunda parte el partido fue igual de descafeinado que en la primera. La nota negativa fue la lesión de Brahim Díaz, que se marchó lesionado en el minuto 54. Al ser sustituido, Ancelotti se acercó al andaluz para interesarse por él y dedicarle gestos de cariño. Hasta el último día siguió ejerciendo esas labores de "padre" que tanto le han caracterizado.

Ovación del Bernabéu a Ancelotti. Relevo

Uno de los momentos de la tarde llegó con la sustitución de Modric en el minuto 85. El mediocentro se despedía de la que ha sido su casa durante las últimas 13 temporadas. Tras una atronadora ovación, el croata se fundió en un sentido abrazo junto a Ancelotti. Solo ellos saben lo que tanto uno como el otro estaban sintiendo en esos momentos.

Con el pitido final aún quedaba una de las partes más emotivas de la tarde. En los videomarcadores del estadio se proyectó un vídeo, acompañado de una canción en italiano, en el que se repasaba la trayectoria de Ancelotti durante su primera y segunda etapa como entrenador del Real Madrid. Fue ahí cuando el técnico se rompió definitivamente y no pudo contener la emoción ante la atenta mirada sus familiares que estaban en el palco. Tras eso, le tocaba caminar hasta el centro del campo para despedirse de su afición.

"No es sencillo hablar hoy...", decía sujetando un micro tembloroso. "Ha sido un placer entrenar este club. Quiero agradecer a mi querido presidente, Florentino. Ha sido fantástico entrenar a este grupo de futbolistas. Ha sido fantástico compartir con vosotros estos momentos. Ha sido extraordinario vivir esta historia con vosotros. Ha sido una historia inolvidable. No puedo olvidar cada día que he pasado aquí. Hala Madrid y nada más. Os quiero mucho. Ciao", se despedía un Ancelotti que siempre será historia del Real Madrid y que emocionó al mismísimo Florentino Pérez en el palco.