Lo que han aguantado los árbitros este fin de semana: pérdida de papeles de Paco López con insultos y un "eres una mala persona"

En un fin de semana donde el fútbol dejó de importar y pasó a un último plano, los partidos por España han sido, en líneas generales, más tranquilos que de costumbre. Los equipos salieron al terreno de juego algo fríos, con la sensación de tener que cumplir, más allá de disfrutar de su profesión o de hacer disfrutar al público. Por ello, no hemos tenido apenas polémicas ni escenas con los colegiados. No era el foco. Pese a todo, sí que ha habido varios episodios desagradables que rescatar.

Relevo presenta el segundo capítulo de un serial que busca mostrar el otro punto de vista del que nunca se habla. Semana a semana, miles de aficionados estudian al detalle cada acción arbitral, algunas veces con razón, otras sin ella y, lo peor, en muchas ocasiones sin educación. Si fuera solo desde redes sociales... En los campos se ven capítulos alejados del plano mediático y que deberían presentarse en sociedad en busca de que no vuelvan a ocurrir. A continuación, los más característicos de esta semana.

Probablemente fruto de las circunstancias, el fútbol en Primera División no ha tenido ni un solo incidente que reseñar, a falta de la disputa del Celta de Vigo-Getafe de este lunes. Tampoco el de Segunda, más allá de una pérdida de papeles absoluta de Paco López y que bien le podría acarrear consecuencias de índole mayor. Lo más probable es que no se siente en el banquillo del Cádiz los dos próximos encuentros.

Mallo Fernández expulsó a Paco López en el minuto 90, instantes después de que Campuzano cerrase la victoria del Sporting de Gijón con el 2-0. El técnico, enfurecido, se dirigió al asistente en los siguientes términos: "Hacéis lo que os da la puta gana, eres la puta hostia". Motivos más que suficientes para abandonar el campo antes de tiempo.

El problema es que el asunto fue a mayores cuando Paco López se negó a marcharse del terreno de juego, permaneció en el área técnica y continuó a gritos contra el asistente: "¿Qué cojones te he hecho? Eres una mala persona". Incluso le tuvieron que sujetar otros miembros del cuerpo técnico.

Ya finalizado el encuentro, Paco López esperó al cuerpo arbitral en el interior del túnel de vestuarios e insistió en sus descalificaciones al asistente. De nuevo a voz en grito, repitiendo una y otra vez la misma frase y agarrado por sus ayudantes para que el asunto no fuera a mayores: "Eres una mala persona". Los colegiados también se encontraron una trifulca multitudinaria entre Sporting y Cádiz, si bien no llegaron a las manos ni se insultaron con gravedad. Todo este asunto fue recogido por el acta arbitral, dejando la pelota en el tejado del Juez de Competición.

Fue un incidente cargado de tensión que, al menos, fue el único en lamentar en todo el fútbol profesional español. El deporte más modesto también resultó algo más tranquilo que de costumbre, aunque tuvo episodios dignos de contar. Un asunto a celebrar es que no se mostró ni una sola cartulina amarilla por mostrar mensajes o portar camisetas con dedicatorias, señal de la sensibilidad que todos han tenido a la hora de aplaudir y no castigar lemas en favor del pueblo valenciano.

El Lugo-Bilbao Athletic despidió antes de tiempo al técnico visitante Armando Ribeiro, que se dirigió a voz en grito al colegiado en los siguientes términos: "Me cago en Dios, no nos pitas una". Cabe recordar que una roja puede deberse a varios motivos. En este caso, hay una clara descalificación, pero, si se la hubiera ahorrado, el "no nos pitas una" hubiera sido motivo suficiente en caso de ser reincidente o ir acompañada de malas formas.

Un buen ejemplo de ello se dio ya en el Grupo II de Primera Federación. David Pérez del Río, miembro del cuerpo técnico del Algeciras, se fue a los vestuarios por "levantarse de la zona de asientos para protestar una de las decisiones con los brazos en alto a viva voz". Más por formas que por actos. Igual que ocurrió en el Sanluqueño-Recreativo de Huelva, donde Vicente García Taboada vio la roja por salir del área técnica gritando y gesticulando.

Una curiosa en el Valladolid Promesas-Bergantiños como muestra de que a veces son los momentos del partido los que cambian la intensidad de una sanción disciplinaria. Mariano Muñiz Regueira, delegado de los visitantes, fue expulsado por salir del área técnica gritando y gesticulando como señal de protesta. Una vez acabado el partido, Jorge Cuesta, técnico del equipo gallego, se quedó simplemente con una amonestación por lo siguiente: "Por dirigirse a mí, emitiendo una carcajada en señal de mofa, estando dentro del túnel de vestuarios".

El Grupo III también tuvo lo suyo. En el Olot-Atlético Baleares, el delegado del conjunto visitante, Juan Torrens Ribot tiró de picardía y el árbitro lo castigo con la expulsión inmediata: "Por retardar la reanudación del juego de forma intencionada solicitando una sustitución para posteriormente cancelarla, cuando debía reanudar el juego el equipo contrario y haber sido advertido previamente". El Europa-Lleida Esportiu gozó de un episodio peculiar, relacionado con el spray.

"A la llegada al vestuario arbitral, el delegado del equipo local, el señor Enrique Vargas Brito (CE Europa) nos comunica que no disponen del soporte para el spray para marcar la distancia reglamentaria en los tiros libres. Por ese motivo no salimos al terreno de juego con dicho objeto", reza el acta del colegiado Rimbau Guillaumes. En el Grupo IV, se vio otra de las acciones que son flor de un día y que solo se pueden dar con modestos de por medio. El Minera, tan orgulloso de su aventura copera, lo llevó con orgullo: "El CD Minera jugó el encuentro con camisetas que portaban el logotipo de la Copa del Rey en una manga y el logotipo de la federación en la otra".

Los árbitros, aunque no sean insultados por el camino, también tienen que tomar decisiones de enorme relevancia en el trascurso de un partido y que no son sencillas de ver sin un VAR como ayuda. Por ejemplo, la expulsión de Joao Mendes, del Recreativo Granada: "Por golpear con la rodilla en la zona de los genitales de un contrario, cuando el balón estaba en juego, pero no a distancia de ser jugado".

En el Juventud de Torremolinos-Villanovense, José Miguel Ramírez Quintero pagó cara su vehemencia: "Por salir del área técnica gritando y gesticulando, protestando una de mis decisiones, tras haber sido advertido por mi asistente número 1 en varias ocasiones". O la expulsión de Jaime Santos, de La Unión Atlético por decir: "No tenéis ni puta idea de arbitrar, os habéis cargado el partido".

Para cerrar, el Langreo-Rayo Cantabria contó con lanzamiento de objetos, reflejados en el acta: "Arrojaron a los jugadores del Rayo Cantabria al menos cinco hielos, los vasos de plástico de un litro que los portaban y derramaron una cerveza sobre la camiseta del 17 visitante. En ese momento activamos el protocolo de lanzamiento de objetos, comunicando al delegado de campo la necesidad de que avise por megafonía el cese de lanzamiento de objetos. Por ese motivo, el partido estuvo detenido alrededor de dos minutos". El Guadalajara-Rayo Majadahonda lamentó un vergonzoso incidente, con presuntos insultos racistas, expuesto aquí.

Así se dio la jornada arbitral en las cuatro principales categorías del fútbol español. Desde Relevo, no hemos detectado más episodios de especial gravedad en Tercera Federación o fútbol base, lo que no quiere decir que no existan. En caso de que conozcas alguno, háznoslo saber a través de nuestras redes sociales.